Artículos

Películas con las mejores escenas de la década

Es cierto que las películas son más que una escena, pero estos fragmentos han logrado capturar perfectamente la esencia del filme en su totalidad

Artículos

Películas con las mejores escenas de la década

Es cierto que las películas son más que una escena, pero estos fragmentos han logrado capturar perfectamente la esencia del filme en su totalidad

POR Alejandra Lomelí -

Estamos próximos a concluir la segunda década del 2000 y hacer un recuento de los sucesos y filmes que pudimos disfrutar a lo largo de diez años resulta un ejercicio estimulante, aunque también arduo ya que se deben seleccionar entre miles de producciones que se estrenaron a lo largo de este tiempo. Claro que debemos dedicar un espacio a las películas que los críticos consideran las mejores de los últimos 10 años, pero empezaremos con las escenas que se quedaron grabadas en nuestra cabeza recopiladas por IndieWire.

Podría interesarte: Los sucesos que definieron la década

Es cierto que las siguientes películas son más que una sola escena, pero estos fragmentos han logrado capturar perfectamente la esencia del filme en su totalidad. Desde la inspiración de Terrence Malick hasta Jean-Luc Godard, aquí las mejores escenas de la década.

Fuerza Mayor - 93% - La avalancha

Una avalancha en la montaña más cercana al restaurant del hotel en la que una familia pasa sus vacaciones es suficiente para llamar la atención de las personas y activar la alerta del instinto de supervivencia de matrimonio con sus hijos o, mejor dicho, de la esposa, Ebba, la única que se preocupa por sus pequeños cuando se precipita la avalancha. Sin duda el terror invade a los presentes, pero ninguno está tan aterrado como Tomas, el marido, que corre tan rápido para salvar su vida sin mirar atrás; tan pronto como las cosas se ponen mal, él se va dejando a su esposa e hijos.

Esta escena, humorística como terriblemente escalofriante, es la chispa del drama que veremos a continuación: Tomas solo se preocupa por sí mismo. A primera vista, esta película de Ruben Östlund no parece una comedia negra porque la familia casi muere en la avalancha, sin emgargo, el padre se revela como un egoísta, todo se desmorona, pero, aunque todo parece nefasto, estamos ante una comedia negra muy perversa.

Burning - 94% - Baile al atardecer

La primera parte de Burning nos hace pensar que estamos ante una película naturalista, además, el guionista y director Chang-dong Lee explora la formación de un extraño triángulo amoroso conformado por dos jóvenes: uno pobre e incómodo (Ah-in Yoo como Lee Jong-su), el otro misterioso y encantador (Steven Yeun como Ben), así como por una mujer de espíritu libre (Jong-seo Jeon como Hae-me). La extraña relación de este trío alcanza su punto culminante cuando Ben y Hae-mi llegan a la granja de Jong-su para fumar y ver el atardecer. De repente, como si estuviera poseída, Hae-mi decide quitarse la blusa y bailar contra un cielo azul anaranjado y el tiempo se detiene. Esta escena ausente en el cuento de Haruki Murakami que sirvió de inspiración para esta película, es un momento de pura creación cinematográfica: un sueño hipnótico que arroja un hechizo fascinante sobre el resto de la película.

¡Huye! - 99% - La hipnosis

Por sí mismo, ni una taza de té, ni una cuchara, ni Catherine Keener dan tanto miedo juntos, pero Jordan Peele los convirtió en una pesadilla, de hecho, la secuencia que involucra estos tres componentes hizo que ¡Huye! se convirtiera en una de las mejores películas de terror de la década al mismo tiempo que la historia le sirvió a Peele para colocó sus comentarios sobre el racismo en Estados Unidos. En el momento más recordado del filme, Chris (Daniel Kaluuya) es hipnotizado por la madre su novia (Keener) para quitarle el alma. La tensión entre los dos actores es intensa y palpable ya que Kaluuya representa la diferencia entre el viejo trauma y la nueva tortura.

El Árbol de la Vida - 84% - El nacimiento del universo

Quizás la escena más ambiciosa y visualmente sorprendente de la década sea el nacimiento del universo tal y como lo imagina Terrence Malick en El Árbol de la Vida, la cual incluyo dinosaurios y, lo que precede a esas criaturas prehistóricas es igualmente sorprendente: imágenes de nebulosas, estrellas y otro tipo de materia espacial tan vívida que resulta difícil creer que no fue filmada por la NASA. Los ardientes comienzos de nuestro planeta finalmente dan paso a océanos, desiertos y sí, dinosaurios. Todo está vinculado en El Árbol de la Vida.

Lee también: Críticos eligen las mejores películas de la década del 2010 a la fecha

El Lobo De Wall Street - 78% - La parálisis

A través de la narración de voz en off que corre a lo largo de El Lobo de Wall Street de Martin Scorsese, el delincuente de cuello blanco Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio) experimenta la reacción de un sedante: primero “la fase de hormigueo”, luego “la fase de ligadura”, pasando por “la fase de baba” y, finalmente, “la fase de amnesia”. Pero durante una gloriosa escena de 10 minutos, Belford descubre una fase desconocida: “la fase de parálisis”. Una vez que a Belfort se le avisa el éxito de una operación e US$20 millones, éste conduce su Lamborghini blanco a un club deportivo sin darse cuenta que el sedante está a punto de dejarlo sin sentido. Cuando hace una llamada a su vecino Donnie (Jonah Hill), Belfort descubre que su teléfono está intervenido, es en este momento cuando le llega la fase de parálisis: Belfort se arrastra hasta llegar a su carro y de alguna manera dirigirse a su casa. Leonardo DiCaprio siempre ha sido considerado como uno de los mejores actores, pero sus habilidades de comedia física eran prácticamente desconocidas. La confianza mutua entre el actor y el director permitió esta maravillosa escena.

Carol - 94% - Breve encuentro

La guionista Phyllis Nagy tomó prestado un elemento del clásico de David Lean, Brief Encounter para la película Carol. La escena muestra a Carol (Cate Blanchett) y Therese (Rooney Mara) hablando de sus vidas. Es difícil pasar por alto la forma en la que Carol toma el hombro de Therese cuando sale del lujoso restaurant o incluso cuando Therese sigue sintiendo el toque de Carol cuando ésta ya se había ido. Está claro que estamos presenciando los escombros de una ruptura, sugiriendo que Therese sufrió el mayor daño. Pero en esta escena también podemos presenciar la represión que viven estas dos mujeres.

Mad Max: Furia En El Camino - 97% - Escape de Gas Town

Cualquier secuencia en la película de George Miller ilustra su dominio absoluto en su obra, pero en donde lucen más sus habilidades es en la secuencia de escape de Gas Town. Este momento es especialmente fascinante, la edición de corte rápido permite ver la perspectiva de Furiosa y la de los locos War Boys en una lucha encarnizada que incluye autor ardiendo en el desierto, mientras que Tom Hardy básicamente solo mira atado a uno de los autos de los War Boys. Es un enfrentamiento áspero y ardiente con mucho polvo.

The Master: Todo Hombre Necesita un Guía - 85% - El interrogatorio de Freddie Quell

The Master de Paul Thomas Anderson, se desarrolla conforme los hacen sus personas y una de las escenas que mejor lo ilustra es cuando el líder de un culto religioso, Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman), interroga a Freddie Quell (Joaquin Phoenix), un malviviente y borracho que se coló en un barco, un interrogatorio que en realidad es una confesión forzada para que el líder pueda detectar sus debilidades para interceptarlas con sus enseñanzas pseudocientíficas. Anderson encierra a sus dos personajes en una serie de primeros planos asfixiantes que intensifican la intensidad claustrofóbica del momento y dan paso a la sofocación de Freddie. La genialidad de la escena radica en cómo se privilegia al oyente sobre el hablante; esto no es una conversación, es una invasión. La cámara enfoca la cara de Lancaster mientras él examina la psique de Freddie, Lancaster tenía hambre y Freddie lo alimenta. Es un momento de simbiosis ya que estos dos hombres se dan cuenta simultáneamente de cuánto se necesitan.

Adiós al Lenguaje - 100% - Godard reinventa el 3D

A veces se necesita que un veterano director nos recuerde que el cine todavía está en su etapa más temprana y el público que se encontraba en el Grand Théatre Lumière en el Festival de Cannes lo reconoció rompiendo en aplausos espontáneos cuando Godard transgredió el principio básico del 3D estereoscópico al proyectar una imagen diferente para cada ojo: en la pantalla se observa a una pareja desnuda discutiendo en su casa, pero si se cierra el ojo derecho se verá el área púbica de una mujer; si se cierra el ojo izquierdo se muestra el pene flácido de un hombre. Se trata de montaje sin montaje, expresión cinematográfica familiar transformada a través de la gramática radical por el mayor etimólogo del medio, Jean-Luc Godard.

También podría interesarte: Las mejores películas de la primera mitad de 2019 según la crítica

Balada de un Hombre Común - 94% - La audición

Llewyn Davis (Oscar Isaac) no pasa por buenos momentos, aunque tampoco sería correcto decir que los tuvo. Afligido por la pérdida de su compañero de música, resentido por el fracaso comercial de su álbum y completamente furioso por un mundo amargo que parece haberle quitado su esperanza, el cantante se dirige a Chicago para realizar una audición de última hora para un ejecutivo llamado Bud Grossman (F. Murray Abraham). Sentado en medio de un club vacío, Llewyn comienza a tocar “The Death of Queen Jane”, llenando la balada inglesa con toda la belleza que parece no poder encontrar en su vida. La actuación de Isaac es realmente impresionante incluso en una película en la que el actor nos aplasta con una nueva canción cada 20 minutos. Pero lo que hace que esta escena destaque no es su gracia sobrenatural, sino cuánto es el empeño que pone Llewys en su número.

Comentarios

  • Tomatazos

  • Facebook

 
 
  • Mejores

  • Nuevos