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Entrevista | FICM: Compendio de Cineastas Contemporáneas: Lucía Gajá | Todas tenemos derecho de hacer lo que soñamos hacer

La cineasta mexicana afirmó en esta entrevista que, la inclusión de las mujeres en el cine debe ser cierta, no solo dicha o nombrada, mucho menos forzada.

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Entrevista | FICM: Compendio de Cineastas Contemporáneas: Lucía Gajá | Todas tenemos derecho de hacer lo que soñamos hacer

La cineasta mexicana afirmó en esta entrevista que, la inclusión de las mujeres en el cine debe ser cierta, no solo dicha o nombrada, mucho menos forzada.

POR Staff -

Continúan hasta el 30 de enero las actividades del Compendio de Cineastas Contemporáneas a cargo del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), un proyecto que realiza este festival con el fin de lograr una industria cinematográfica más equitativa e inclusiva a partir de una serie de autorretratos a cargo de directoras de cine mexicanas y la exhibición de algunos de sus otros proyectos cinematográficos. Este primer Compendio de Cineastas Contemporáneas que es apoyado por la Beca de Arte BBVA, puede ser sintonizado a través del sitio oficial del FICM, Filminlatino y Cinépolis Klick.

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En esta ocasión, el equipo de Tomatazos tuvo la oportunidad de entrevistar a la cineasta y documentalista, Lucía Gajá, quién forma parte de la esta primera edición. Lucía es directora de títulos como Mi vida dentro, Batallas Íntimas, Corto libre, Los topos, Heroés Cotidianos y Nos Faltán. Es ganadora del Premio Ariel por su cortometraje documental, Soy. Sus trabajos se han presentado en festivales nacionales e Internacionales como el FICM (México), el Festival Internacional de Cine Independiente (Buenos Aires, Argentina), Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos (París, Francia) y Festival Internacional de Documentales de Madrid (España), donde ha recibido reconocimientos. Su cine se caracteriza por retratar temas sociales e historias que apelan por los derechos humanos de las mujeres.

Le pedimos a la directora que nos contara acerca de su proceso creativo y cómo podría definirlo. Como parte de su respuesta, nos compartió que es algo que se ha ido transformando desde que estaba en la escuela de cine hasta hoy y parte de ese proceso también ha sido perder el miedo a hacer cine. También agregó que la forma de hacer películas ha ido cambiando y ahora es un arte más accesible para las personas.

Definiría mi proceso creativo en evolución, creo que ha ido cambiando desde que entré a la escuela de cine a estudiar y lo que fue confrontarme con esa primera idea de querer hacer cine y cómo hacerlo y el terror, por supuesto, al principio todo era terrorífico porque es muy imponente. Eso es algo que afortunadamente ha ido cambiando, espero, en como el cine se ha vuelto mucho más accesible y más una realidad de poderse hacer, que no solo pocos o pocas puedan hacer cine, sino que se puede hacer.

Gajá puntualizó que el cine es algo que debe aprenderse a hacer, sin importar cómo es que se aprenda este oficio, pero que sí es sumamente importante aprender a contar las historias y entender el significado de las películas.

Se tiene que saber hacer sí creo, es importante, cualquiera que sea la forma se aprendizaje, pero creo que sí es una práctica y es un saber, pero creo que lo que ha sido muy importante es entender lo que es el miedo a contar las historias y lo que las películas significan y cómo eso se procesa y cómo eso se trabaja y cómo eso se disfruta.

La cineasta aseguró que uno de sus mayores retos al momento de hacer cine es conseguir la emoción de la audiencia y explorar las maneras para conectar con su público, pues añadió que no solo se trata de que la película tenga una excelente propuesta visual, sino que es necesario llegar a las emociones de quienes ven su cine.

El reto mayor para mi es emocionar, cómo conectar con la emoción de quien está viendo las películas, más allá de que digan qué increíble foto, creo que es importantísimo, la foto forma parte de eso, pero es conectar emocionalmente. En el sentido creativo creo que ha sido explorar y reafirmar algunas cosas, descartar otras, ir explorando.

La directora de Batallas Íntimas, destacó que como para de su proceso creativo también ha sido necesario replantease y buscar nuevas formas de narrar sus historias, exigirse nuevas alternativas estéticas y atreverse a hacer las cosas de diferentes maneras.

Lo que ha sido muy importante para mí es pensar que esto también es algo muy lúdico y pensar que podemos evolucionar en el sentido estético, creativo, que si ya contamos algo de una manera, la siguiente película la podemos narrar de otra. Exigirnos un poco más en esa cuestión, el reto narrativo y estético y atrevernos. Eso es un poco lo que a mí me ha gustado, pensar en distintas formas de narrar y cómo ayudar a la sensibilidad y a que la emoción conecte más con quien ve las películas.

Le preguntamos a la directora cómo logra capturar la emoción de sus historias y personajes y, nos relató que parte de ese proceso tiene que ver con su equipo de trabajo y las personas con las que se conecta para contar una historia.

Eso lo sabes hasta que la gente empieza a ver tus cosas. Al principio es una apuesta que haces en conjunto, yo lo hago con quien me fotografía, la parte creativa. Porque creo que la imagen tiene que ver mucho con la emoción y cómo plasmamos las historias. Otro proceso muy importante para mí es cómo conecto con las personas que trabajo, con las protagonistas y los protagonistas y cómo conversamos, cómo me acerco a narrar sus espacios y sus historias y luego cómo eso conecta con el otro mundo que está cobijando las historias. Hay una complicidad con quienes estás haciendo las cosas.

La realizadora subrayó que existen decisiones durante el largo proceso de hacer una película, que contribuyen a generar las emociones que quedan plasmadas en el cine. Incluso, confirmó que las emociones del equipo de trabajo también se reflejan en el resultado de una pieza cinematográfica.

Entender el reto de, como le digo a mis alumnos y mis alumnas, uno puede tener una historia pero eso no quiere decir que vas a hacer una muy buena película. La película se va gestando y va creciendo y acaba de ser con todas esas ideas que uno va teniendo y con el equipo creativo que por supuesto tiene que entrarle con muchas ganas al proyecto para que sus emociones también estén en la película. Es desde dónde poner la cámara, hasta en qué momento pones la música o qué música pones o de qué color era el cielo.

La directora recalcó que la parte emocional de una película se trabaja desde la preproducción de un proyecto, pero es finalmente en la sala de edición donde se consigue crear una unidad con todas esas emociones e imágenes para darle forma a un discurso cinematográfico.

Hay muchas cosas que se van combinando y que de pronto ese es un trabajo que se hace muchísimo en la preproducción cuando te lo estás imaginado y luego después en la producción cuando ya lo estás filmando, buscar eso que quieres encontrar, pero creo que ya hablando así, ese tejido de emociones así tal concreto, pues se hace en la edición. Es un proceso importantísimo, donde todo eso que filmaste queda construido de una manera en la que como estás hilando tu discurso, como estás uniendo tus imágenes, va creando y generando esa emoción.

Gajá mencionó que el documental tiene un proceso de trabajo muy particular en el que se van descubriendo cosas nuevas todo el tiempo y que durante el proceso de filmación se van descubriendo emociones que no estaban predeterminadas por un guion.

Lo que es muy interesante con el cine documental es que se va haciendo en la marcha y por eso es importantísimo decir que es una colaboración. Generalmente en el cine documental se va encontrando la emoción, tú la vas encontrando conforme vas conociendo a las personas, conforme vas filmando estas historias y esa emoción puede variar, porque estás hablando de algo que está vivo, no está construido en una narración previa a lo que ves a filmar, no es un guion ya cerrado, escrito donde los personajes y las acciones ya están determinadas. Por supuesto que hay una dirección en cuanto a qué quiero filmar, cómo lo quiero filmar, en dónde lo quiero filmar, con quién voy a trabajar, que es muy importante resaltar, en fin, hay muchísimas cosas ahí adentro, pero esa emoción también va surgiendo mucho en el camino de lo que haces.

Al preguntarle a la cineasta cuáles considera que son los caminos para lograr una industria más equitativa, y para encaminarnos hacia su respuesta, resaltó las dificultades que atraviesan las mujeres dentro de la industria cinematográfica.

Algo que he leído mucho últimamente, y pues ya desde hace tiempo, en varios artículos entrevistas que han dado mujeres cineastas, no solo aquí en México también en otro lados, y no sólo en puestos como el mío en dirección, en cualquier puesto, es este doble trabajo que tenemos que hacer las mujeres para comprobar que podemos hacer bien las cosas o que sí las podemos hacer. De pronto podemos decir eso ya no pasa, no es cierto. Constantemente una mujer tiene que estar muchas veces trabajando el triple que puede hacer algo. Que además de entrada tener que demostrar que puedes hacer algo simplemente por el hecho de ser mujer, es fatal.

Gajá aseguró sentirse afortunada de ver que hay más mujeres que hacen cine y que ocupan puestos donde solo figuraban hombres.

Afortunadamente y sí lo digo porque me ha tocado trabajar en producciones que hay muchas más mujeres que antes y en todos los puestos. Que también de pronto puestos de staff, donde generalmente durante muchísimo tiempo fueron exclusivos de hombres y que hasta hace unos años empezaron a abrirse a las mujeres. Ahora ya podemos ver equipos, las amazonas eléctricas, completos de puras mujeres, eso es lo que quieren hacer, y quieren estar ahí.

En cuanto a los caminos que podría tomar la industria del cine para ser más equitativa, puntualizó que es importante que las mujeres sean libres de decidir los puestos en los que quieren estar y tengan las oportunidades de ejercer las actividades que decidan en una producción cinematografía, que no se niegue esa posibilidad en un puesto solo porque anteriormente solo se les había dado la oportunidad a los hombres de estar ahí.

Creo que es muy importante pensar que, que cada una puede hacer lo que quiera y trabajar en cualquier sector u oficio dentro del cine y que la verdad, mucho ha tenido que ser a fuerza por todo este tema de la inclusión, que tiene que haber más mujeres en los crews, pero que eso de alguna manera ha logrado que sí estemos mucho más presentes, creo que no tendría que ser a fuerza, sino que si estamos hablando de equidad y que si cualquier mujer quiere ejercer un puesto en donde han sido puestos eternamente ejercidos por hombres pueda hacerlo. No es que tengamos que tengamos que ser o hacer tal, sino que cada una pueda ser lo que quiera hacer y que no tenga que demostrar seis veces más que puede hacer un trabajo porque es mujer. Eso es un poco acerca de cómo ir integrándonos en los espacios laborales en el cine y también la parte generativa, narrativa y cómo hablamos nosotras mujeres acerca de otras mujeres, cómo hablamos de la vida, de otras historias.

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La directora de Mi vida dentro, declaró que aunque si bien se han dado pasos para lograr espacios laborales con más mujeres, aún queda un largo camino por recorrer, ya que hay temas que tienen que ver con el acoso y el abuso laboral que también deben ser atendidos para lograr un cine verdaderamente equitativo.

Se han hecho cosas inclusivas, pero bueno, nos falta mucho, falta que esta equidad de verdad se logre, que sea cierta. No que sea nada más dicha o nombrada, sino que sí suceda y para eso hay muchas cosas que tienen que pasar, no nada más la inclusión laboral, sino el respeto laboral, que el acoso y el abuso laboral cesen y desaparezcan. Hay muchas cosas que se tienen que hacer para que las mujeres nos sintamos realmente en un lugar equitativo, inclusivo, seguro y sano en el trabajo.

Como parte de esta entrevista, le solicitamos a la directora que nos compartiera consejos para todas las cineastas que están interesadas en dirigir. Gajá comenzó haciendo hincapié en que todas las mujeres tienen derecho a hacer lo que sueñan y hacer cine.

Yo diría que todas tenemos derecho de hacer lo que queremos hacer y soñamos hacer, lo que nos inspira, lo que nos llena, los que nos emociona y si eso es el cine, realmente no importa si hay alguien en tu familia que estudió o está haciendo cine, si no tienes una referencia familiar que haya hecho cine o alguien cercano a la industria.

La directora invitó a las cineastas a no preocuparse sin son las primeras de su familia que deciden hacer cine y aprovechar las herramientas tecnológicas que existen actualmente para poder contar historias, incluso si no se cuenta con la posibilidad de asistir a una escuela de cine.

Si eres realmente la primera de tu familia que se le ocurrió hacer cine, no importa donde vivas, no importa cuál es la tradición laboral de pronto en la familia, y también lo digo esto desde un lugar de muchísimo respeto, sabiendo que de pronto inclusive las escuelas del cine siguen estando centralizadas, si no están en la Ciudad de México, siguen estando centralizadas en las ciudades de los estados, que de pronto decir esto así puede sonar muy loco, pero creo que también ahorita estamos en un momento que, aunque esto vaya en contra de algunos lineamentos oficiales del cine, pero pues el cine se puede hacer con un celular, las historias se pueden contar mucho más fácil que antes y eso creo que favorece machismo a quienes no tienen la facilidad o la posibilidad de estudiar en una escuela de cine porque viven lejos o por lo que sea. Podemos hacer lo que sea.

La realizadora aseguró que aunque hacer cine es un camino difícil, la perseverancia y los pequeños pasos ayudan a conseguir los sueños y metas.

Este año en la ENAC, por primera vez, el examen de admisión se hizo completamente equitativo, 50% hombres, 50% mujeres para entrar y eso es un gran paso. El próximo paso debería ser que si hay más mujeres que pasan mejor el examen que entren más mujeres, por supuesto. Hay pasitos que vamos logrando, en cuestión no solo del cine, creo que las mujeres realmente podemos hacer lo que queramos, muchas veces se tiene que luchar en contra de la familia, en contra del debe ser y lo que la mujer tiene qué hacer y creo que quienes rompen esto y esta cadena son quienes quieren o lograr hacer otras cosas. No quiero que esto suene banal, muchas veces esto es muy complicado y muy difícil, pero yo digo que hay que ir por los sueños y pensar que podemos hacerlo. Sí es una industria, sí es difícil, pero siempre hay que intentar donde queremos estar y paso a paso se van logrando las cosas.

Finalmente, le pedimos a la directora que nos recomendara cine hecho por mujeres y no dudó en recomendarnos el trabajo de todas sus compañeras que forman parte de este compendio y al igual que el equipo de Tomatazos, Gajá también espera que pueda ser el primero de muchos, que puedan darle visibilidad al trabajo de todas las cineastas mexicanas.

Todas las directoras compañeras que están en este compendio son fantásticas y lo que es muy bonito es que somos todas muy distintas, justo de orígenes distintos, de escuelas distintas o de no escuelas, con inquietudes diferentes pero similares, con formas y puntos de vista distintas, con maneras de poner la cámara distintas. Además de ser mujeres, sabemos que somos distintas. Cada una tiene su individualidad y eso es entrañable. Ojalá que se puedan hacer más compendios porque somos muchas, faltan muchas y faltan otras visiones de directoras mexicanas fantásticas y ojalá podamos estar todas.

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