Tomatazos

Aunque los abusos dentro de la industria no son realmente nuevos, el escándalo del productor Harvey Weisntein provocó una oleada de revelaciones que ha sacudido a Hollywood y que todavía acapara las noticias día a día. El que se mencionara a un magnate tan importante sirvió para darle confianza y voz a otras víctimas que hablaron y dieron nombres de personalidades con estatus o cargos similares. En muchos casos, los involucrados han visto consecuencias directas en sus carreras, pero también existe el problema de la legalidad, y es que muchas de las acusaciones ya no proceden. De alguna manera, las víctimas sólo buscan ser escuchadas y no se trata sólo de llevar a la cárcel a quienes las agredieron, sino de dar a conocer lo que realmente sucede.

Obviamente todo esto también significa que aquellos que han sido acusados levanten la voz. Algunos se han disculpado públicamente, como Louis C.K., y admitieron haber cometido dichas acciones. Otros han negado por completo las acusaciones y otros hasta han procedido contra las víctimas que los nombraron en primer lugar.

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Desde hace años se sabe que el actor Corey Haim fue abusado sexualmente cuando era joven, pero nadie sabe quién lo hizo. Haim falleció sin revelar el nombre y su amigo Corey Feldman se ha dedicado a hablar de la pedofilia que se maneja en la industria y a la que están expuestos todos los niños que actúan. Sin embargo, en noviembre un artículo citó al actor Dominick Brascia donde explicaba que el culpable era Charlie Sheen.

Ahora, el actor ha salido a defenderse de las acusaciones. Según Variety, Sheen demandó a The National Enquirer por difamación, así como a Dylan Howard, su editor en jefe. La demanda describe la acusación como una escandalosa, perjudicial y repugnante campaña de difamación contra el actor, y también explica:

Con calculada malicia, The National Enquirer concluyó que podía hacer dinero al publicar historias falsas alegando que Mr. Sheen es un depredador sexual que acosa a jóvenes preadolescentes.

Además, la demanda también dice que la decisión de publicar la noticia fue una forma de vengarse de Sheen porque él no les dio la exclusiva sobre la revelación de su diagnóstico de VIH.

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Pero el asunto no acaba aquí, pues The National Enquirer está dispuesto a pelear por su nombre. En un comunicado, el medio ha dicho que le parece bien ir a la corte para demostrar los abusos de Sheen y que tienen más testigos, nombres y papeles que confirman y respaldan lo dicho por Brascia. Falta mucho para ver cómo se desarrollará este problema, pues ambas parte podrían llegar a un acuerdo fuera de la corte o decidir ir a un juicio que seguramente sería muy público. También sería uno de los primeros movimientos legales que son consecuencia directa de este nuevo movimiento que busca erradicar el abuso en la industria.

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