Tomatazos

A lo largo de la historia del cine, nos han enseñado que los guerreros más fuertes siempre son hombres, y esto no se trata estrictamente de un asunto machista por parte de los guionistas o directores, sino que históricamente se les ha puesto mucha mayor atención a ellos mientras las historias reales de mujeres dispuestas a pelear cuerpo a cuerpo o con uso de armas han quedado poco a poco en el olvido.

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Tal vez una de las narraciones más populares desde las leyendas que se comparten por generaciones hasta las que tienen oportunidad de llegar a la pantalla grande, es la de Mulán - 86%, sin embargo, se plantea el relato de una mujer que tuvo que vestirse de hombre para poder luchar en nombre de su país y de su familia. Pero existen cientos de historias de grupos de mujeres dispuestas a arriesgar sus vidas por su gente representando fuerza física y mental.

Desde la mitología griega se habla de las amazonas que fungen como principal inspiración de varias historias fantásticas entre las de que destaca Mujer Maravilla - 92% dentro de la cultura pop. Pero prestando principal atención a los acontecimientos reales de los que sólo hemos sido testigos a través de libros de historia contamos enfrentamientos difíciles de imaginar. Tan sólo México cuenta con sus adelitas, aquellos grupos de mujeres que se levantaron en armas durante la revolución.

África, por su parte, tiene a unas guerreras increíbles de las que poco se ha investigado a lo largo de los años en donde, la mayoría de los escritos sobre ellas son relatados por conquistadores que sólo tuvieron un vistazo con la perspectiva de extranjeros y no habían ofrecido la oportunidad de conocer más a fondo acerca de ellas. Ese es uno de los objetivos principales de La mujer rey - 91%, una película dirigida por Gina Prince-Bythewood, la misma responsable de La vieja guardia - 73% con Charlize Theron.

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Más que un documento histórico, la película se desarrolla en la década de 1820, en África Occidental, siguiendo a la unidad militar femenina que protege el reino de Dahomey y que además de tener que lidiar con los ingleses, con quienes hacen constantes negocios, también se deben mantener firmes ante la presencia de las tropas del Imperio enemigo de los Oyo. Muchas de aquellas luchadoras llegaron a las filas de esta armada porque sus padres no les conseguían un esposo a cuál venderlas, sin embargo, al menos dentro de la película, estas jovencitas eran libres de retirarse si no estaban dispuestas a entregar sus vidas durante batalla.

En general, es de reconocer la manera en la que todo funciona en conjunto: la composición musical, a cargo de Terence Blanchard y Lebo M., que resulta un acertado homenaje a las tribus africanas y a su folklor, el guión que se toma el tiempo de incluir un drama familiar y, por supuesto, el elenco conformado por Viola Davis (La Madre del Blues - 100%), Lashana Lynch (Sin tiempo para morir - 83%), Thuso Mbedu (The Underground Railroad - 100%), John Boyega (Star Wars: El Despertar de la Fuerza - 92%), Sheila Atim (Doctor Strange en el Multiverso de la Locura - 88%) y Jordan Bolger (Peaky Blinders - 90%).

Cada uno de los actores consigue aportar una peculiar personalidad a la cinta explorando varios matices. Pero son Viola y Thuso quienes demuestran una química envidiable ambas representando la fuerza, la valentía y hasta la terquedad de una mujer dispuesta a todo para demostrar de lo que está hecha. Thuso, en particular, es digna de admiración por el salto constante de las emociones de Nawi que comparte con la audiencia, mientras la icónica Viola demuestra, una vez más, que está hecha de versatilidad interpretando a una líder que, si bien es fiel a las reglas, expresa la dualidad de un personaje que puede ser fuerte y frágil al mismo tiempo.

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La cinta sobre las protectoras del reino Dahomey consigue distribuir su tiempo de manera adecuada sin perderse en el camino, además de que se toma la libertad de explicar cada detalle de sus instrumentos, lo que evidencia una investigación a fondo. Por ejemplo, la utilidad de las uñas largas a la hora de la pelea, el uso de aceites en el cuerpo que, en vista de que no usan una armadura, les ayuda a que el enemigo resbale si intenta atraparlas, la manera en la que afilan sus armas, e incluso cómo una cuerda puede ser tan mortal como un cuchillo.

Sin duda, Dana Stevens (The Deep Blue Good-By), hizo un gran trabajo de investigación para el guión de la mano de su asesor Leonard Wantchekon, quien ha dedicado parte de su carrera a la investigación acerca de la forma de vida de las Agojie; y aunque sí hizo evidente lo que ya se sabía del reino Dahomey como la venta de esclavos, también se ofrece la oportunidad de explicar por qué se recurría a ello y cómo fue que se buscaron otras alternativas de comercio a través del personaje de Nanisca.

La mujer rey, llamada así porque en aquel entonces y en ese lugar en particular no existía un término para lo que hoy conocemos como “reina”, cuenta también con ciertos puntos que podrían restarle calidad – dependiendo de la perspectiva en la que se vea –. Y es que cae en el error común de Hollywood de romantizar las cosas; se le disminuye importancia al rango de los personajes cuando incluyen algunas bromas y quizá el drama familiar que se ve envuelto en la historia opaca la esencia de la guerra. Hasta cierto punto la cercanía entre personajes y el cruce de sus historias es un elemento tensor dentro del guión, pero en este caso podría disminuirle el protagonista a lo que implica una guerra.

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Por ejemplo, en producciones como Vikingos - 90%, hay puntos tensores como dramas familiares o romances y traiciones, pero cuando se trata de enfrentamientos con el enemigo – en donde, cabe mencionar, las mujeres también juegan un papel importante en la guerra –, se retrata la contienda con el salvajismo que esto implica. Ese salvajismo se ausenta en esta cinta, tal vez, por temor de hacer una película demasiado sangrienta reduciendo todo a unos cuantos golpes y rasguños (y un brazo roto): algo que se le ha criticado a Duro de Matar - 92% por el hecho de que Bruce Willis, después de todo lo que enfrenta, termina sólo con una pequeña marca en la cara.

A pesar de ello, es de reconocer sus peleas coreografiadas y el trabajo físico del elenco en general. La Mujer Rey es una cinta histórica que se adapta a la realidad actual y que le da un lugar importante a la fuerza de una mujer y el hecho de que prefiera pelear arriesgando su vida antes de convertirse en una esposa. Además, podemos esperar un notable camino durante la temporada de premios al menos para Davis y Mbedu, sin menospreciar el carisma de Lashana Lynch y su interpretación de Izogie.