Tomatazos

Los autores son personas con todo lo que esto implica. No son dioses ni seres sobrehumanos. Son seres llenos de toda clase de defectos. El problema es que cuando la gente idolatra a alguien se les suele olvidar esto y por eso siente como un balde de agua fría cuando descubren sus defectos. Esto genera inmediatamente en algunos entrar en estado de negación. Esto los lleva a querer negar la realidad y defender a sus ídolos; a poner en duda las acusaciones de sus victimas y hacer todo lo posible para que no se les caiga la máscara de ser perfecto a ese autor que tanto aman.

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Es algo muy normal, pero no por eso está bien. Hace unos años se me ocurrió leer una biografía de John Steinbeck escrita por Jay Parini. Uno de los datos poco conocidos de ese autor ganador del Nobel es lo que le hizo a su primera esposa. Ella se embarazó. Él no quería tener ningún hijo porque pensaba que eso podía afectar a su profesión como escritor. Ella sí quería. La obligó a abortar y perdió el útero. Él luego se volvió a casar y sí tuvo un par de hijos. Parini cuando te habla de este horrible episodio lo que hace es tratar de justificar a su biografiado.

Otro ejemplo de esto es H.P. Lovecraft . En varios otros artículos ya lo he mencionado. En vida a duras penas podía mantenerse. En los últimos tiempos hubo una cierta reivindicación de este autor. Se le comenzó a leer más, a escribir más sobre él. Inclusive la prestigiosa Library of America sacó una antología de sus mejores relatos. Se publicaron un par de lujosos volúmenes anotados. Y no es raro que haya pasado porque en el tiempo entre que se murió y el presente, sus tentáculos se expandieron por toda la cultura popular. Muchos autores y autoras tienen huellas de su obra. El problema vino cuando se le comenzó a leer mejor y se dieron cuenta de que su horror cósmico está en función de ver como maligno, inferior y peligroso a todo lo que no sean hombres blancos: mujeres, negros y mexicanos, entre otros, en otras palabras, era misógino y racista. Las personas que sienten que le deben algo no han parado de defenderlo y encuentran muy complicado captar que no pueden separar al hombre de su obra. Se podría intentar, pero entonces puedes leer un cuento como "Facts Concerning the Late Arthur Jermyn and His Family". Trata de que un hombre se prende fuego cuando descubre que entre sus antepasados hay literalmente una gorila. No es difícil darse cuenta de qué estaba hablando realmente. Hay autores con los que no se puede hacer eso de separarlos de su obra.

Eso nos lleva a hablar de Joss Whedon . Hubo una época en que había gente que pensaba que él era un hombre muy feminista y en general muy inclusivo. Sé que esto puede sonar raro a la luz de las acusaciones de Ray Fisher, Charisma Carpenter, su exesposa Kai Cole y el hecho de que no tenía permitido estar a solas en la misma habitación que Michelle Trachtenberg, pero es verdad. Hay varios artículos sobre las cosas que ha hecho y el desencanto general que ha causado.

¿Por qué pasaba esto? Básicamente porque tiene varios programas protagonizados por mujeres fuertes: Buffy the Vampire Slayer, Firefly, Dollhouse y recientemente The Nevers - 44%. Temo decir que son un ejemplo de una de las grandes trampas de la cultura popular en las que la gente cae cuando ve las cosas de manera superficial. Pensar que una obra de un hombre puede ser feminista sólo porque tiene un personaje femenino fuerte. Muchas veces me ha tocado leer a gente criticando al feminismo y diciendo cosas del tipo: los programas y películas de antes ya tenían mujeres empoderadas. Los ejemplos que suelo ver son Ripley, Éowyn y, por supuesto Buffy. El problema es que suelen ver su empoderamiento de manera superficial. Nadie se pregunta ¿por qué hombres decidieron hacer que sus personajes femeninos fueran fuertes? Las respuestas varían. Hay casos en que simplemente el autor se le hizo irreal que no hubiera una mujer guerrera, hay otros como el de Tolkien, quien simplemente quiso hacer referencia a las skjaldmö de la mitología nórdica.

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El caso de Whedon es distinto. Como bien señaló Lidia Castillo en su artículo “Joss Whedon o cómo el último aluvión de acusaciones de comportamiento tóxico ilustran la necesidad de derribar ídolos” sus personajes suelen tener un tipo de cuerpo específico que, a juzgar por sus entrevistas, corresponde al tipo de su preferencia en cuanto a gustos se refiere:

Tan feminista como es, las mujeres a las que favorece en sus guiones suelen caer en un tipo de apariencia de fragilidad algo reducido, es decir, blancas y diminutas. También es fácil encontrar declaraciones suyas en las que comenta sin pudor los cuerpos de sus actrices y, de una manera muy diferente, los de aquellas más… ‘mujeronas’, de aspecto más voluptuoso y, a sus ojos, menos vulnerable”

En otras palabras, esos personajes existen no necesariamente porque él esté buscando empoderar a nadie. Simplemente, parece, que quería que viéramos en pantalla al tipo de mujeres que le gustan. Estaba cosificando a las mujeres de una manera que no fue evidente para todo el mundo y logró engañar a más de una persona. Gracias a Kai Cole, su exesposa, no hay duda de que el director disfrutaba rodearse de mujeres de una manera para nada inocente. Como se puede notar en este fragmento de una carta que él le envió:

Yo estaba rodeado de mujeres jóvenes, bellas, agresivas y necesitadas. Me sentí como si estuviera enfermo. Como si fuera algo salido de un mito griego. De repente, soy un productor poderoso y el mundo está a mis pies y no puedo tocarlo.

Cole nos asegura que definitivamente sí lo tocó en un artículo que escribió para The Wrap. Joss Whedon era consciente de que se había hecho una fama como hombre feminista y se aprovechó de ella. Usó a su propia madre para decir que había tenido una formación feminista y para desviar la atención de todas las cosas problemáticas de sus obras y de su propia vida personal. Era feminista ante el mundo y un viejo machista más en su hogar, como bien deja claro Kai Cole:

A pesar de que entendía, en algún nivel, que lo que estaba haciendo estaba mal, él nunca concedió la hipocresía de estar pregonando ideales feministas en el mundo, mientras que al mismo tiempo me quitaba mi derecho de tomar decisiones sobre mi vida y mi cuerpo basándose en la verdad. Él me engañó por 15 años, de manera que él pudiera tener todo lo que quería. Yo le creía, todo el mundo le creía, que él era uno de los hombres buenos, que él esta comprometido a pelear por los derechos de las mujeres, comprometido en nuestro matrimonio y con las mujeres con las que trabajaba. Pero ahora veo que él uso nuestra relación como un escudo, tanto antes como después de nuestro matrimonio, de forma que nadie se cuestionara sus relaciones con otras mujeres o revisara detenidamente su obra como otra cosa que feminista.

Por otra parte, todas estas declaraciones son de 2017. Muchas personas no quisieron admitir que su ídolo feministo no era tal. En general esto se debió por el amor a sus obras, como bien apunta Courtney Enlow de io9:

Admitir que este individuo es un problema es admitir que nuestros programas y películas favoritas están contaminados, pero Buffy, Angel, Firefly, Avengers y todo lo que ha hecho Whedon es más grande que él, como las obras de cualquier otro individuo dañino que es parte de obras que disfrutamos, inclusive si es una gran parte.

No concuerdo con este último argumento. Es algo que suele decir para justificar no cancelar la obra de alguien. La realidad es que en obras de autores como él, Lovecraft o John Kricfalusi, creador de Ren & Stimpy, se pueden ver pistas y señales inequívocas de la mente perturbada que las creo. No estoy diciendo que deben de dejar de disfrutarlas, pero lo que no deben hacer es verlas o leerlas sin un ojo crítico. Sin reflexionar sobre qué las hace problemáticas y qué relación tienen con el comportamiento y las ideas del sujeto que las hizo.

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