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Animes que prueban que la industria tiene un problema de humor misógino, transfóbico y de maltrato animal

Yakuzas que son enviados a Tailandia para una operación de reasignación de sexo en contra de su voluntad, un hombre enamorado de un hamster y mujeres que pelean usando sus senos y traseros son ejemplos de lo problemático que puede ser el humor en el anime

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Animes que prueban que la industria tiene un problema de humor misógino, transfóbico y de maltrato animal

Yakuzas que son enviados a Tailandia para una operación de reasignación de sexo en contra de su voluntad, un hombre enamorado de un hamster y mujeres que pelean usando sus senos y traseros son ejemplos de lo problemático que puede ser el humor en el anime

POR Julio Enrique Macossay Chávez -

Esto ya lo he dicho antes, pero aquí nuevamente es relevante. Cada cultura fundamenta su humor en cosas diferentes y algunas tienen un humor más verbal y otras uno más visual, por citar una diferencia. En el caso de Japón, ellos tienen la tendencia hacer chistes sexuales visuales que pueden sorprender a un espectador casual de occidente. Muchos animes están llenos de pruebas de ello. Un ejemplo claro es el hecho de que tengan un eufemismo visual bien codificado para indicar que un personaje está excitado. Así es. Estoy hablando del famoso sangrado de nariz. Yo pensaría que sobra decirlo, pero cuando ven a un personaje masculino que le sangra la nariz durante una escena erótica es una señal inequívoca de que tiene una erección.

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El asunto es que este humor sexual se presta para mostrar y normalizar toda clase de cosas misóginas, transfóbicas, maltrato animal, zoofilia y otras cosas problemáticas en algunos animes porque todo ello es trivializado para ser convertido en un chiste. Aquí he elegido tres que son prueba de ello y que dejan a los elementos más problemático de Dragon Ball, Naruto, One Punch Man - 36%, Ranma 1/2 y otros como un juego de niños en comparación.

Oruchuban Ebichu (Ebichu cuida la casa)

Oruchuban Ebichu es un anime de 1999, basado en el manga homónimo de Risa Ito, que se ha convertido en un clásico de los memes de Facebook por una razón simple. Para un espectador inocente de occidente que se encuentre con un meme de este personaje y lo vea de reojo va a pensar que está viendo una escena particularmente random y picosa de Hamtaro. La realidad es que Ebichu no tiene nada que ver con ese anime para niños del 2000. Para empezar Ebichu tiene un estilo de dibujo que recuerda a Crayon Shin-chan, sólo que con una diferencia notable. Este es una anime de chiste sexuales dirigido a un público adulto. Ebichu es una hámster entre inocente y pervertida que hace el quehacer en la casa de su dueña, quien es una oficinista. El asunto es que el humor aquí radica en que comete toda clase de equívocos sexuales que hacen que su dueña la azote sangrientamente contra la pared, entre otro tipo de agresiones. Una de sus escenas más famosas es cuando contesta el teléfono y el que está del otro lado es un acosador sexual que le pregunta si está peludita, pero él habla de su vagina y ella le contesta que sí porque es un hámster y toda ella está llena de pelos. El acosador reacciona sacando baba que sale por el teléfono de una manera muy explícita.

Otra escena famosa es cuando sueña que saluda a una tortuga y en realidad está tocándole el pene al novio de su humana. Lo más problemático de este anime es el maltrato animal y los ocasionales chistes zoofílicos. El maltrato animal básicamente se manifiesta, como se señaó arriba, en que cada vez que la dueña se enoja con Ebichu, la golpea con resultados sangrientos y humorísticos. La zoofilia se manifiesta en Maa-kun. Él es un personaje humano que se enamora de Ebichu y eso lleva a situaciones "humorísticas" como que le pida a su novia humana que se disfrace de hámster, y se erecte estando junto a la roedora. Ya saben humor muy inocente… no, no lo es.

Keijo!!!!!!!!

Muchos animes dirigidos a un público masculino son cosificadores por naturaleza. Es común como muchos de ellos estén plagado de fan service que se traduce en tomas de senos, traseros, tangas y demás, pero Keijo!!!!!!!! lleva todo a otro nivel. Este anime shonen deportivo humorístico se centra en el deporte homónimo en el que las mujeres tienen que tratar de derribar a sus adversarias con golpes. La peculiaridad es que no pueden usar sus manos y piernas. Sólo tienen permitido usar sus senos y traseros. Sí, no lo estoy inventando.

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Básicamente es un anime de artes marciales donde los ataques son parodias de técnicas famosas de la animación y los videojuegos, pero agregándole un elemento picante a los nombres. Así tenemos "el ataque pecho del dragón ascendiente" (Shoryupai) que es una parodia del "puño del dragón ascendiente" (Shoryuken) de Street Fighter o "Puerta de Bootylonia" que es una parodia de "Puerta de Babilonia", ataque de Gilgamesh en la serie Fate/Stay Night . Y también existe la técnica "Buttack on Titan" que sobra decir a qué hace referencia.

El humor aquí radica en eso, en hacer ataques explícitamente sexuales en una historia con todos los elementos usuales de un shonen; una protagonista que no se va a rendir nunca para ser la mejor en el deporte, la importancia del valor de la amistad, una rival fría y genial. El contraste de todo esto con lo sexualmente explícito, pero tomado con absoluta seriedad por los personajes, es lo que genera el humor. En su mundo ese deporte es algo completamente normal y, por supuesto, sólo es practicado por mujeres.

Back Street Girls

Ese es un ejemplo de feminización forzada. ¿Qué es la feminización forzada? Es cuando un hombre cisgénero; es decir, alguien que se siente bien con el género que le fue asignado al nacer, es forzado a vestirse o vivir como mujer. En otras palabras, todo es en contra de su voluntad. En muchos casos es hecho con fines humorísticos. Back Street Girls es un anime original de Netflix basado en el manga homónimo de Jasmine Gyuh que se centra en tres yakuzas. Cometen un grave error que deja mal parada a su familia criminal. En lugar de matarlos como sería lo normal o hacer que hagan un trabajo más peligroso para redimirse, este manga y anime toma una ruta diferente. Su jefe, Kimanjiro Inugane, decide darles dos opciones: que cometan seppuku o mandarlos a Tailandia para que les hagan una operación de reasignación de sexo para convertirlos en un grupo de idols. Aquí el humor recae en que los yakuzas siempre intentan ser muy viriles y contrasta con su nueva vida como idols japonesas (las cuales básicamente son una combinación de cantantes, actrices y modelos). Su jefe quiere que se comporten como idols perfectas lo que implica ser virginales y en general comportarse como caricaturas de cómo debe ser una mujer.

En otras palabras, se crítica a la misoginia de esa industria a partir de la feminización forzada y eso da como resultado una serie de chistes que terminan siendo transfóbicos, esto debido a quel el anime en muchos momentos no distingue la diferencia entre la feminización forzada y ser trans. En otras palabras, no está tomando en cuenta, como bien apuntó, Charlotte Finn al hablar de Ranma ½ en su artículo “Lost in Transition: On ‘Ranma 1/2′ and Owning Your Identity” (“Perdido en la transición: sobre Ranma ½ y ser dueño de tu propia identidad”, el cual fue publicado en el sitio Comics Alliance:

El término para esto dentro del fandom es ‘feminización forazada’; la idea de imponer rol de género de una mujer a un chico como una broma o una maldición (y en el manga queda claro que es una maldición). La feminización forzada es definida por su falta de declaración y agencia. En contraste, la forma en la que funciona ser transgénero es que la declaración de tu propia identidad de género tiene que ocurrir antes de que trabajes —por cualquier camino que puedas o estés dispuesto a tomar— para llegar a ello. Al hacer que la llamada transición ocurra sin la declaración —y al hacer que esta nunca ocurra— los elementos transgénero de Ranma ½ pusieron la carreta antes del caballo.

Aquí ocurre lo mismo, los tres hombres son obligados a ser una versión idealizada y misógina de lo que es ser una mujer a la par que se hacen una serie de caricaturizaciones de lo que es ser trans. Y para que sea más problemático, toda la situación es una metáfora en tono cómico de las redes de trata de blancas que tienen los yakuzas en la vida real... Por cierto, uno de sus "chistes" más intensos involucra encerrar a una de ellas para que vea pornografía mientras unos perros copulan... Nuevamente, no me lo estoy inventando.

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