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RESEÑA FICM 2020: Ricochet | No hay descanso en la revancha

Compitiendo en la Selección Oficial de Largometraje Mexicano, Ricochet es una pieza notable que invita a reflexionar en torno a la torpeza de las instituciones impartidoras de justicia y las consecuencias del revanchismo

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RESEÑA FICM 2020: Ricochet | No hay descanso en la revancha

Compitiendo en la Selección Oficial de Largometraje Mexicano, Ricochet es una pieza notable que invita a reflexionar en torno a la torpeza de las instituciones impartidoras de justicia y las consecuencias del revanchismo

POR Alejandra Lomelí -

Hay un tema que atraviesa a la gran mayoría de las películas del FICM 2020 y es el de la búsqueda de justicia. Ya sea desde la metaficción como lo hace Fauna o de una forma más explícita como en Sin Señas Particulares - 100%, los directores han creado obras para alzar la voz sobre la falta de dirección del país en términos de impartición de justicia, sin embargo, no es exclusivo de México, sino una constante que se repite en toda Latinoamérica. En Ricochet - 67%, película de Rodrigo Fiallega que compite en la Selección Oficial de Largometraje Mexicano, la denuncia está presente en una historia de duelo, soledad y venganza.

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Fiallega dirige y escribe una historia que gira en torno a un pesado duelo por parte de un padre cuyo hijo es asesinado, la información no se nos da de inmediato, sino de forma dosificada y a través de las conversaciones entre los personajes. Es pues, una película que reclama nuestra atención sin llegar al extremo de la contemplación, aunque se toma su tiempo para descubrirnos al protagonista en toda su complejidad. Es también la odisea emocional de un hombre que, ante la incompetencia judicial, encontrará la redención por propia mano.

Basada en un caso real acaecido en Argentina en 2007, la película sigue a Martijn (Martijn Kuiper) es un holandés de mediana edad que reside en un pueblecito de México que parece haber quedado inmóvil en el tiempo. Vivió́, junto a su esposa Mariana (Iazua Larios), la muerte de su primogénito. Ricochet transcurre en un solo día; el que Martijn se entera de que el presunto asesino de su hijo va a ser puesto en libertad al carecer de pruebas que demuestren fehacientemente su culpabilidad. Es cuando Martijn saca toda la frustración contenida y decide vengarse.

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Austera en su propuesta formal, íntima en la observación del personaje, la película se acerca al estilo e intereses de Alejandro González Iñárritu, en su obsesión por explorar los despojos de un alma rota tras la ausencia y en la manera en la que la muerte trastoca y entrelaza la vida de varias personas (21 Gramos - 80%), pero se aleja diametralmente en cuanto a las repercusiones de los actos de Martijn para elaborar una reflexión sobre la torpeza de las instancias gubernamentales. De esta forma, Ricochet se acerca más a la poderosa Matar a un Hombre de Alejandro Fernández Almendras, película chilena que también retrata un indignante caso basado en hechos reales.

Sencilla en su apuesta formal pero compleja en sus implicaciones morales, Ricochet toma distancia del espectador para hacer, por un lado, un estudio sobrio de personaje y, por el otro, crear poco a poco la tensión que explotará en el último acto, una catarsis inquietante a la indiferencia del gobierno, aunque el fin aquí no justifique los medios, pero pone el punto en el renglón: el viciado sistema de corrupción engendra violencia; el ánimo de revanchismo socava la humanidad y la destruye, el ojo por ojo nos dejará ciegos.

El gran acierto de Rodrigo Fiallega es que no adorna un relato ya de por si trágico, por eso resulta eficaz su acercamiento minimalista e intimista, pero, principalmente porque se acerca a su personaje sin tretas, sin guiar una percepción maniquea, lo que es mejor, conforme avanza la trama, éste se hace un personaje psicológicamente más complejo que contrasta en todo momento con el bucólico paisaje campirano, el impacto de su evolución es, por lo tanto, más inquietante. En este sentido, Ricochet no se hace predecible, de hecho, cuando caemos en cuenta del lugar al que llegará Martijn, de su transformación que lo lleva de ser un hombre común a un monstruo, es porque ya lo estamos presenciando.

Ricochet - 67% es un trabajo sólido y una pieza notable, un drama que puede ser definido como un thriller moral oportuno para fomentar la discusión en torno a la inagotable búsqueda de justicia ante el torbellino de violencia y resentimientos. Una película que se debe ver.

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