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RESEÑA | Tristeza y Alegría en la Vida de las Jirafas: Una fábula portuguesa

Una película que nos recuerda lo agridulce que puede ser la vida entre la realidad y la fantasía en el momento de crecer

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RESEÑA | Tristeza y Alegría en la Vida de las Jirafas: Una fábula portuguesa

Una película que nos recuerda lo agridulce que puede ser la vida entre la realidad y la fantasía en el momento de crecer

POR Kevin de León -

Cuando somos niños anhelamos constantemente crecer y ser mayores, pero una vez que somos adultos descubrimos que en esta etapa puede ser un tanto difícil escapar del miedo, la frustración y la ansiedad. Es entonces cuando sentimos añoranza por esa infancia en la que quizá no había demasiadas preocupaciones y responsabilidades. Nos invade la nostalgia por aquellos años en que actuábamos con valentía y sin ningún freno que nos limitara a ir detrás de nuestros sueños. La inocencia infantil es un motor para construir mundos e historias de fantasías, sin embargo, parte de crecer implica enfrentarnos a una realidad que tal vez nunca formó parte de nuestro imaginario ni de los juegos infantiles. Por otro lado, también hay que tener en cuenta que las realidades de la población infantil, son totalmente distintas para cada zona geografía en este mundo y por lo tanto, hay niños que se ven obligados a asumir responsabilidades de adulto a sus cortas edades.

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La película Tristeza y Alegría en la Vida de las Jirafas - 69%, dirigida por el portugués Tiago Guedes (A Herdade), es un drama y un coming of age que sigue a una niña de diez años, apodada Jirafa (Maria Abreu), quien tiene un gran instinto de curiosidad, obsesión por los diccionarios y un oso de peluche (Tónan Quito), que es su amigo imaginario al que llama Judy Garland. La niña prepara un proyecto escolar acerca de las jirafas, su plan es documentarse para este trabajo a través del canal de Discovery Channel, sin embargo, su padre (Miguel Borges), un actor en crisis emocional, se encuentra desempleado, sin posibilidades de reparar la televisión descompuesta y sin dinero para pagar el cable. La niña busca una alternativa para pagar las cuentas y tener Discovery Channel de por vida. Para llevar a cabo este plan, Jirafa escapa de la escuela hacia diferentes lugares en los que se topa con una serie de personajes que le dan lecciones acerca de la vida.

La cinta presenta un guion que a primera vista parece simple y que resulta fácil de seguir, aun así hay que poner bastante atención ya que es un filme con distintos niveles de lectura y debajo de ciertos diálogos o situaciones cotidianas se encuentran claves extraordinarias. El guion es un duelo de contrastes, que alterna situaciones tristes mientras el personaje principal afronta la vida con su optimismo. El diseño de arte es colorido, llamativo y los collages escolares marcan ritmo y movimiento en las primeras imágenes de la cinta. Hay un buen trabajo de vestuario, llama la atención que Jirafa, lleva colores cálidos, vibrantes y llenos de vida que se diferencian de los vestuarios fríos, oscuros y grises monótonos de los adultos con los que interactúa. Aún más interesante se vuelve como juega el vestuario con el arco dramático de Jirafa en las escenas finales. Mención especial para el vestuario de la botarga afelpada que acompaña a la protagonista.

Por momentos la fotografía parece que intenta seguir con esa puesta en escena teatral del texto del que parte la película, pues se incluyen grandes planos generales que dan esa sensación, no obstante se consigue una estética muy particular con las locaciones en exteriores. Aunque quizá lo más teatral que conserva el filme, es el uso de los monólogos de sus personajes, entre los cuales aparecen los temas más importantes de Tristeza y Alegría en la Vida de las Jirafas - 69%. Es Abreu quien lleva el peso de la película y entrega una actuación llena de reacciones e impulsos verosímiles sin volver caprichosa a su personaje. La película está cargada con analogías muy filosóficas acerca de la vida. Los discursos más importantes del filme suceden cuando nos propone que hay que encontrar la motivación de nuestras acciones, cuestionarnos todo el tiempo las cosas, pero sin ser demasiado calculadores. Nos recuerda que vivimos en un mundo que se mueve entre la realidad y la ficción, entre una dualidad de felicidad y tristeza.

Tristeza y Alegría en la Vida de las Jirafas no es una película perfecta, algunos personajes y temas quedan en segundo plano, pues por momentos se la da más importancia al personaje del oso imaginario que abusa de un vocabulario vulgar, sobre todo cuando se trata del producto de la imaginación de una niña de 10 años. Pudo haber funcionado mejor algo similar al tratamiento que se le dio al Hitler imaginario en Jojo Rabbit - 75%.

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El largometraje no son las jirafas, como tampoco lo es el proyecto de la protagonista. En en todo caso la cinta hace analogías a las teorías de Darwin acerca de la evolución, el proceso de adaptación y los inevitables cambios al crecer. Tristeza y Alegría en la Vida de las Jirafas - 69% es un filme que nos deja con más preguntas que respuestas y esa también es la magia del cine, que nos permita cuestionarnos todo el tiempo, como cuando éramos niños y no descansábamos hasta encontrar esas respuestas. Uno de los recordatorios más importantes que nos deja el filme es, que en el cine y en la vida hay que disfrutar más el viaje que las metas, y no olvidar las motivaciones que nos llevan a eso. En conclusión, una película que puede hacerte sentir bien en estos tiempos difíciles y plagados de nostalgia.

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