Tomatazos

En México estamos acostumbrados (o decimos que lo estamos) a la pirotecnia, a celebraciones con cuetes y fuegos artificiales. Aunque en algunos lugares esta forma de festejo ya está mal vista, por los riesgos que representa tanto para los humanos, como para los animales y el ecosistema en general, en Tultepec, Estado de México, la pirotecnia es una forma de vida. No sólo es la única forma en la que muchas familias ganan dinero, sino también la disfrutan y es todo lo que conocen.

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Precisamente lo anterior es abordado en el documental Pólvora y Gloria - 87%, dirigido por el cineasta alemán Viktor Jakovleski. En este filme se retrata la forma en la que vive este poblado del Estado de México, a través y a partir de la pirotecnia. La película espera llegar a los cines en mayo, de la mano de Cinépolis, para ofrecer a quien lo desee, otro punto de vista sobre lo que son celebraciones como la Feria Nacional de la Pirotecnia Tultepec.

A lo largo de 67 minutos, el director presenta un retrato con pocas voces, pero visualmente muy atractivo de los dos eventos más importantes de la Feria de Tultepec, por un lado, el Concurso Nacional de Castillos de Torre, y por otro, el tradicional recorrido y quema de Toros.

La idea sobre este documental surgió gracias a que Jakovleski conoció a un artista que le contó sobre la gran feria de pirotecnia que se celebra en México. El realizador quedó cautivado con la historia, por lo que decidió viajar a Tultepec para ser testigo de esta peligrosa fiesta llena de luces, fuego y adrenalina. El resultado se ve plasmado en su película, pues más allá de ofrecer una crítica sobre este evento, el cineasta muestra cómo es la vida de las personas del poblado, sobre todo días antes y durante su máxima celebración.

Si bien la cinta carece de muchas declaraciones, sí sigue a diferentes personas que explican qué es la pirotecnia para ellos. Sorprende el caso de un niño que reconoce que le da miedo dedicarse a la elaboración de estos artefactos, sin embargo, también explica que su papá lo motiva. Asimismo, una señora afirma que no le gusta la pirotecnia, pues perdió a su hijo, no obstante, también acepta que es lo único que sabe hacer. De igual manera, otros sujetos transmiten su emoción por poder vivir de ella, a pesar de conocer los peligros que esta trae consigo.

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Es a partir de esos contados testimonios, pero sobre todo del abundante material visual, que el realizador alemán logra transmitir lo mismo que él sintió al conocer esa fiesta. Pero a pesar de la calidad técnica del filme, por momentos se siente trivial, ya que no ofrece nada nuevo para un espectador mexicano. Es cierto, para alguien que nunca ha ido a esta feria sí ofrece una mirada llena de color, luces, peligro, emoción, pero no intenta ir más allá.

Por lo anterior, la cinta no es algo que perdure en la mente de los espectadores, es más como una mirada rápida, impresionante, pero pasajera. De igual forma, la falta de identificación de cada uno de los sujetos que da su opinión, provoca que el trabajo se sienta poco investigado. La descripción de este evento es algo que habla por sí misma, sin embargo, la interpretación de cómo la vida de un pueblo puede limitarse a algo tan peligroso, controversial y emocionante como lo es la pirotecnia, también hubiera aportado.

Es así que Pólvora y Gloria - 87% es un buen acercamiento para aquellos que desconocen las celebraciones centradas en la pirotecnia, además, es un viaje visual muy impresionante, con tomas de gran calidad sobre un fenómeno que da mucho sobre qué hablar.

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