Tomatazos

Lograr que Benedetta - 85% llegue a cines fue una travesía que duró unos cuantos años, pero se logró. El reciente evento cinematográfico del director Paul Verhoeven es una nueva oportunidad de llevar una historia “salvaje” a la pantalla y sumar un título más a la excéntrica filmografía del cineasta responsable. Es una pieza verdaderamente única en su clase, ya que gran parte de todo su caótico relato se extrae directamente de hechos históricos. El filme es sin duda un drama histórico que se eleva a un nuevo nivel donde la religión, el sexo y el fracaso de las instituciones están en una sola envoltura que desde el propio nombre de su director ya daba indicios de su potencial para la controversia.

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La violencia, el erotismo y la muerte de una manera, que solo Verhoeven puede hacer, son parte de Benedetta - 85%, una película que se eleva a partir de hechos reales para crear un retrato de la época y la historia real del tema icónico que dio título a la película. Este relato está ambientado en el siglo XVII, donde el personaje principal es una monja italiana que tiene por nombre Benedetta, la cual habita en la abadía de un convento en Toscana. Hasta ahí suena como una historia cualquiera, pero la protagonista de la cinta no la tuvo fácil ya que fue considerada mística y venerada por su entorno religioso, y finalmente arrestada y juzgada por safismo.

La película está protagonizada por Virginie Efira como Benedetta Carlini, una monja italiana que comienza a experimentar visiones cada vez más vívidas e inquietantes. Es una pregunta abierta sobre si simplemente está teniendo un descanso mental o si las visiones son reales y no producto de su imaginación. El significado potencial de las visiones ve a Benedetta crecer en estatura, trayendo más escrutinio a sus relaciones personales que luego amenazan con consumirla. Aunque parezca mentira, la historia surge de otro material puesto que se trata de una adaptación del libro de no ficción llamado Immodest Acts: The life of a Lesbian Nun in Renaissance Italy de la autora e historiadora Judith C. Brown , el cual fue publicado en 1986.

En las páginas del libro se detalla información que toma como base documentos que detallan la vida de Benedetta, quien fue una abadesa (o superiora) de un convento de monjas. Según The New York Times, la autora del libro encontró los documentos en Florencia, la capital de la región de Toscana en Italia. Dichos documentos son investigaciones judiciales oficiales y transcripciones de otras investigaciones, todas sobre la vida de Benedetta. En estos procesos se la terminó acusando de haber realizado milagros fraudulentos, incluyendo que se dijo que sus estigmas se los hizo ella misma, y también se la acusó de tener una historia de amor erótica con otra hermana.

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La información compartida por Brown, además, tiene mucho más significado porque lo que contiene se ha convertido en una de las primeras documentaciones del lesbianismo en la historia occidental moderna, y esto es lo que la película retrata con mayor atención. Claramente Verhoeven, como no podía ser de otra manera, se toma varias libertades al incluir otros detalles en la película, pero está bastante alineada con el material que adapta.

El filme contiene sucesos reales como la plaga italiana, que fue una serie de brotes de la peste bubónica que tuvieron lugar entre 1629 y 1631 en el norte y centro de Italia. Es a menudo conocida como La gran peste de Milán y mató a casi 300 mil personas. Según historiadores, esta plaga fue la causante de la caída de Venecia, que hasta esa época era conocida como una gran potencia política y comercial en Europa. La película muestra este aspecto clave de la historia, con Benedetta advirtiendo que una plaga se estaba acercando para castigar a los habitantes por sus pecados. Sin embargo, estos hechos son acomodados en la película de una forma diferente para favorecer a la narración. Resulta que la predicción de la monja, hecha en 1619, se cumplió, pero no llegó tan rápido sino que tuvieron que pasar diez años para que sucediera.

Algo que claramente colocó el director en este filme, puesto que no hay registros de eso y se entiende que lo hizo para enviar un mensaje, es que se usa una estatua de madera de la Virgen María como juguete sexual. Es poco probable que algo así vaya a aparecer en un reporte, haya o no sucedido, pero es la forma blasfema con la que se muestra la liberación sexual de Benedetta y eso sigue el estilo de Paul Verhoeven, de quien no esperamos menos. La historia en pantalla es bastante descriptiva: al poco tiempo de llegar al convento, la monja por poco es aplastada por una estatua de la Virgen cuando se encontraba rezando. Ella lo consideró un milagro y creyó que la estatua quería besarla, lo cual ella tomó como una señal de Dios. Además, sus visiones incluyeron a Jesús diciéndole que la iba a tomar como esposa. Estas también eran gráficas y cada vez se tornaban más sexuales.

Una de las declaraciones más curiosas provino de una monja llamada Bartolomea (en el filme es interpretada por Daphne Patakia), quien detalló su relación sexual con Benedetta (vía Daily Mail). Esto es lo que cuentan los historiadores:

Esta hermana Benedetta, entonces, durante dos años continuos, al menos tres veces por semana, por la noche, después de desvestirse y acostarse, esperaba a que su compañera se desvistiera y, fingiendo necesitarla, la llamaba. Cuando venía Bartolomea, Benedetta la agarraba del brazo y la tiraba a la fuerza sobre la cama. Abrazándola, la ponía debajo de ella y besándola como si fuera un hombre, le decía palabras de amor. Y se revolvía tanto encima de ella que ambas se corrompían. Y así por la fuerza la retuvo a veces una, a veces dos, y a veces tres horas.

En cuanto a los milagros, muchos dudaron de ella y creían que todo era falso, especialmente cuando le aparecieron los estigmas en las manos. Apenas tenía treinta años de edad cuando fue convertida en superiora del convento. Las demás monjas estaban alarmadas con cada cosa que decía después y al hablar con sus superiores terminaron dejándola encerrada en una habitación. Sobre las investigaciones, solo podemos seguir la verdad que se muestra en ellas. Benedetta fue investigada varias veces y por cosas diferentes, pero una acusación recurrente fue la de que tuvo una relación con otra mujer en el convento. Esto la llevó a pasar por tal escrutinio que quienes han investigado su historia creen que estuvo en prisión por treinta y cinco años antes de morir de “fiebre y cólicos”.

La conclusión de Verhoeven no es la misma, ya que en el acto final de la película el director decide hacer algo mucho más intenso que lo que sería ver a Benedetta encerrada por años. Es todo mucho más dramático, con la protagonista a punto de morir siendo consumida por el fuego. Se termina salvando gracias a que fue rescatada por el pueblo de lo que habría sido su muerte, como un intento del realizador de poner a la protagonista en una situación extrema. Al menos los elementos básicos fueron reales, ya que Benedetta fue una mujer que existió, afirmó tener visiones y se creyó que tenía una relación con una mujer. Pero la película toma muchos detalles reales para moldear una historia que exagera un poco más la situación vivida por esta figura de la historia.

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