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Cómo La Casa del Dragón está arreglando uno de los principales errores de Game of Thrones

La casa del dragón está abriendo un nuevo camino en la representación de sus personajes femeninos, con una mayor complejidad desde el comienzo, frente a lo que hizo Game of Thrones.

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Cómo La Casa del Dragón está arreglando uno de los principales errores de Game of Thrones

La casa del dragón está abriendo un nuevo camino en la representación de sus personajes femeninos, con una mayor complejidad desde el comienzo, frente a lo que hizo Game of Thrones.

POR María Belén Izurieta Barreto -

Con la llegada de La casa del dragón - 91%, una de las grandes preguntas está poco a poco siendo respondida. Aunque no hay una gran señal de este cambio aún, la interrogante sobre si Game of Thrones seguirá siendo cruel con las mujeres era una de las que estaba al principio de nuestra lista, y si bien es cierto que el primer episodio tuvo la escena en donde la reina Amme fue básicamente sacrificada para que el rey Viserys (Paddy Considine) pueda tener un hijo varón, hay otras señales donde parece haber un cambio interesante con respecto a este problema que tuvo la primera adaptación que fue producida por HBO.

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Fuera de esa escena, todo un clásico dentro del tratamiento que tienen los personajes femeninos en la serie, La casa del dragón está haciendo algo bastante interesante al tomar otro enfoque. La adaptación de Fire & Blood, en sus primeros episodios, no está dejando de lado al resto de personajes ya que, por ejemplo, Daemon Targaryen (Matt Smith) tiene gran protagonismo como alguien que busca ser el heredero del trono y gobernar con sus propias reglas, además de que es un gran luchador y lo demostró en el tercer episodio de la primera temporada; el rey Viserys hace escuchar su voz y parece dispuesto a enfrentarse a quien siquiera intente traicionar sus creencias, y así como ellos hay otros personajes masculinos que contribuyen al desarrollo de la serie de una forma increíble.

Pero lo que están haciendo los escritores de la nueva serie es darle un giro a la forma en que se trataba a sus personajes femeninos. La mirada de La casa del dragón está en la Casa Targaryen y las mujeres capaces que conducen a la cima de esta dinastía en Westeros, así como a los hombres que finalmente la sumergen. Los eventos de la serie tienen lugar unos 200 años antes de que Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) se convirtiera en la Madre de los Dragones y reclamara el Trono de Hierro para sí misma. Pese a que Game of Thrones - 59% era una serie llena de mujeres poderosas, la nueva adaptación va más allá al darles a estos personajes más profundidad e importancia, y también con la intención de crear consciencia en el espectador.

La serie Game of Thrones tenía bastantes héroes y personajes despiadados, desde los hermanos Stark hasta un Ramsay Bolton o Joffrey Baratheon (Jack Gleeson). Los actores que participaron en el proyecto tuvieron muchos papeles interesantes, mientras las figuras femeninas de la serie, con muy pocas excepciones como la de Daenerys, quien incluso al final se desinfló por la forma en que su personaje fue escrito, tuvieron sus momentos pero usualmente recibían un mal trato por parte de quienes hicieron la serie. Aunque se puede argumentar que es debido a la época y que muchos ven eso como “normal”, es una historia que podría haber mejorado en ese sentido. Afortunadamente, La casa del dragón está tratando de corregir eso e incluso sus showrunners han admitido que la historia será mejor con ellas esta vez.

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En el tercer episodio de La casa del dragón, Otto Hightower (Rhys Ifans) habla con el rey Viserys sobre su heredero, en ese momento celebrando su segundo cumpleaños, con la intención de que cambie el título de heredero del trono de Rhaenyra (Milly Alcock) a su hijo menor. El rey claramente no está de acuerdo, pero la Mano del Rey insiste que ella no tendría futuro como reina por el simple hecho de ser mujer. Este diálogo tuvo la suficiente fuerza para calar hondo en el espectador, manteniendo ese equilibrio entre la forma en que la historia ha tratado a las mujeres frente a la actualidad, donde aún hay mucho por hacer, pero sigue siendo un mejor escenario que el pasado.

En La casa del dragón, las dos protagonistas, Rhaenyra y Alicent (Emily Carey), pueden ser héroes y villanos por derecho propio sin que haya la necesidad de ponerlas como buenas o malas. En comparación con las mujeres de Game of Thrones, ellas tienen muchos más matices, y sus relaciones con otras mujeres tienen una mayor profundidad emocional. Eso puede hacer que algunos momentos de la serie se desvíen hacia el territorio del drama, pero son muy válidos para que entreguen una caracterización sólida. Con esto no se quiere decir que las protagonistas de Game of Thrones hicieron todo mal; por el contrario, tenemos grandes personajes como Arya Stark (Maisie Williams ), una mujer de armas tomar, o una Margaery Tyrell (Natalie Dormer) o Sansa Stark (Sophie Turner), un poco más calmada en cuanto a las armas, pero bastante estratégicas para lograr sus objetivos.

La diferencia es que los personajes femeninos de La casa del dragón están escritos de tal forma que los hace más creíbles incluso en unos pocos episodios, puesto que el guión les da la capacidad de ser increíbles e invencibles, pero al mismo tiempo de ser vulnerables. En el caso de Rhaenyra y Alicent, ambas pueden ser duras cuando la situación lo amerita, pero no por eso dejan de ser femeninas, o de hacer lo que les gusta sin que les importe lo que dirá el resto. Esa dualidad entre ellas ha sido evidente desde el primer episodio, y por cómo va la historia creemos que se mantendrá por mucho tiempo. A estas alturas, el espectador entiende que Rhaenyra es más que una persona con derecho al trono desde su nacimiento, y que Alicent es más que la esposa del rey.

A otros personajes como Cersei (Lena Headey), o los mencionados anteriormente, no se les permitió ser algo más. En Game of Thrones, ellas pasaron más “peleando” por tener tiempo en pantalla que siendo personajes con muchos matices. Solo Sansa Stark, interpretada por Sophie Turner, tuvo ese tipo de desarrollo que están teniendo los personajes de La casa del dragón. Ella pasó por un gran cambio que la llevó de ser una niña ingenua a convertirse en una mujer astuta y capaz de liderar a Winterfell en el momento más oscuro. El resto pasó por un destino bastante plano ya que no se les concedió tal profundidad en sus acciones ni un desarrollo más elaborado. Daenerys pasó a tener delirios de grandeza, Arya se obsesionó tanto que parecía una especie de vigilante sacado de algún cómic y Cersei simplemente se volvió más malvada. Ninguna de ellas tuvo tanta complejidad, y aunque aún es muy pronto para hablar porque no sabemos en qué terminarán Rhaenyra y Alicent, además de los otros personajes femeninos de la serie, podemos decir que hasta ahora parece ir por el camino correcto, uno que no solo las vuelve más complejas sino más creíbles.

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