Tomatazos

Actualmente todavía falta mucho por hacer para lograr una verdadera equidad de género en la industria del cine mexicano, sin embargo, es bueno saber que en los últimos años las cineastas de nuestro país han logrado destacar a nivel nacional e internacional con sus películas poniendo en alto la cinematografía nacional. El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), con el apoyo de la Beca de Arte BBVA, presenta el primer Compendio de Cineastas Contemporáneas, el cual se llevará a cabo del 17 de diciembre al 30 de enero y ofrece una serie de autorretratos a cargo de doce directoras mexicanas, quienes nos comparten su proceso creativo como cineastas y sus puntos de vista acerca del séptimo arte. Estos autorretratos se acompañan de una muestra en línea a través del sitio oficial del FICM, FilminLatino y de Cinépolis Klic, con las películas a cargo de las realizadoras que conforman este primer compendio, el cual esperamos sea el primero de muchos que puedan contribuir a la inclusión de género y la exhibición del trabajo de las mujeres que se dedican al cine en México.

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El equipo de Tomatazos tuvo la oportunidad de entrevistar a la cineasta Luna Marán, quien forma parte de esta primera etapa del Compendio de Cineastas Contemporáneas. Marán es directora de títulos como Tío Yim, Me parezco tanto a ti y Nocturnos, así como productora del largometraje Los Años Azules - 78%.

Marán nos contó que está muy contenta de participar en este espacio que promueve el trabajo de directoras de cine mexicanas y le parece un momento perfecto para volver a disfrutar, revisar y cuestionar sus películas. Le preguntamos qué significa para ella formar parte de este proyecto y nos reveló lo siguiente.

Estoy muy contenta de participar en este espacio de promoción. Para mi significa la posibilidad de que mis películas sean vistas y, cuando digo mis películas, pienso en las colectividades también que están detrás de cada película, detrás de ese esfuerzo. Significa que películas que hice hace 12, 13 años se puedan volver a ver, revisar, cuestionar, disfrutar.

Le pedimos a la directora, que nos compartiera su visión con respecto al panorama actual de nuestro país, con respecto a las mujeres en el cine y la industria cinematográfica. Como parte de su respuesta especificó que el cine es un reflejo de nuestra sociedad y que habitamos en un país donde la voz de las mujeres no ha sido escuchada.

Creo que para mí es importante decir que vivimos en un país y en un mundo donde habita el cine y en ese mundo y en este país que hemos llamado México pues es un país muy inequitativo para las mujeres. Hay una relación muy diferente y en este país y en este universo habita el cine y por lo tanto el cine es un reflejo de lo que existe como sociedad. En este país clasista, racista, donde vivimos altos índices de feminicidios y violencia contras las mujeres creo que el contar historias desde nuestro punto de vista es un ejercicio muy importante, porque habitamos un país donde la voz de las mujeres no ha sido escuchada.

Le preguntamos a la cineasta cuáles podrían ser los caminos para lograr una industria cinematográfica más inclusiva en temas de género. Marán subrayó que principalmente es necesario hacer cambios en el sistema y la importancia de iniciativas como el Compendio de Cineastas Contemporáneas del FICM.

Como es un proceso sistémico, no son decisiones individuales, no es como si yo quiero, no quiero, Vivimos un sistema y el sistema tiene que transformarse, no solo en el cine, sino en todas la áreas. En ese sentido lo que se necesitan son transformaciones del sistema y para que se transforme el sistema tenemos que tener claramente ciertos mecanismos. Uno de los mecanismos es que se está ocupando justamente ahorita con el compendio de las mujeres que es generar muestras especiales donde se visualiza el trabajo de las mujeres.

La realizadora también profundizó acerca del papel que juegan las escuelas de cine y los financiamientos cinematográficos para construir un equilibrio que genere oportunidades para mujeres, hombres y personas no binarias.

Otro mecanismo que también es sumamente importante es, emparejar el acceso a la formación de hombres y mujeres, mujeres de pueblos indígenas y afromexicanos. Se necesita que todas las escuelas que generan nuevos creadores tengan en consideración ese equilibrio, que cada generación tenga la oportunidad de entrar, aprender y empezar a producir. Otro elemento que también es muy importante es el equilibrio de los financiamientos, se tienen que financiar por igual proyectos de mujeres, proyectos de hombres, proyectos de personas no binarias.

La productora hizo un llamado de atención para que a través de los medios de comunicación y la exhibición de cine también de construya una adecuada equidad de género.

Se tienen que construir esos equilibrios desde la formación, desde el financiamiento y desde la promoción, que lo que se vea en las revistas, en los blogs, que también sea por igual hombres, mujeres, personas no binarias. Está la última parte que tiene que ver con la exhibición, la cartelera tendría que tener estos sistemas de equilibrio. Como es sistémico no es algo que va a pasar de forma natural, tiene que haber mecanismos que permitan que ese desequilibrio se convierta en un equilibrio.

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Al preguntarle a Marán qué papel tiene la equidad de género al momento de integrar equipos de trabajo en el cine, nos compartió lo siguiente.

Tenemos que tener mecanismos y tomar decisiones conscientemente de decir, quiero trabajar con mujeres, quiero trabajar con mujeres jóvenes, quiero trabajar con mujeres jóvenes indígenas, quiero trabajar con un crew que esté armado así con un porcentaje mayoritario, pero tiene que ser una decisión consiente, porque es una decisión con quien trabajas y eso definitivamente va a influir en todo el proceso.

Marán compartió que le gusta trabajar con personas que admira y de quienes pueda aprender sin importar si tienen mucha o poca experiencia.

A mí me pasa que me gusta trabajar con la gente que admiro, gente que creo que tengo mucho de qué aprender de esas personas, entonces también conformo esos equipo de trabajo con gente que admiro, que puede ser gente que tiene mucha experiencia o gente que tiene muy poca experiencia, pero tiene un conocimiento, una personalidad, una mirada o una reflexión que para mí es importante, aprender y estar cerca.

La cineasta nos compartió cual fue su proceso creativo para crear un autorretraro a través del cine.

Para mí fue disfrutarlo, disfrutar el proceso de compartir y también pensar mucho en lo que a mí me hubiera gustado que me dijeran cuando estaba empezando. A mí me hubiera gustado que me explicarían, que me dijeran: ‘’el talento no existe, no es si tienes o no talento, necesitas procesos de formación para tener herramientas para hacer mejor la cuestión técnica, procesos de formación para entender cómo se hacen las historias, entender cómo se hace el cine, cómo se cuentan las historias’’. Eso me hubiera encantado, que alguien me lo dijera.

La directora afirmó que creer que todo es producto del talento puede llegar a ser muy negativo si no se conoce que es lo que hay detrás. En su lugar, invitó apostar por la formación, la disciplina y aceptar que los errores son parte fundamental de los procesos creativos y de aprendizaje en el cine.

Es muy negativa esa idea de que hay gente muy talentosa si no entendemos que es lo que está detrás de eso. Es un oficio y hay que aprender a hacerlo, ese aprender a hacerlo implica muchos errores, porque no hay forma de aprender si no cometes errores. Sería un camino más agusto, sin esa cosa tan intrigante de ‘’seré o no seré talentoso’’, sino más bien descubrir en estos procesos de formación, de producción y practicar que es lo que te es más agusto hacer. Porque lo que a uno le sale bien es lo que disfruta realmente hacer o al menos así me gusta pensar que pueden ser los procesos.

La realizadora nos compartió que prefiere alejarse del famoso sufrimiento del artista y disfrutar el proceso al verlo como una forma de aprendizaje y transformación para convertirse en mejor ser humano.

Me gusta intentar alejarme como de estos procesos del sufrimiento del artista, sino al contrario, pensar que como proceso creativo puede ser un proceso de crecimiento, de desarrollo, donde te transformas y aprendes a ser mejor ser humano. En eso creo que estoy, tratando de construir los procesos que me permitan a mí ser la mejor versión de ser humano que puedo hacer en medida de mi contexto, de mi realidad y el universo de personas que me alimentan todos los días.

Finalmente, le pedimos a Marán que nos compartiera consejos para las mujeres que quieren hacer cine y las respuestas de la directora fueron muy valiosas y generosas.

Por un lado que hagan ese ejercicio de entender el mundo que estamos habitando, en medida de que reconozcamos el contexto que habitamos, cómo se ha construido nuestra identidad cultural, por qué decimos que somos o no somos mujeres, entender todos esos procesos que nos están cruzando.

Marán puntualizó que es importante reconocer la violencia contra las mujeres en los procesos de formación y producción para así romper con esas dinámicas tan obsoletas.

Ahorita es muy importante entender o reconocer como es que vivimos violencia dentro del trabajo, dentro de los procesos de formación, dentro de los procesos de producción. Creo que es importante porque hay que romper con esas dinámicas muy viejas, hay que romper con esos usos y costumbres de la violencia como mecanismo creativo, de sobresalir y de lograr el éxito. Hay que aprender de cuestionarnos todos los días de cómo cambiar nuestras propias formas que hemos aprendido.

Por último, la directora aconsejó creer mucho en los propios proyectos cinematográficos y generar una colectividad de trabajo al momento de contar historias y hacer cine.

Recomiendo creer mucho en nuestros propios cuentos. Hay un ejercicio muy importante que necesita el cine que es como la fe, por decirlo de alguna forma, creer en tu proyecto y en la medida en que crees en tu proyecto y lo compartes con otras personas y otras personas también creen en esa historia, creen que esa historia es importante y urgente de ser contada, van construyendo las colectividades que van haciendo posible que una película exista y creo que el hacer colectividades que permitan que se hagan las historias, es lo que va a permitir que hagamos el oficio de hacer cine y ahí hay mucho para aprender, porque la formación tradicional o la formación académica piensa en el cultivo individual, pero el cine es un acto de creación colectiva, necesitas aprender a hablar con otras personas, que es algo que suena así como equis, pero es complicadísimo, escuchar lo que otras personas opinan, entender cómo hacer de manera conjunta es algo que no está dado, tenemos que construir lazos de confianza, aprender a confrontarnos de manera crítica pero también saludable de alguna forma.

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