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Cineastas jóvenes analizan Amores Perros a 20 años de su estreno

Amores Perros estrenó este fin de semana en su versión restaurada, qué mejor pretexto para conocer el impacto que tuvo la ópera prima de Alejandro González Iñárritu en su formación como cineastas; un ejercicio que nos sirve para conocer a directores jóvenes a los que hay que seguir el paso

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Cineastas jóvenes analizan Amores Perros a 20 años de su estreno

Amores Perros estrenó este fin de semana en su versión restaurada, qué mejor pretexto para conocer el impacto que tuvo la ópera prima de Alejandro González Iñárritu en su formación como cineastas; un ejercicio que nos sirve para conocer a directores jóvenes a los que hay que seguir el paso

POR Violeta Martínez -

Han pasado 20 años del estreno de Amores Perros - 92%, la ópera prima de Alejandro González Iñárritu, una película con la que dejaría en claro que la furia y pasión desbordada en la mayor parte de la película escrita por Guillermo Arriaga , serían el sello de su cine en adelante. En su momento el filme generó en su mayoría críticas positivas, y también logró darle vitalidad al cine mexicano a nivel internacional tras el triunfo de Iñárritu y su equipo en la Semana de la Crítica del 2000.

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Algunas reseñas como la de Fotogramas en su momento dijeron: “Salvaje, atroz, agresiva, vagamente esperanzadora, Amores perros termina del único modo posible: la figura del hombre moderno, errante y sin objetivos, alejándose sobre una tierra de cenizas. Otro símbolo, tan contundente como un accidente de coche, de la muerte de los sentimientos”.

Ahora que se ha lanzado en cines la versión restaurada en 4K de Amores Perros - 92%, nos acercamos a varios cineastas mexicanos jóvenes (Orlando Rosillo, Alba Herrera, Fabián León López, Diana Juárez y Kevin de León) para pedirles que nos expliquen la relevancia que esta película tuvo en su formación como creadores visuales y a la vez para conocer a una nueva generación de directores que poco a poco va abriéndose camino en la industria de cine en México. ¿Qué lugar ocupa la ópera prima de Alejandro González Iñárritu en el cine mexicano? ¿Cuál fue aquella primera impresión de la cinta, y sí los motivó o afianzó su vocación de cineasta? ¿Es un referente obligado?, son algunas de las preguntas que responden.

He aquí sus testimonios:

Orlando Rosillo

(Director y guionista de Cine y Televisión, realizador de Coco (2015), Blu (2020), productor y asistente de dirección de A Solas (2016), Disappeared (2018) y The Metaphorical Death (2019). En 2017 ganó el primer lugar en el Torneo de Guión Cinematográfico organizado por Escribe Cine A.C.)

Amores Perros - 92% no es la mejor película de Alejandro G. Iñárritu. Por suerte es uno de esos directores, que obra con obra se superan así mismos. Pero sí pertenece a un selecto club de la cinematografía nacional, ahí se codea con filmes cómo: Raíces; Los Albañiles; El Suavecito; Vámonos con Pancho Villa; Cronos - 89%; El vampiro; Tempestad - 91%; Macario - 100%; Canoa - 100%; Y Tu Mamá También; Los Olvidados - 94%; Mecánica Nacional; Él; La Camarista - 92%; y algunos otros.

Una obra donde colisionan nombres que jamás causarán indiferencia: Guillermo Arriaga; Alejandro G. Iñarritu; Gael García Bernal; Rodrigo Prieto; Brigitte Broch; Adriana Barraza; Gustavo Sánchez Parra; Vanessa Bauche; Emilio Echevarría y muchos otros. Y teniendo semejantes nombres engalanando este filme, ya lo diría Rodrigo Murray “Tener Amores Perros en el curriculum, no le estorba a nadie”.

Amores Perros - 92% no hubiese podido surgir sin las enseñanzas de Ludwik Margulles; Amores Perros no hubiese podido existir sin la niñez de Guillermo Arriaga , sin su amor por la Unidad Modelo, sin el choque que le provocó amnesia en 1985, accidente que lo hizo obsesionarse por el antes, el durante y lo que sucedió después de su colisión. Sólo así pudo nacer la estructura de este filme; Amores Perros existe por la sensibilidad dirigiendo actores de Iñárritu, por su maestría en la elección de colaboradores, por su megalomanía, por su paso por la radio y la televisión; Amores Perros tendría un montaje diferente sin la ayuda de Guillermo del Toro; Amores Perros hubiese sido otra sin la mentira de un estudiante a su escuela en Londres; sin el temple de un stunt que se animó a colisionar su coche contra el que manejaba un maniquí; Amores Perros no sería sin el ojo de Rodrigo Prieto, sin su obsesión por la estética de Wong Kar-wai; sin la textura que da la mugre. Sin la Condesa, sin la Doctores, sin la Ciudad de México.

En alguna ocasión Gael García Bernal confesó no esperar nada de la película, incluso solicitó un VHS a los productores, para que pudiese enseñarla a su familia. No fue necesario. El filme se estrenó en la semana de la crítica en Cannes, el 13 de mayo de 1999. Fue una función demasiado intensa para “El Negro”, tanto que a los veinte minutos tuvo que abandonar la sala para salir a fumar. Se terminó dos cajetillas en poco más de dos horas. En una cena posterior al estreno, narraría esta experiencia al mismísimo Bernardo Bertolucci, el prodigioso director italiano atinaría a decirle después de dar un trago a su copa de tinto “que la sensación nunca mejora".

Amores Perros - 92% es una película que debe ser vista por cualquiera que ame el cine.

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Alba Herrera Rivas

(Directora de Bajo el Caparazón (2012); Mover un Río (2015)).

Cuando se estrenó Amores Perros - 92% en cines en México, era una adolescente de 17 años que recién había entrado a la licenciatura. A mi corta edad, me pareció una película impresionante, que tocaba diversos temas sociales, como no se habían abordado en mi escaso conocimiento de cine mexicano. Algunas otras películas le hacían segunda, no tenía muchos años Y Tu Mamá También - 92%. El cine mexicano de ficción, estaba dando una vuelta distinta a lo que estaba acostumbrada a ver en la pantalla. Pensé que el cine mexicano tenía un gran potencial, que después sin duda, no paró ahí y comenzó un apogeo de financiamiento de nuevas historias, aunque pocas podían ser llevadas a las pantallas comerciales, salvo las que claramente pertenecían a un público de "amplio espectro".

Habrá mucha gente que dirá que Amores Perros - 92% es una copia de esto o aquello, que tiene un exceso de drama, que explota la miseria y un largo etcétera. La realidad es que a mí, me gustó en ese momento. No la he vuelto a ver recientemente como para volver a hablar de ella con la perspectiva que tengo ahora de mayor edad y formación, sin embargo, considero que sigue siendo muy valiosa para el cine mexicano.

Pienso si esto tuvo que ver o no en mi formación como cineasta, y considero que no necesariamente en el formato que elegí para contar historias, pero sí tal vez en sembrarme la idea de que aún en México es posible hacer cine. La realidad es que para mí quien realmente me hizo pensar que era posible comenzar en el mundo del documental, fue Rose Mary Reed, cuando hacía prácticas en Washington D.C., becada por el gobierno de Tamaulipas, un día me preguntó ¿realmente qué quieres hacer en tu vida? Le respondí "hacer documentales, pero no creo que sea posible". Para responderme solo me planteó una pregunta, que quedó incrustada en mi cabeza: Y por qué no.

Fabián León López

(Director de El Verano del Cerillito (2014), Prohibido Caminar en Círculos (2015), Chambelán (2017), El puente de los niños traviesos (2019)).

Yo descubrí el cine nacional cuando me robé un VHS de Amores Perros - 92%, y estoy seguro que es la principal causante de por qué yo hoy quiero hacer cine. Hasta ese momento mi educación audiovisual únicamente estaba llevada por el cine Hollywoodense que, para bien o para mal, me había enseñado películas de construcciones bastante emocionantes o excitantes, pero que representaban una realidad que nada tenía que ver con la mía. Amores Perros rompió eso.

Fue la primera vez que, aunque detesto el exceso del uso de esta palabra, me sentí identificado, que vi un barrio con personajes gandallas, agresivos, cariñosos y tan viciosos como los de mi colonia. Pero, a diferencia de miles de propuestas actuales, con una trama (mañosa terapia de shock, claro que si) preocupada de mantener al público cerca. Es una ópera prima furiosa sobre un grupo de personajes que sigo sin poder dejar de ver.

A 20 años de su estreno, y como es natural, es una película cuyo discurso se sigue cayendo a pedazos, pero con una fuerza que ya quisiera mucha de nuestra producción nacional actual. Esa furia encaminada por un director que se juntó un dream team entre diseño sonoro, música, foto, arte y cast, para darnos algo que cada vez sucede menos, secuencias para ver y re ver hasta el cansancio. Secuencias que la hacen inolvidable espero que no solo para nuestra generación.

Diana Juárez Rodríguez

(Directora de La Plancha y los Niños (2012), Segunda cámara en el documental La Costa Chica (2017) y tiene en producción los cortometrajes La Niña y el Cráneo, Levantar la Sombra y Ensayo sobre la Euforia).

Amores Perros me parece que es una película icónica, cuyo valor más allá de su técnica, se expande hacia enmarcar una época, una forma de hacer cine contemporáneo de talla internacional, aunque en su lado profundo conserva lo cutre y lo duro que aún quedaba del cine de la década de los años 70 y 80, así como la influencia del llamado nuevo cine mexicano, más pop, más comercial, con un lenguaje accesible para las masas, pero sobre todo mi primera y más importante impresión que recuerdo cuando la vi por primera vez y que se mantiene hasta estos días, es que es un cine sensible a la necesidad catártica del público. Influyó seriamente a las generaciones venideras, y desde entonces considero que el cine mexicano es marcadamente social.

Lo que más me impresionó de Amores Perros - 92% es la metáfora del perro como expresión de los instintos primitivos del ser humano, más allá de su bondad o maldad, hay una conducta errática motivada por los deseos, o anhelos de encontrar la realización personal, en este punto el encuentro de las historias que interactúan, por medio de un accidente es un pretexto excelente para hablar de rupturas, aunque volviendo a los perros, lo que más me gusta es la relación que estos humanos tienen con los perros porque es ahí donde podemos ver su lado más tierno y noble, a pesar del mundo cutre en el que se desarrollan los personajes.

Kevin de León

(Guionista y director de los cortometrajes Interferencia (2015), Be-you-tiful (2015), ganador del Primer Festival Iberoamericano de Guion en línea de la plataforma Filmadores con el guion de cortometraje Zona íntima).

Amores Perros - 92% es la película que cambió por completo mi perspectiva acerca del cine mexicano. Aunque en aquel entonces había visto buenos títulos nacionales, cuando vi esta cinta en mi adolescencia, provocó que aumentara mi amor e interés por la cinematografía nacional. Hasta la fecha es uno de mis filmes favoritos, en especial por el guion de Guillermo Arriaga, el cual considero como uno de los mejores guiones que se han escrito en México, ya que tiene una excelente estructura con un inicio in media res, personajes tridimensionales, una gran calidad en sus diálogos y un acertado desarrollo de dos temas universales: el amor y la muerte.

La dirección de Alejandro González Iñárritu es cruda e impresionante, al igual que las imágenes del cinefotógrafo Rodrigo Prieto, que no serían las mismas sin la música de Gustavo Santaolalla y el enorme trabajo en el diseño de producción de Brigitte Broch. Faltan muchos nombres por mencionar, porque es notable que cada departamento involucrado en esta producción, en conjunto con el talento de todos sus actores, contribuyeron con excelencia para que Amores Perros se convirtiera en la obra maestra que es. Hasta hoy me sigue inspirando como guionista y director, regreso a ella cada vez que necesito inspirarme o recordarme por qué quiero hacer cine. Aunque quizá nunca alcance los niveles de calidad con los que se construyó esta película, estoy seguro de todo lo que he aprendí gracias a ella. Probablemente no estaría escribiendo esta opinión o dedicándome a lo audiovisual si nunca hubiera visto Amores Perros.

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