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Historias y temas que Hollywood no se atreve a tocar

La meca del cine podrá presumir de ser incluyente y diversa, pero a la vez se rehúsa a abordar cierto tipo de historias

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Historias y temas que Hollywood no se atreve a tocar

La meca del cine podrá presumir de ser incluyente y diversa, pero a la vez se rehúsa a abordar cierto tipo de historias

POR Ruben Pintos -

El reciente anuncio de que Disney tendrá a una actriz de color en el papel estelar de su remake live-action de La sirenita - 66% ha puesto al internet patas arriba. El cambio de raza del personaje creado por Hans Christian Andersen parece significar diferentes cosas según a quien se le pregunte: para algunos es un reflejo del Hollywood cosmopolita y progresivo que desea ofrecer personajes variados a su público. Para otros, es una farsa más de la corrección política y un atropello a la cinta original animada. Cierto es que si Hollywood puede hacer un “blackwashing” de un personaje entonces el “whitewashing” ya no debería ser un problema. Pero entre que es una cosa y otra esta discusión, aparentemente frívola, sin duda revela mucho de lo que el entretenimiento pop actual dice sobre nuestra época y nosotros.

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¿Hollywood realmente está en camino de convertirse en un paraíso utópico de progreso? La respuesta es un no rotundo y es que el supuesto mensaje de diversidad no parece aplicarse como debería. La verdadera diversidad es de ideas, de mensajes y temas, no de melanina o preferencias sexuales. De nada sirve poner personajes de cada etnia en el planeta si son figuras huecas y pobremente desarrolladas. Productos ásperos e impersonales ensamblados por comités de marketing que solo ven números, no personas. La diversidad de historias e ideas es realmente el mayor problema del Hollywood actual y no se ve que exista una intención de rectificar esto.

Creamos por un momento en la buena fe de Hollywood. Esto implica asumir que la industria es aparentemente más abierta a tratar temas sobre sexualidad o historias con otro tipo de personajes. Sin embargo, la interrogante se abre: ¿Qué pasa con otras historias que Hollywood prefiere evadir contar? Por cada princesa multicultural de Disney pareciera que hay docenas de historias y temáticas que son relevantes para nuestro tiempo, historias que ya no se asoman, o quizás nunca se asomaron como debían. Los tiempos por un lado dictaminan que ya no serían económicamente viables, eso y que quizás Hollywood simplemente prefiere jugar a lo seguro y seguir las modas y lo “trending” en redes a realmente correr riesgos.

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Al final del día algo no cambiará: Hollywood NO es una democracia, no se filmará lo que la gente quiera ver sino lo que ejecutivos de traje y con severos casos de gripa colombiana creen que la gente quiere ver. Hollywood no está obligado a poner actores de cierta raza o sexo ni a contar ciertas historias. Sin embargo, que por un lado la industria venda un discurso de diversidad y por el otro se contradiga de diferentes maneras es algo digno de escudriñar y eso es lo que haremos aquí. A continuación algunos de los tópicos que por una u otra razón hacen que los grandes estudios finjan demencia total cuando se trata de hacer grandes, medianas y hasta pequeñas producciones.

Islam: terrorismo, misoginia y homofobia

La llamada por algunos “religión de la paz” ha logrado conseguir una suerte de inmunidad en occidente que ya quisieran tener las religiones judeo-cristianas. Atreverse a señalar algún aspecto negativo de la religión que exige, desde su mismo nombre, sumisión total, conlleva el mote de “islamofóbico”. Este término de dudosa etimología sugiere que se tiene una aversión de índole xenofóbica a esta religión. Sin embargo, la realidad es más compleja de lo que parece. Los grupos terroristas de ideología islámica son una realidad en distintas partes del mundo. A esto hay que sumar que las mujeres y los homosexuales en naciones con gran población musulmana pueden llegar a ser ciudadanos de segunda o tercera clase. A las mujeres se les puede negar la educación o llevar una vida propia sin la supervisión de un hombre. En el caso de la comunidad LGBT, esta es simplemente inexistente debido a que la pena de muerte aún impera en naciones con Ley Sharia.

Existen producciones que de cuando en cuando tocan estos temas, como la cinta animada The Breadwinner - 86% por dar un ejemplo reciente, o la cinta de horror Bajo la Sombra - 99%. Sin embargo, Hollywood prefiere evitar criticar al Islam bajo la amenaza de ser tildado de xenófobos y por ende tener un desastre de relaciones públicas. La máxima ironía es que una industria que se dice aliada de las mujeres y la comunidad LGBT debería ser un crítico enérgico de las practicas de odio en contra de estos dos grupos y por ende, ser un feroz crítico de las cosas que están mal con las doctrinas islámicas.

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Ya que hablamos de intocables.

Películas criticas de gobiernos actuales (Arabia Saudita, China, varias naciones africanas y latinas)

Para subrayar lo dicho en el punto anterior: en el caso de un país como Arabia Saudita (miembros del consejo de derechos humanos de la ONU dicho sea de paso) las mujeres no pueden viajar, no pueden casarse sin la autorización de un tutor hombre y no pueden romper una relación violenta con un esposo abusivo bajo pena de cárcel. Uno pensaría que Hollywood estaría indignado a más no poder, pero después uno se acuerda que cerca del 80% de las reservas de petróleo del mundo se encuentran en aquella nación de oriente y entonces tiene sentido porque Meryl Streep no se sube al escenario del Óscar a lanzar pestes contra las autoridades árabes.

Otro país que nadie en Hollywood se atreve a criticar es China y esto es fácil de explicar: muchas producciones estadounidenses de los grandes estudios cuentan ahora con dinero de inversionistas chinos. La nación asiática es un lucrativo mercado donde existen millones y millones de espectadores. Cintas como Warcraft: El Primer Encuentro de Dos Mundos - 28% y Battle Angel: La Última Guerrera - 55% han salvado sus taquillas gracias a los fans chinos. Sin importar cuantos atropellos y violaciones de derechos humanos cometa el gobierno chino Hollywood solo hace como que no ve maldad y no oye maldad alguna en la tierra de la contingencia ambiental eterna.

En cuanto a naciones africanas y latinas, si bien llegan a aparecer algunas producciones esporádicamente el criticar a gobiernos socialistas (remember, Hollywood se vende como de izquierda) o señalar las atrocidades de los presidentes y guerrilleros de naciones africanas (salvo algo como El Último Rey de Escocia - 87% u Hotel Rwanda - 90%, ambas producciones británicas) también podría despertar quejas e incomodidades. Los genocidios por racismo entre tribus de África o por dictadores megalomaníacos son, lamentablemente, algo muy común en el continente oscuro. Hollywood se acerca a estos temas de puntitas y prefiere evitar sugerir que la gente negra puede ser racista, lo que nos lleva al siguiente punto.

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Historias de racismo entre minorías

Cuando los grandes estudios nos quieren dar lecciones sobre racismo, siempre recibimos algo como Green Book: Una Amistad sin Fronteras - 78%, una historia donde un hombre blanco aprenderá a no juzgar a un hombre negro por su color de piel. Si bien esto no es algo reprobable uno no puede pensar en todas las historias de racismo entre afroamericanos, latinos, asiáticos y gente de otras etnias que son rara vez abordadas. Una rápida mirada al paso a la fama de Yalitza Aparicio, estrella de Roma - 99%, habla por si solo respecto al racismo que existe en México. En el otro lado de la moneda, varios tampoco pueden concebir que la gente blanca también pueda ser víctima de racismo (si creían que usar el término “whitexican” no es racista les tengo malas noticias…). Todo esto suena a una telaraña muy complicada a la que Hollywood no se va a atrever a meterse y en efecto no lo harán. Deja más flores y palmadas seguir con la idea de que negros y latinos siempre serán víctimas y nunca victimarios de si mismos. Culpar a los demás es una salida muy fácil, cómoda y rentable.

Películas sobre corrupción y crímenes de políticos demócratas

Buena parte de los actores y directores que trabajan en Hollywood se venden como liberales y por default votan siempre por candidatos demócratas, a los que abiertamente apoyan. Los republicanos siempre son los malos del cuento y en cintas como El Vicepresidente: Más Allá del Poder - 69% queda más que evidente el absoluto desdén que Hollywood le tiene al partido, a quienes retratan como villanos de caricatura. Sin embargo, sin hacer ninguna defensa de los ya mencionados republicanos, el partido demócrata a lo largo de su historia esta lleno de gente con historias turbias y que deberían ser contadas. Tanto relatos de enorme corrupción como otros escándalos y es que, por increíble que parezca, algo como las escapadas sexuales de Bill Clinton (y las acusaciones de violación en su contra de varias mujeres) siempre son ignoradas por los productores de Hollywood. Ya ni hablar de todos los esqueletos en el armario de su esposa Hillary, sin duda una de las peores candidatas en la historia de su partido. En unos años seguro tendremos varias cintas que criticarán a Donald Trump, pero pocas o ninguna que hagan lo propio con su oposición.

Violencia entre parejas del mismo sexo

Una película como Llámame Por Tu Nombre - 97% se esmeró en mostrar un romance homosexual de la forma más fantasiosa y benigna posible. Un hombre mayor y un menor de edad encontraban el amor en una paradisiaca villa italiana en la década de los años 80. Nada les salía mal, todo era miel sobre hojuelas (y duraznos). Si Hollywood va a mostrar este lado de la moneda tan irreal debería mostrar el otro lado.

Un reciente estudio publicado en julio de 2018 en The American Journal of Men’s Health (que puedes leer aquí) evidenció una cruda realidad: la mitad de los hombres homosexuales en relación de pareja sufren violencia domestica. Las parejas lesbianas tampoco están lejos de estos números y es necesario que esta problemática se aborde con la misma seriedad que se abordaría en un caso de violencia en una pareja hetero. Sin embargo, el tema requiere tacto y seriedad, de no querer vender humo y de abordar un problema que debería ser más urgente en esta supuesta era de apertura. Esto se antoja difícil cuando las mismas relaciones de pareja heterosexuales pueden ser retratadas de forma muy sesgada cuando se insiste en solo poner de villano al hombre. Esto nos lleva a…

Historias sobre toxicidad femenina

Según el canon moderno de la masculinidad posmoderna, los hombres nacemos con “masculinidad tóxica” y a su vez tenemos masculinidad frágil (por fin, o es una o es la otra). Somos machistas casi por naturaleza y se nos tiene que educar a no acosar o de lo contrario nuestros instintos nos harán agredir mujeres a diestra y siniestra. Si todo esto suena a una serie de falacias absurdas y sin sentido es porque efectivamente lo son. Sin embargo, Hollywood y todo el pulpo del aparato de medios y sus respectivos tentáculos, venden día a día la idea de que la masculinidad se tiene que deconstruir a como de lugar. Que los “machitrolls” son el peor enemigo de la mujer, no los patriarcados (los de verdad) que existen en medio oriente o en comunidades indígenas marginadas de nuestro propio país.

Si todos parecen estar seguros sobre en que consiste ser hombre, el ser mujer parece ser un asunto donde reina la ambigüedad o ideales muy románticos. Se empuja la idea de que existan cintas protagonizadas por mujeres fuertes y empoderadas, pero se evita abordar las tormentosas y genuinamente tóxicas dinámicas que existen entre damas de todo el mundo. Problemas laborales, problemas en familia e incluso entre amigas, lamentablemente el peor enemigo de una mujer muchas veces es otra mujer. Esta idea no es para nada popular y por ende Hollywood la repele a más no poder. Se vende entonces la idílica idea que las mujeres son siempre amigas, siempre unidas y probablemente víctimas solo de lujuriosos y pervertidos caballeros. Hablando de pervertidos, eso nos lleva a nuestro último apartado.

Películas sobre el #MeToo y la violencia sexual en Hollywood

Uno pensaría que después de todo el desastre que han sido los escándalos de Harvey Weinstein y Kevin Spacey la maquinaria de Hollywood ya tendría preparadas varias películas y la realidad es otra. La industria y los que la conforman son mucha palabra pero poca acción y es que después de todo no se van a atrever a morder la mano que les da de comer. Difícilmente algún director se aventará al ruedo para retratar de frente y sin tapujos el bacanal romano de violaciones y pederastia que es la meca del cine. Que decir de retratar la hipocresía de varias de las que empujaron el hashtag (hola hola Asia Argento). Esto deja como una marabunta de hipócritas a buena parte de las mismas celebridades que en cada tweet o evento de prensa insisten en decir que apoyan a las mujeres violentadas. Hollywood no quiere hacer más que barrer todo esto bajo la alfombra y hacer que se olvide lo más rápido posible y de ahí que ahora tengamos a una sirenita negrita, la tontería perfecta para que todos se olviden del cochinero de las estrellas.

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