Tomatazos

Hay muchas franquicias de películas que siguen obteniendo secuelas, mientras que incluso los fanáticos del cine más dedicados se sientan y se preguntan por qué siguen sucediendo estas películas. Luego están las grandes películas que salen y presentan un mundo nuevo a la audiencia. Funcionan, son geniales y son consideradas como películas de gran potencial, pero por alguna razón, no obtienen una secuela. El ejemplo perfecto de esto es la película Dredd - 78%, que aún no tiene una secuela a pesar de que para muchos fue una buena adaptación de los cómics protagonizados por el juez Dredd.

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La película fue estrenada en 2012 y tiene como protagonistas a Karl Urban, Olivia Thirlby y Lena Headey y fue dirigida por Pete Travis, aunque luego se publicaron informes de que el director fue sacado de la película y el proyecto terminó siendo principalmente dirigido por Alex Garland. La adaptación abrazó el aspecto futurista de la ciudad y contó con un juez Dredd que nunca se quitó el casco y una historia llena de violencia exagerada que le otorgó la clasificación R. Para los fanáticos de los cómics, fue una adaptación bastante perfecta y es una pena que nunca haya tenido una continuación.

¿Entonces qué pasó? Bueno, la película fue un gigantesco fracaso. Tiene un presupuesto listado de hasta US$45 millones y solo recaudó US$41.5 millones en la taquilla, que ni siquiera son suficientes como para decir que la producción recuperó su costo. La película tiene el certificado de frescura en Rotten Tomatoes y en general tiene críticas positivas; sin embargo, nada pudo salvarla de estrellarse en su paso por los cines y Dredd fue relegado al clásico contenedor de culto para aquellos que sabían que existía. Con el paso del tiempo, el filme protagonizado por Karl Urban ha ganado un poco más de notoriedad, pero no el suficiente como para que algún estudio decida hacer algo al respecto.

Una de las principales razones por las que Dredd merece tener una secuela es porque se adelantó a su tiempo. Esto es a la vez algo que le jugó en contra, porque en 2012 la idea de una película de cómics con clasificación R todavía era algo para lo que los fanáticos del cine convencional aún no estaban preparados, e incluso para los fans de los cómics, no era algo muy común, lo que hizo que les sorprendiera. Películas como Deadpool - 84% y Guasón - 91% todavía estaban a varios años de distancia y solo unos meses después apareció Los Vengadores - 92% para cambiar la forma en que vemos las películas de cómics para siempre.

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Si Dredd saliera hoy probablemente tendría una audiencia, pero en 2012 nadie sabía que existía. Se ha hablado de una secuela durante años y Urban ha estado diciendo que quiere que suceda, y varios rumores han sugerido en algún punto que hay un programa de televisión en desarrollo. Sin embargo, creemos que una secuela de esta película en toda regla es algo que también debe suceder. El mercado de las películas de historietas es muy diferente ahora que en 2012 y sabemos que películas violentas basadas en cómics pueden ser tremendamente exitosas. Pero también llegamos a otro punto: una secuela de Dredd podría refrescar el panorama de las adaptaciones cinematográficas.

Con toda la saturación de películas a cargo de Marvel Studios, y las de Warner Bros. sobre los personajes de DC Comics, aunque en menor medida, ver al juez Dredd en la pantalla grande puede ser algo muy novedoso. De hecho, desde su propia concepción es diferente puesto que se trata de un cómic británico de una editorial (2000 AD) que puede no ser un nombre familiar para muchos. La serie de cómics creada por John Wagner y Carlos Ezquerra es considerada como la epítome del cyberpunk, y en 1977, cuando empezó a ser publicado, se volvió rápidamente influyente.

La idea de un personaje conocido como juez, que hace de policía, juez y verdugo en una ciudad es algo que no se ha visto en historias basadas en cómics. Dredd puede asesinar a una persona que se resiste a un arresto, por ejemplo. De esta manera, el sistema de gobierno que presentan sus cómics es la forma que tienen las ciudades para proteger a sus habitantes, pero allí surge el conflicto de ciudades que no lo aceptan e intentan establecer otro tipo de leyes. Este detalle es interesante porque podría seguir siendo explorado en una secuela, con una crítica a los gobiernos y políticos actuales, por lo que no es difícil ni descabellado que se pueda hacer una actualización con una película nueva cuando siempre existirán temas relevantes.

Siempre es una pena cuando una película hace todo lo correcto y no tiene éxito. En el caso de Dredd, fue leal a su material original y les dio a los fanáticos el tipo de película que deberían querer, y se cayó completamente. Sin embargo, el tiempo lo es todo y, en este caso, Dredd se adelantó a su tiempo. Los tiempos han cambiado y las películas con atractivos de nicho pueden funcionar si se comercializan bien y se presupuestan dentro de lo razonable. Una secuela de Dredd es algo que definitivamente queremos ver, y qué mejor cuando se trata de una historia que sí se puede estirar de forma razonable.

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