Tomatazos

Si bien resulta bastante común que con el tiempo ciertos géneros caigan en clichés que incluso hacen parecer que el resto de las películas muestran la misma historia, pero con diferentes personajes, hay narradores que se toman la libertad de experimentar cambiando sólo algunos detalles que hacen una gran diferencia. Muchos podrían pensar que la mayoría de las historias ya se han contado, por eso es importante mirar la manera en que cambia el cómo lo hacen.

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Bestia - 70% es una película de suspenso dirigida por Baltasar Kormákur, quien ya tiene experiencia en el género combinado con la rama de la supervivencia en cintas como The Deep - 96% o A la Deriva - 78%, ambas contextualizadas en medio del océano; además, cuenta con la mente de los escritores Ryan Engle (Non-Stop: Sin Escalas - 60%) y Jaime Primak Sullivan. La cinta presenta al Doctor Nate Samuels quien trata de reconstruir una buena relación con sus hijas tras la muerte de su exesposa.

La familia decide ir de vacaciones a la comunidad africana en donde la madre de las niñas había nacido para encontrarse con un viejo amigo de la familia, Martin Batrles de Sharlto Copley (Sector 9 - 90%). Y una visita a África no sería nada sin un safari, sin embargo, sus vidas están en peligro debido a la presencia de un león que está fuera de control y Nate deberá hacer todo lo posible para proteger a sus hijas.

Como cinta de suspenso, Bestia - 70% consigue tener logros notables, mantiene coherencia en su tono a lo largo de la película dándole algunos matices de drama familiar cuando las discusiones entre padre e hija se hacen presentes, y una vez más se va sobre el camino de la supervivencia. Este género en particular, es quizá al que menos se le ha puesto atención en los últimos años con tantas cintas de acción u horror en la cartelera, mientras los títulos que habían llegado se mantenían dentro de los lugares comunes como familiares desaparecidos, y en ocasiones la típica trama de uno o varios hombres extraños persiguiendo a las víctimas.

En este caso, el antagonista es un león solitario que, aparentemente, busca venganza por el asesinato de su manada cometido por los cazadores. Cuando de antagonistas animales hablamos, tenemos criaturas como tiburones, cocodrilos, pirañas, y yendo más hacia la ficción los dinosaurios. La magia en este tipo de personajes es que le resta la posibilidad de conversación con la víctima y la una manera de comunicarse es el lenguaje corporal.

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Pero, casualmente, este tipo de historias suelen irse más a escenarios relacionados con lagos, inundaciones o el mar debido a que la imposibilidad de ver a los animales genera tención. En este caso, el director toma bastante en cuenta la manera en la que los leones cazan a sus presas, sus momentos de quietud, pero, sobre todo, se aprovecha de la fuerza inimaginable de la bestia. Desde el primer encuentro del protagonista con el león, se genera tal tención que mantiene al espectador al borde del asiento sin saber qué peligros se avecinan.

A simple vista, la trama de un león que busca venganza podría sonar un tanto ridículo, sin embargo, la manera en la que se pone sobre la mesa la situación y el cómo se va desarrollando el encuentro entre personajes, lo vuelven muy factible. Algo que hay que reconocer, es el trabajo que ofrece Idris Elba interpretando a Nate Samuels; uno pensaría que va a seguir con el papel del hombre de acción con una seriedad que se ha vuelto característica en el actor desde su interpretación de Heimdall en Thor - 77%.

Ahora tenemos la oportunidad de ver a un hombre con miedo, y no cae en el error de que, de la nada ya sabe usar un arma. La química con las niñas bajo la interpretación de Iyana Halley y Leah Jeffries es significativa, así como cada una de ellas enaltece su propia personalidad. A pesar de sus logros, la película sí tiene ciertos huecos argumentales. Por ejemplo, nunca hay una explicación de por qué el animal tiene una fuerza antinatural y sobrevive a ciertas cosas a las que no debería salir ileso; mientras el protagonista, después de un aterrador ataque, termina con sólo un par de rasguños en el rostro. Estos dos puntos restan verosimilitud.

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Lo que en verdad hay que reconocer de la visión de Baltasar Kormákur, es el juego con la cercanía entre el león y sus presas, que, a pesar de que están en medio de la nada, el espacio se reduce al interior de una camioneta sin una ventana. Es esta cercanía la que le otorga todo el suspenso que la historia necesita. Por otro lado, también hay que agradecer el tema que tiene como base, es decir, la cacería ilegal de animales salvajes. Bestia - 70% pretende poner la contraparte de ello, como un ¿qué pasaría si la naturaleza, en este caso los animales, pudiera vengarse?

Al animal se le otorga esa conciencia de quitarle al hombre lo que a él le han quitado asesinando incluso a aldeas enteras. Aparenta tener una estrategia para terminar con todo, y su mirada hacia los hombres, sus presas, insinúan que el ataque es algo personal. Finalmente, Kormäkur se da el lujo de quitarle las armas de fuego al Doctor Nate para plantarlo en una batalla cuerpo a cuerpo, con una escena que recuerda al enfrentamiento de Leonardo DiCaprio con el oso en Revenant: El Renacido - 82%.

Quizá lo más cercano a esta historia, con la presencia de masacres creadas por leones, es The Ghost and the Darkness, una cinta de 1996 dirigida por Stephen Hopkins protagonizada por Val Kilmer y Michael Douglas, pero lo que le diferencia a Bestia es que su núcleo es la familia y esa necesidad de mantenerla a salvo, tanto en los seres humanos como en el reino animal. Finalmente, es posible decir que, en general, la película cumple con el objetivo de generar suspenso en el espectador mismo que se va a reflejar con una sensación particular en el estómago demostrando que para generar miedo no sólo se necesitan criaturas fantásticas, juegos de luz o sonido. La relación o cercanía entre personajes puede dar aún más.