Tomatazos

El género de las películas de acción entregó en el pasado joyas legendarias e icónicas como Duro de Matar - 92%, RoboCop: El Defensor del Futuro, Mad Max - 91%, Rambo - 87% y un basto etcétera; cintas que con el tiempo se volvieron representantes por ley del género y que en la actualidad se les sigue teniendo en gran estima entre el público y sus fans de antaño. Con el paso del tiempo otra generación ha llegado a tomar la batuta para seguir poniendo en alto el estandarte de la acción, por ejemplo Mad Max: Furia En El Camino - 97%, Misión: Imposible - Repercusión - 98%, Sin remordimientos - 50% y John Wick 3: Parabellum - 98%, entre otras.

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Así como muchos otros géneros, cada uno de éstos debe responder a ciertos tópicos o detalles que no pueden faltar dentro de cada cinta. Por ejemplo, en cada uno de los filmes anteriores mencionados hay persecuciones, combates a puño limpio, sangre, explosiones, tiroteos de armas, traiciones, groserías y un villano. Por lo regular, la última misión que parece casi un hito lograr, tiene como resultado salvar al mundo de un desastre o impedir que la economía caiga en las peores manos. Prácticamente cada película es la misma sólo que con distintos colores, entonces, ¿cómo se diferencian?: en la ejecución de las ideas.

En el 2017,Patrick Hughes dirigió Duro de Cuidar - 39% a partir de un guión de Tom O'Connor; que en un primer borrador la historia se enfocaba en un drama, pero que tras una reescritura la cinta se convirtió en una bomba de energía. La idea de combinar la acción y la comedia pocas veces tiene resultados positivos. Comando Especial - 85%, Comando Especial 2 - 84%, Dos tipos de cuidado, Los Caballeros - 81% y (sólo por esta ocasión) Rápidos y Furiosos: Hobbs & Shaw - 83% son algunos ejemplos.

Cuatro años después, su secuela Duro de cuidar 2 - 35% continúa la historia de Michael Bryce (Ryan Reynolds) quien intenta llevar una vida pacífica, pero no puede evitar unirse con Darius (Samuel L. Jackson) y su esposa Sonia (Salma Hayek) en una misión a lo largo de la costa de Amalfi. Un nuevo villano (Antonio Banderas) amenaza con desestabilizar la tranquilidad de Europa. A simple vista, posee una sinopsis común y corriente de una cinta que puedes encontrar en Netflix para dominguear, sólo que en esta ocasión no lo es.

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"Si algo no está roto, no lo arregles"; este dicho es perfectamente aplicable para esta cinta, ya que toma todo lo que funcionó en su anterior entrega y no hace cambios drásticos que perjudiquen la esencia de la misma. Sigue siendo una cinta de acción con grandes toques de comedia que hacen que el espectador no pierda el interés en ningún momento. Su ritmo y edición van de la mano como si fueran uno, pues son tan dinámicos que cuando menos se espera ya habrán cambiado de locación o escena sin que se sienta apresurada. La comedia por momentos rompe la tensión, pero sin sentirse fuera de lugar, ya que todo esto se hace bajo sus propias leyes.

Las secuencias de acción van encaminadas con lo anterior, pues cada una de éstas no le pide nada a la saga de John Wick; cada pelea, cada disparo, cada movimiento de los actores están perfectamente medidos para hacer sentir al público como si estuvieran en medio de dichas disputas. Si comparamos este filme con otros de acción más recientes la diferencia es bastante obvia, pues el director Patrick Hughes, así como Chad Stahelski, comprenden la forma de capturar y dirigir los movimientos humanos a la hora de pelear.

El diseño sonoro es algo bastante reconocible, ya que los disparos, persecuciones en auto y los golpes escalan en lo real, justo como si de verdad las balas ensordecieran, o los golpes cayeran justo en la cara del espectador.

Por momentos, Salma Hayek como Sonia se roba las escenas gracias a su acento mexicano excéntrico, que lejos de lo que muchas personas podrían catalogar como irritante, ciertamente le agrega dinamismo a los diálogos. Bien parece que en vez de querer hablar, grita para que las cosas se hagan. Un mujer fuerte que no necesita que la salven.

La enemistad de Michael y Darius sacará buenas carcajadas al respetable, ya que si bien se odian en todo momento, es esa complicada situación de sus profesiones lo que los lleva a trabajar en equipo aunque ellos no quieran. Los personajes constantemente se insultan y se quieren matar el uno al otro. Pero a fin de cuentas, esta relación evoluciona y termina por convertirse en algo más íntimo.

Ryan Reynolds tiene un arco de personaje bastante interesante. Él quiere retirarse de guardaespaldas y trata de llevar una vida más relajada sin traumas ni secuelas de su último trabajo. Pero la historia necesita que vuelva a empuñar un arma...sólo que para este punto tendrá que tener un "voto" de cero armas y violencia. En este camino de reencontrarse a sí mismo lo empujará a visitar a su padre.

En resumen, Duro de cuidar 2 - 35% es consciente de lo ridícula que es, la diferencia con otras películas es que usa todos estos recursos para entregar una gran y entretenida película de acción con personajes agradables, grandes secuencias de acción, comedia a montones que no rompe la esencia, y un final que dejará a todos llenos de risa. Este tipo de películas es a lo que la saga de Rápidos y Furiosos aspira si dejara de contradecirse y tomarse muy en serio.

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