Tomatazos

Hugh Jackman es, sin duda, uno de los actores más queridos por el público, y su camino por la pantalla grande ha significado la presencia de personajes completamente distintos uno del otro. La estrella de Hollywood inició su camino en los musicales de Brodway, lo que plantaría en su esencia una notable versatilidad a futuro, además de que seguiría volviendo a los musicales a través de la pantalla.

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Jackman (Intriga - 81%, Los Miserables - 69%, Gigantes de Acero - 60%) ha sido príncipe, cazador de monstruos, entrenador de robots luchadores, mago, pirata, un padre desesperado y vengativo, un prisionero, un showman, pero su papel más apreciado por los espectadores es el de mutante. Aunque en su paso por la saga de X-Men - 81%, y su despedida de las garras de adamantium en Logan - 93% fueron trascendentes, es de reconocer que sería difícil encontrar a alguien que se convierta en el nuevo rostro de Wolverine con esa frialdad y sarcasmo que tanto le identificaron.

Pero, ¿existe la posibilidad de que este personaje de cómics opaque sus siguientes películas? La verdad es que no, sin embargo, el desarrollo de sus protagonistas y lo que logren no depende por completo de él, sino también de quien lo dirige o quien escribe el guion. Su más reciente película es Reminiscencia - 47% (Reminiscence), que, de hecho, fue escrita y dirigida por Lisa Joy – escritora de series de HBO como Pushing Daisies, Burn Notice y Westworld - 89% (en la que también fue directora) –.

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La historia se ambienta en Miami, en una época en la que grandes ciudades comenzaron a inundarse años atrás y ahora se ha vuelto parte de la normalidad; la vida de los ciudadanos ha cambiado, en las noches salen a trabajar, estudiar o entretenerse, literalmente la vida es de noche, y cuando sale el sol todos van a casa a descansar. A pesar de que la gente aparenta seguir con su vida normal, tienen cierto arraigo en el pasado; es ahí en donde surge Nick Bannister (Hugh Jackman).

Nick, quien había servido a la marina años atrás, ha encontrado en la obsesión con los recuerdos un negocio que pronto podría expedirse a través de una gran empresa. Él cuenta con un equipo tecnológico con el que, gracias a la ciencia en conjunto con algo bastante cercano a la hipnosis, cualquier persona puede revivir y volver a sentir todo lo que en algún momento les hizo ser felices. Es entonces cuando “emprenden un viaje a través de la memoria”. En un principio el trabajo de Nick tenía una utilidad policiaca, y aún la tiene sólo que es menos concurrido por las autoridades que por las personas de a pie. Su objetivo original era que los recuerdos funcionaran como testimonio de algunos crímenes.

Este camino comienza a tomar cierto misterio la tarde que llega Mae (Rebecca Ferguson) para adquirir el servicio por algo simple, perdió las llaves de su apartamento. Pero esta pequeña visita le cambia la existencia a Bannister debido a que comienza una relación casi repentina con aquella misteriosa mujer quien, meses después, desaparece. Esto, de algún modo, comienza a relacionarse con un caso para el que está trabajando el protagonista.

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En este punto Nick se vuelve adicto a lo que ha vendido por años; con tal de buscar respuestas o por revivir su corto romance con Mae usa constantemente su propio método viviéndolo de primera mano, y de manera más intensa, hasta que lo comienza a consumir. En general, la trama resulta bastante interesante, es una idea atractiva y con mucho potencial, sin embargo, queda una sensación de vacío para el espectador.

Aunque el guion cuenta con los elementos para narrar una historia original y llamativa, falta algo en momentos clave para elevar las emociones de lo que se está contando. Este elemento faltante hace que la narrativa sea bastante plana volviéndola tediosa. Hay una serie de situaciones que muestran un intento por desarrollar los pequeños nudos presentes, pero no logran funcionar del todo. Una escena en particular en la que parecía haber una oportunidad de darle la acción que le hizo falta, quien se lleva la atención es Watts, la compañera de Nick, quien lo salva del peligro.

Sus peleas tienen rasgos inverosímiles, pero al menos captan en cierto nivel el interés. Por otro lado, la relación entre el personaje de Thandie Newton y el de Jackman, aunque no se profundiza en lo que siente Watts, funciona bastante bien generando una dinámica positiva entre ambos, cómo se protegen en distintos sentidos y respetan los errores que el otro llega a cometer sin dejarle solo.

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Fuera del argumento y su desarrollo, algo que es digno de reconocer es la elección del elenco ya que cada uno consigue una comprensión de su personaje de manera independiente, así como en conjunto con el cast en general. Quien merece una mención especial es Rebecca Ferguson (Doctor Sueño - 79%, El Gran Showman - 54%, Misión: Imposible - Repercusión - 98%) ya que Mae desarrolla varios caminos acerca de su vida, su realidad y su destino manteniendo ese tono de misterio en el que el mismo espectador la está descubriendo al mismo tiempo que el protagonista. A su vez, Marina de Tavira (Ana y Bruno - 80%, Roma - 99%, Esto no es Berlín - 95%), aunque su personaje es pequeño, también consigue un lugar fundamental con un papel que muestra el deterioro que genera la obsesión con los recuerdos.

Cabe mencionar que este es el debut de Lisa Joy como directora de cine; es necesario hacer énfasis en que la idea general es buena, original e interesante, pero podría ser que su paso por las series de televisión, en donde en episodios de menos de 50 minutos debe desarrollar varias historias con planteamiento, nudo y desenlace, no le permitiera explotar una historia de más de hora y media.

Quizá la película no consiga trascender mucho – o sí, a veces resultan ser una sorpresa –, pero seguro la directora continuará generando interés con sus historias, con temas tan profundos como lo es el apego enfermizo al pasado. En Reminiscencia - 47%, muestra el lado bueno de las memorias, como el revivir momentos y emociones en particular, pero también muestra el peligro de quedarse ahí atrapado aunque, lo aclara en la película, cada persona elige hasta dónde quiere llegar.

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