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RESEÑA: Baby God | La historia poco profunda de un depredador (y de sus bebés)

El documental de HBO no escoge un camino claro y pretende abordar todo sin contar con suficiente información y por medio de una narrativa revuelta que solo confunde.

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RESEÑA: Baby God | La historia poco profunda de un depredador (y de sus bebés)

El documental de HBO no escoge un camino claro y pretende abordar todo sin contar con suficiente información y por medio de una narrativa revuelta que solo confunde.

POR Deni Silva -

La inseminación artificial es una práctica que lleva varios años vigente, sin embargo, en sus inicios, no había límites éticos bien establecidos por parte de los médicos y muchos optaban por hacer lo que querían sin el consentimiento de sus pacientes. En la historia estadounidense el nombre de Quincy Fortier está ligado a un depredador que quiso perpetuar sus genes en miles de mujeres, pues utilizó su propio esperma en sus pacientes, durante más de 30 años, de manera encubierta.

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HBO de la mano de la directora Hannah Olson decidió contar esta escalofriante historia en un documental titulado Baby God - 50%, el cual recurre al testimonio de los hijos reconocidos y los que fueron producto de la inseminación encubierta para construir un retrato de este depredador trastornado. De igual manera, el filme cuenta con testimonios de las mujeres a las que trató y de algunos de sus colegas, quienes también llegaron a utilizar su propio esperma en algunas pacientes.

En poco más de una hora y 15 minutos, Baby God pretende abordar las malas prácticas de la inseminación artificial en sus inicios, así como hacer un retrato de Fortier, quien además de violentar a sus pacientes de la forma en la que lo hizo, abusó sexualmente de sus hijos reconocidos. Asimismo, el documental se plantea hablar un poco de la crisis de identidad de la descendencia del médico y sobre el impacto que tienen los genes en las personas.

Si bien las temáticas que aborda la película son interesantes, el problema con Baby God - 50% es que no escoge un camino claro y pretende abordar todo sin contar con suficiente información y por medio de una narrativa revuelta que solo confunde. De esta manera, el documental es un relato confuso que no llega a ningún lado y que desperdicia una historia bastante atractiva y escalofriante.

A pesar de lo anterior, la fuentes consultadas son las correctas, no obstante, sus testimonios están acomodados en esta pieza de una forma poco coherente, por lo que en un principio, parece que hay una justificación para lo que el Dr. Fortier hizo por más de 30 años, pero luego se habla de que sus hijas adoptivas lo adoraban y al parecer fue un buen padre con ellas, sin embargo, sus hijos naturales reconocidos lo acusaron de haber abusado sexualmente de ellos; es decir, no hay manera de entender bien a bien quién era el monstruo de quien todos hablan.

Ahora, para hacer perfiles de personajes tan llamativos, como sin duda fue Quincy Fortier el contraste de fuentes y opiniones es muy importante, pues esto le da profundidad a la investigación y hace que se tenga un personaje mejor construido y más complejo. Sin embargo, el error principal de Baby God fue no definir cuál iba a ser su historia central y por tal razón no supo tejer una narrativa interesante y coherente.

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Lo anterior es algo extraño, pues los documentales de HBO se destacan por ser interesantes, atractivos, fáciles de ver y por tener una investigación profunda. Sin embargo, Baby God no logra dar en el blanco en todos esos aspectos, aunque no se puede negar que la historia y el personaje elegidos para este trabajo son llamativos y, sin duda, se pudo hacer una pieza mucho mejor.

Baby God - 50% estrena este tres de diciembre y es posible que atraiga a ojos curiosos que quieran saber sobre el caso de Quincy Fortier, un médico que inseminó a miles de mujeres con su propio esperma y cuyos hijos biológicos siguen apareciendo gracias a los exámenes de ADN. Quizá uno de los puntos más interesantes del documental es esta conexión que hay con el material genético que nos hace lo que somos y la preocupación de la descendencia de Fortier por ser igual que él. No obstante, tampoco se profundiza lo suficiente en ello para poder dejar a los espectadores completamente satisfechos.

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