Tomatazos

Los blockbusters de Hollywood son producciones complicadas debido a que deben contemplar un sin número de elementos y factores durante sus distintas fases de producción, por ello en ocasiones una película puede resultar muy distinta de su concepción original. Un ejemplo de esto es Kong: La Isla Calavera - 76%, pues la cinta dirigida por Jordan Vogt-Roberts estuvo cerca de matar a uno de los “personajes principales” en sus primeros minutos.

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Durante una entrevista con la revista Empire, el director comentó que originalmente había concebido que la escena inicial en la que vemos como los pilotos se estrellan en la isla y se encuentran con Kong pudo haber sido totalmente diferente a lo que vimos en la pantalla grande:

El inicio alternativo que le presenté al estudio, mismo del que me dijeron ‘No, estás loco. No puedes hacer eso.’, vemos como escuadrones de la Segunda Guerra Mundial llega a la playa. Se están matando entre ellos y de repente sale un mono gigante (el cual luce muy similar al Kong de Peter Jackson). Ellos lo matan y luego te quedas pensando ‘Espera, ¿en verdad mataron a Kong? ¿Mataron al héroe de la película?’. Después de eso escuchan un rugido y ven como una criatura mucho más grande, ese es el verdadero Kong. Esa fue la versión más loca de mí queriendo decirle a la audiencia que esta no era como las demás películas de Kong, pero el estudio me dijo que no lo hiciera.

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Este inicio puede sonar interesante, incluso la idea de engañar a la audiencia con el asesinato del “protagonista” suena divertido, pero hacer eso le hubiese costado un poco de drama emocional al filme ya que a más de la mitad nos enteramos que Kong es el último de su especie debido que sus padres fueron asesinados por las criaturas que viven debajo de la isla.

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