Tomatazos

Paul Greengrass es un realizador que ha hecho un hábito la narración de historias basadas en casos dramáticos de la vida real, prueba de ello es United 93 - 91% y Capitán Phillips - 93%. La tragedia del 9/11 y la toma de piratas africanos de un buque carguero estadounidense fueron relatos retratados por Greengrass con precisión y sensibilidad. Ahora el director realizará una cinta para Netflix basada en otra sórdida historia que estremeció al mundo.

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El 22 de julio de 2011 Anders Behring Breivik realizó una de las matanzas más crueles en la historia de Noruega. Fueron 77 personas las que Breivik asesinó, 8 con una bomba casera hecha con fertilizante y el resto con rifle en mano en una pequeña isla en la que se organizaba un retiro juvenil por parte de un partido político de aquella nación. Condenado a dos décadas de cárcel (lo máximo que permiten sus leyes) el terrorista se convirtió en todo un personaje gracias a su manifiesto y a realizar grandes despliegues de soberbia durante el juicio. Breivik incluso demandó por un supuesto trato inhumano debido a su confinamiento solitario.

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La cinta se filmará con un presupuesto de apenas $20 millones de dólares en Noruega y con actores locales. Hacer de esto un relato íntimo e introspectivo es, sin duda, la aproximación correcta, lejos de la pirotecnia y el efectismo de un Hollywood que generalmente trata este tipo de historias de forma impersonal y frívola. Greengrass tendrá que recurrir a su repertorio emocional más fino para que esta cinta no se vuelva un ejercicio de explotación. Veremos cuál será el resultado final, pero algo queda claro: Netflix sigue interesado en historias que salgan de los parámetros actuales de un Hollywood cerrado y hermético, relatos que tengan mucha ambición en todos los sentidos, como lo fue el caso reciente de Okja - 86%.

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