Tomatazos

Si existe un interés común entre los realizadores de América Latina ese es, sin duda, el tema de la violencia y Los Reyes del Mundo - 100%, de la directora colombiana Laura Mora Ortega, es una mirada realista a las desigualdades de un país azotado por ese mal, también es un trabajo onírico y arrebatadoramente bello de iniciación. Estrenado mundialmente en el Festival de Cine de San Sebastián donde fue merecedora de la Concha de Oro, el máximo galardón del encuentro (convirtiendo a Laura Mora Ortega en la primera directora colombiana en conquistar este premio en representación de su país y la segunda directora latinoamericana en la historia), la película es el segundo largometraje de la realizadora tras Matar a Jesús - 91%, una cinta de tintes autobiográficos que en 2017 recibió en el mismo Festival el Premio de la Juventud.

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Protagonizada por cinco jóvenes actores naturales, Los reyes del mundo ha sido aclamada por la crítica desde su primer pase de prensa, ningún periodista quedó indiferente ante esta road-movie que oscila entre el delirio desenfrenado y la amarga realidad, gracias a estos aspectos ha sido descrita como un “oscuro cuento de hadas”, con personajes marginados que sueñan con la “tierra prometida”.

Escrita por Laura Mora y Maria Camila Arias, Los reyes del mundo cuenta la historia de Rá (Carlos Andrés Castañeda), Culebro (Cristian Camilo Mora), Sere (Davinson Flores), Winny (Brahian Steven Acevedo) y Nano (Cristian Campaña), cinco chicos de la calle de Medellín. Cinco reyes sin reino. En sus manos tienen unas viejas escrituras de una tierra heredada por Rá. Tras recibir una carta de la oficina de restitución de tierras del gobierno, notificando la devolución de los terrenos que le fueron arrebatados a su abuela, Rá decidirá emprender el viaje con sus amigos con la promesa de por fin cumplir un sueño: tener un lugar en el mundo donde ser libres, donde estar a salvo, donde construir su propio reino. La contradicción humana estará presente durante todo el trayecto: la bondad y la maldad, la solidaridad y la avaricia, el amor y el odio. La injusticia y la burocracia del Estado y la historia de un país violento y excluyente se manifestarán en esta travesía por el paisaje antioqueño. Una historia sobre la desobediencia, la amistad y la dignidad que existe en la resistencia. Un cuento subversivo a través de un clan salvaje y entrañable, que transita entre realidad y delirio. Un viaje hacia la nada, donde pasa todo.

Gracias a la habilidad de la directora para componer una metáfora sobre la situación actual de Colombia a través del viaje de cinco adolescentes desplazados es que Los Reyes del Mundo - 100% ha sido elogiada por la crítica, mencionan que Mora Ortega consigue realizar un retrato fiel de una juventud hastiada, excluida y desamparada. Tan positiva ha sido la recepción que muchos periodistas se han apurado a calificarla como una de las mejores películas colombianas de todos los tiempos, una obra emotiva que, a pesar de mostrar una realidad atroz, está llena de momentos poéticos sobre la hermandad y la amistad.

Los especialistas han destacado el ritmo, la dirección de actores, el montaje, el guion, la fotografía de David Gallego y la música de Leonardo Heiblum y Alexis Días, pero, principalmente, la interpretación de los cinco actores protagónicos, quienes aportan la naturalidad y la espontaneidad que el relato requería.

Pero lo que finalmente conquistó a la crítica es que, a pesar de ser una película de corte social, ésta consigue desprenderse de las limitaciones y características del género, llevando los comentarios puntuales al terreno de un surrealismo desafiante y gratificante, entregando una experiencia poderosa, divertida, ensoñadora y profética. A continuación, compartimos algunas opiniones que ha otorgado la crítica a Los Reyes del Mundo - 100%.

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Randy Meeks de Espinof:

Los reyes del mundo pretende abrir una necesaria conversación en su país de origen con una reflexión entre el simbolismo de la obra (...) y el toque de realidad duro del que nos hacen partícipes sus protagonistas, que buscando su Arcadia se encuentran con su propio destino y pueden solo alcanzar con la imaginación esa Colombia que aún no existe.

Rodrigo Torrtijos de Rolling Stone:

Desde el margen de la carretera, Laura Mora presenta una de las mejores películas colombianas de todos los tiempos. Acierta en el ritmo, el tono, el montaje, la dirección de actores y en el guion. Es una película poderosa, divertida, ensoñadora y profética, que indudablemente se convertirá en un clásico...

Álvaro Campoy de Cintilatio:

Mora Ortega busca —y encuentra— la representación más fiel y digna de una juventud hastiada del dolor que supone no pertenecer a ningún sitio, ni estar amparada por ningún adulto.

Alicia Rambla de El Antepenúltimo Mohicano:

Laura Mora consigue hacer un ejercicio de transversalidad a través de sus personajes para contar la situación de Colombia usando como vehículo narrativo tanto el viaje endótico como el exótico, recorriendo el territorio para crear situaciones en las que cada una representan problemáticas que tienen que vivir sus habitantes.

Cristóbal Soage de Cineuropa:

Al final, nos sentimos como si hubiéramos sido testigos de una obra importante, un retrato de un tiempo y un lugar tan exhaustivo y preciso como poético y conmovedor.

Carlos F. Heredero de Caimán:

Hacía mucho tiempo que este cronista no encontraba una película colombiana de esta naturaleza con tanta capacidad para trascender la premisa de partida y alcanzar deslumbrantes momentos de una belleza no esteticista, transida de dolor y de amargura. Una obra más que notable.

Ricardo Gallegos de La Estatuilla:

Mora ha creado un trabajo sobresaliente, lleno de momentos poéticos de hermandad y amistad que, a pesar de su simplicidad, tienen un fuerte poder lírico. Es surrealismo desafiante y gratificante en igual medida.

Pablo Barrios de Mundo Crítica:

La interpretación de los cinco chavales (actores no profesionales) es espléndida, así como la fotografía de David Gallego y la música compuesta por Leonardo Heiblum y Alexis Díaz.

Fernando Bernal de Otros Cines:

Mora apuesta por una escritura metafórica y envuelve a sus personajes en un halo de ensoñación. En sus caminatas silentes (y en sus descansos), los jóvenes se adentran en un territorio inhóspito, mientras la cámara acentúa, con buen pulso emocional, la belleza lírica de las situaciones.

Nando Salva de El Periódico:

Lo que permite trascender el arquetipo es la extraordinaria habilidad de Mora a la hora de orquestar y componer imágenes que, de distinta manera –por su violencia, por su músculo, por su poesía, por su tristeza- resultan sobrecogedoras.

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