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A Bittersweet Life es un magnífico thriller de acción protagonizado por Byung-hun Lee que, sin duda, lo consolidó como una de las máximas estrellas del cine coreano. La historia de un matón de la mafia, quien tiene un gran momento de introspección luego de una serie de errores de comunicación, es rica en composición visual, música y narrativa llena de matices; una premisa de acción con toques existenciales, el tipo de película que ha hecho de la industria surcoreana un referente en la escena fílmica mundial. Por supuesto, Hollywood tenía que clavarle sus garras para hacer un remake que nadie pidió ni necesita, pese a que la original nunca tuvo distribución en nuestro continente y, si acaso, fue exhibida de manera esporádica en algunos festivales de cine.

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The Hollywood Reporter develó que el actor Michael B. Jordan (Creed: Corazón de Campeón - 94%, Pantera Negra - 90%) es considerado para protagonizar el remake en la meca del cine. Jennifer Yuh, directora de Kung Fu Panda 3 - 87%, es la candidata para dirigir el proyecto y no se han revelado más detalles sobre la trama y posible fecha de estreno.

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Hollywood lleva un rato haciendo grises y olvidables refritos de cintas coreanas. El hecho por Spike Lee de Oldboy: Cinco Días para Vengarse - 80% es uno de varios ejemplos de que los ejecutivos y creativos de este lado del mundo no entienden lo que hizo brillar a las originales. Dicho sea en otras palabras: los mejores remakes surgen de cintas que tenían potencial para más y no lo lograron. Hacer remakes de obras fílmicas que ya son impecables en su manufactura es una receta segura para el fracaso. Veremos qué surge de todo esto y mientras tanto, debe ser una prioridad buscar y ver A Bittersweet Life, una joya de la cinematográfica coreana contemporánea.

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