Tomatazos

La franquicia iniciada con Piratas del Caribe: La Maldición del Perla Negra - 79% hace casi 15 años, aún es rentable. Aunque la última cinta, todavía protagonizada por Johnny Depp, no fue el éxito taquillero que se esperaba, no se han detenido las conversaciones sobre continuar con otras secuelas. El nuevo intento, una vez más, es apelar a la audiencia que la hizo famosa en primer lugar, por lo que en Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar - 30% vimos de nuevo a Will (Orlando Bloom) y Elizabeth (Keira Knightley), a pesar de que su círculo ya se había cerrado. Lo mismo sucedió con la sorpresiva aparición de Barbossa al final de Piratas del Caribe: El Cofre de la Muerte - 54%, así que no es novedad que existan buenas posibilidades de ver a otros actores de la primera trilogía.

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Si no has visto la última cinta te recordamos que aquí inician los spoilers (uno, pero muy importante). Si ya la viste o de plano no te importa puedes continuar. Resulta que al final de la cinta, en una escena post-créditos Davy Jones, aquel pirata con el corazón roto interpretado por el grandioso Bill Nighy, hace una pequeña aparición. El propio actor confesó a Empire que no tenía ni idea de eso hasta que un taxista se lo reveló:

El conductor del taxi me preguntó: "¿vas a estar en la siguiente?" y yo le dije: "no, no sabía que habría otra." Él contestó: "bueno, estuviste en la última". Yo dije: "no, no estuve". Él respondió: "sí, sí estuviste". Así que eso es todo lo que sé. Seguramente ustedes saben más que yo.

El actor aprovechó para decir que no le han ofrecido aparecer en otra cinta de la franquicia:

Me encantaría estar en otra. Estaría ahí de inmediato. Pero no se me han acercado.

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Ahora que saben que Nighy está interesado, es posible que Disney se acerque con una jugosa oferta para el actor. Ya que es evidente que la franquicia no morirá pronto, es necesario que la historia mejore, pues pronto no podrá ya depender de los seguidores de las primeras películas. Además, definitivamente es un poco frustrante ver el regreso de grandes villanos que fueron difíciles de derrotar, en un intento por no perder a su público. Aunque estos personajes son divertidos y fascinantes, deberían enfocarse en crear mejores villanos (unos que no se olviden tan pronto o que desperdicien talento como sucede con Javier Bardem), en vez de explotar hasta el cansancio a sus personajes más conocidos, y lo mismo va para el rol del capitán Jack Sparrow que termina por caer en momentos de ridiculez en vez de ese timing cómico tan útil que popularizó la primera cinta.

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