Tomatazos

El género de horror necesita agregar aspectos frescos a las películas para no caer en la monotonía de la que el público se queja cuando se trata de producciones de Hollywood, para esto no se necesita crear una trama compleja que nadie entienda o hacer un Frankenstein de diferentes géneros, sólo se requiere una cosa: ser innovador. Películas como Midsommar: El Terror No Espera La Noche - 98% o El Legado del Diablo - 96% se han encargado de dar la cara por presentar ideas frescas en el género, ¿dónde ubicamos Boda Sangrienta - 96%?

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Con lo anterior no estamos diciendo que Boda Sangrienta sea la primera cinta con una historia con resultados sangrientos en una unión conyugal, pues [REC] 3: Genesis ya había abordado esta situación, pero aquella película ofrecía algo que poco se había visto en este tipo de relatos cinematográficos: el misterio y el temor a lo desconocido, con tintes de comedia. Durante la noche de su boda, la novia (Samara Weaving), recibe la invitación por parte de la rica y excéntrica familia de su marido (Adam Brody) para participar en un ritual ancestral que consistirá en elegir un juego que comenzará a media noche y terminará por la mañana para, así, finalmente pertenecer al clan al 100%, lo que ella no sabe es que esto se convierte en un juego letal de supervivencia donde toda la familia la estará buscando para asesinarla.

Dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, con guión de Guy Busick y Ryan Murphy , Boda Sangrienta va directo al grano, no pierde tiempo en llevar al espectador al corazón de la trama, tampoco busca sorprender con escenarios extravagantes. Hay una breve introducción a los personajes y la premisa antes de entrar en la cacería salpicada de humor negro.

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Las críticas destacan que una de las virtudes de la película es su actriz principal, Samara Weaving, excelente en su papel, con una buena progresión entre la joven frágil del inicio y la mujer cruel y decidida a sobrevivir a este absurdo juego, al final, aplauden también la atinada mezcla de géneros del horror, del gore, muy atractiva para los amantes del slasher. Solo un pequeño sector de periodistas cinematográficos no terminó por aprobar la apuesta y sepulta a la película bajo el argumento de que la mezcla de géneros no termina por convencer y la cinta no va a ningún lado pues no hay una evolución clara para su protagonista.

Sin más por el momento, te dejamos las críticas más destacadas de Boda Sangrienta - 96%:

Javiera García, de CanalFreak:

...es una entretenida película de terror que sabe mezclar gore y humor, y nos da un muy bello resultado.

Val C.Trugo, de Kibit:

...es una película con crítica a los grupos más adinerados y que la plantea desde el terror y la comedia en una combinación prometedora...

Pedro Ascui, de Cine, TC y más:

Si eres fanático de las películas Slasher o el Gore, esta película es para ti, pero si buscas algo entretenido y que no sea de terror, mejor ve algo otra cosa, ya que la sangre, huesos e intestinos sobran en este filme.

Carlos Mario Castro, de El Sabanaero:

Una película que demuestra que hasta en el cine, se puede conseguir algo bueno, bonito y barato.

Emiliano Fernández, de Metacultura:

...el film es un trabajo bastante rutinario que en sus dos primeras terceras partes se ahoga en diálogos y situaciones de manual para recién en el último acto levantar la puntería y la efervescencia.

André Didyme-Dome, de Cine Didymedome:

Lo que pudo haberse convertido en una nueva Huye o un nuevo Evil Dead, termina siendo una película de terror que promete mucho pero que, al final, entrega poco.

Richard Brody, de New Yorker:

Esta comedia de terror ahoga tanto el humor como el drama

Michael O'Sullivan, de Washington Post:

El estilo de actuación, en un evento deportivo, simplemente se llamaría gritar.

Adam Graham, de Detroit News:

"Boda Sangrienta" intenta criticar a los súper ricos y las ansiedades del matrimonio, pero termina ahogado en su propio charco de sangre.

G. Allen Johnson, de San Francisco Chronicle:

El problema con "Boda Sangrienta" es que los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett no saben qué tipo de película quieren hacer, o qué hacer con su heroína.

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