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El baile de los 41 | Top de críticas, reseñas y calificaciones

Con una estética visual que recrea a la perfección el México porfiriano y una crítica centrada en la doble moral, una historia sobre las máscaras que asumimos socialmente y el escarnio público.

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El baile de los 41 | Top de críticas, reseñas y calificaciones

Con una estética visual que recrea a la perfección el México porfiriano y una crítica centrada en la doble moral, una historia sobre las máscaras que asumimos socialmente y el escarnio público.

POR José María Lomelí Pérez -

Dirigida por David Pablos (director también de Las Elegidas - 85%, de 2016, y de La vida después - 83%, de 2013), El baile de los 41 - 95% es una película dramática basada en una historia real del México porfirista. Con 97 minutos de duración, El baile de los 41 tiene una clasificación de 18+, recomendada para mayores de 18 años. Con un guión de Monika Revilla, El baile de los 41 cuenta con las actuaciones de Alfonso Herrera, Emiliano Zurita, Fernando Becerril, Paulina Álvarez Muñoz y Mabel Cadena, entre otros.

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Desarrollada en torno a un suceso real de la historia nacional acontecido a principios del siglo XX, durante el denominado periodo porfiriano, aquí se nos presenta la historia de Ignacio de la Torre, yerno del entonces presidente del país, Porfirio Díaz. No obstante a su enlace con la hija del presidente y a su cuidada imagen pública, Ignacio mantiene una doble vida puesto que realmente es homosexual. Miembro de un grupo gay clandestino al cual pertenecían miembros de la alta sociedad mexicana, tanto su orientación como su pertenencia a dicho grupo serán evidenciadas por la prensa tras una redada policial ilegal realizada durante una de sus reuniones sucedida en noviembre de 1901. Hecho que sería de gran relevancia para la opinión pública por las personalidades involucradas, por haber sacado de aquel domicilio particular a 19 hombres vestidos con prendas femeninas, pero, sobretodo, por haber estado involucrado el yerno del propio presidente.

Destacando de forma particular por su cuidada estética visual, la recreación de la época en cuestión es magnífica. Compuesta de buenas actuaciones, escenas de amor homosexual mostradas sin tapujos y poniendo especial énfasis hacía una crítica encaminada a la doble moral de la sociedad mexicana de entonces, sin dejar de hacerla entre líneas a hacía la propia sociedad actual, si bien El baile de los 41 no está exenta de defectos (uno de ellos tal vez las licencias narrativas en torno a la relación establecida entre los personajes centrales del suceso, un guión no lo suficientemente apuntalado y el retrato de cierto personaje histórico que a algunos quizá pudiera parecer un tanto blando) es una cinta que merece ser vista y comentada por el gran público.

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Para finalizar, acudamos a las fuentes. A continuación una breve, muy breve selección de críticas, reseñas y calificaciones de lo dicho hasta ahora por la crítica sobre El baile de los 41:

Para Pólvora, Mario Valencia apunta:

… es uno de los desperdicios más grandes de llevar un capítulo interesante de la historia al cine. Guión inexistente, triste edición y hasta un blandengue retrato de Porfirio Díaz. No le ayudaron en nada.

Desde un enfoque distinto, Arturo Garibai escribe para Top Cinema:

… una película bien aterrizada en el terreno plástico y bien actuada.

Álvaro Cueva señala para Milenio que:

… rompe con todos los lugares comunes del cine “gay”, de las historias de amor, de las películas de denuncia. Es un auténtico ejercicio de creación.

Para Reporte Índigo, Hidalgo Neira reseña lo siguiente:

El traer este suceso real a nuestro presente es subrayar el hecho de cómo la sociedad mexicana era retrógrada hace un siglo, y en cierta manera espejear cómo es que todavía vivimos ante una doble moral que se atreve a juzgar, insultar e incluso someter a la comunidad LGBT+, este es el mérito del filme de Pablos.

Stivi de Tivi comenta por su parte para Time Out:

El baile de los 41 funciona porque nos entrega lo que nos promete en un principio, pero no logra convertirse en una pieza clave del cine LGBT+ ya que será más recordada por su estética que por su historia.

Pinshivlog Entertainment Media opina al respecto:

Una película digna de ver y una crítica para la actual sociedad mexicana…

Faro en las calles destaca:

El arte quedó muy a doc y las escenografías sorprenden bastante, no sé cuál fue la técnica que ocuparon o más bien, cómo hicieron que los lugares y edificios se vieran de la época, claramente reconoces las calles de la CDMX pero se ven tan bien equipadas a la época.

Kon-Fusión Musical considera que:

… si buscas una película que ponga el nombre del cine mexicano en alto, sin duda es esta joya.

Alejandro Alemán resalta para Eje Central lo siguiente:

La elegante cámara de Carolina Costa no tiene empacho en mostrar el amor en crudo entre estos dos hombres, las sesiones de sexo duro de los jóvenes y no tan jóvenes que componen a los 42.

En tanto que para José Domínguez de Bogart Magazine:

[El baile de los 41 es] Una cinta que no tiene la pretensión de hablar desde el hecho histórico o lo aleccionador, más bien toma la anécdota para crear una fantasía a su alrededor para convertirla en una trampa de amor que no retrata a héroes y villanos, sino lo hace con personas que tienen distintas aristas…

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