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Este año el cineasta estadounidense Jim Jarmusch, conocido por Paterson - 96% y Gimme Danger - 94%, estrenó el filme Los Muertos no Mueren - 49%, una historia sobre zombis que llamó la atención por su elenco lleno de reconocidas celebridades y por su excéntrica perspectiva sobre el subgénero de terror que se volvió todo un fenómeno cultural a finales de los sesenta. Si bien los comentarios de los críticos no fueron del todo negativos, la realidad es que tampoco fue una película tan aclamada como sus predecesoras.

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La historia de Los Muertos no Mueren gira alrededor de tres oficiales de policía que deben resguardar su pequeña ciudad, ubicada en el corazón de los Estados Unidos, de los zombis que poco a poco comienzan a levantarse de sus tumbas.

Bill Murray, Adam Driver, Tilda Swinton y Selena Gomez participan en esta producción cuyo tráiler causó sensación por su particular sentido del humor. El filme tuvo su primera presentación en el Festival de Cannes de este año y las primeras reacciones de la crítica fueron positivas, pues los especialistas consideraron que el realizador pudo abordar este subgénero con un sentido del humor muy atractivo.

Algunos expertos han reconocido el trabajo de Jarmusch en esta cinta en la que hace una crítica dura al consumismo y al capitalismo. De igual manera, los críticos han señalado que a pesar de la primera impresión que dice que es una cinta tonta, la realidad es que tiene un significado más profundo.

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Por otra parte, los especialistas han aplaudido el trabajo del director al lograr imprimir en el apocalipsis zombi su preocupaciones por lo absurdo y condenado que parece ser el destino de la humanidad. Todo sin perder de vista el sentido del humor y sin tratar esos temas con un aire sombrío. Asimismo, mencionan que parece que la realización de la cinta fue muy divertida, lo que provoca que exista armonía entre los personajes.

En cuanto a los comentarios negativos, la crítica principal que le hacen a Jarmusch es que no logra mantener la irreverencia que lo caracteriza en todo el filme, a diferencia de sus trabajos previos que estaban repletos de su esencia. Además, algunos expertos mencionan que la idea de la humanidad que tiene el director es bastante oscura y fatalista y así lo retrata en esta cinta.

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A continuación presentamos lo que ha dicho la crítica especializada sobre este filme:

Katherine McLaughlin en The List

Jarmusch ataca duramente al capitalismo, al consumismo y a las relaciones raciales en una película que se asemeja a Matinée, de Joe Dante, en su sátira de un comportamiento humano deliberadamente destructivo.

Nicholas Barber en BBC.com

Tonta y arqueada como puede ser, su vena de fatalismo es conmovedora e incluso profunda.

Alexa Dalby en Dog and Wolf

Parece que fue bastante divertida de hacer.

Raphael Abraham en Financial Times

Es una película interesante con grandes bromas internas y una prolongada discusión sobre la película misma (sí, dentro de la película).

Nicholas Bell en IONCINEMA.com

...tan sólo la película lograra retener la irreverencia habitual de Jarmusch.

Peter Bradshaw en The Guardian

Es una divertida toma de un género reanimado y recordado con cariño: las pesadillas de zombies de George A Romero, de cuando los cuerpos hambrientos de carne salen de sus tumbas, ahora completamente entregados al narcisismo caníbal, conformista y consumista que devoró sus almas antes de sus muertes.

Owen Gleiberman en Variety

Todo lo que Jarmusch parece añadir a este género bien conocido es un guiño de humor que se mueve entre lo entretenido y lo molesto.

David Ehrlich en IndieWire

La preocupación de Jarmusch por la vida y el fin del mundo (el decaer de la cultura que viene con él) llega con una entretenida y literal conclusión en The Dead Don't Die, una floja comedia que reacomoda los huesos de La Noche de los Muertos Vivientes en un lamento por un sociedad al borde del colapso.

Tim Grierson en Screen Daily

Un torcido y amargo sentido de resignación permea en The Dead Don't Die, una desvergonzada película de zombis de Jim Jarmusch que ve muy poco de valor en el mundo que merezca ser salvado. Y pese a ello, Jarmusch, que con frecuencia dobla al género para acomodarlo a su visión idiosincrática, aterriza algo único, perturbador y desesperanzador, al atacar el materialismo de los Estados Unidos de Trump.

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