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RESEÑA: X-Men: Dark Phoenix | Un ave Fénix que no revive de sus cenizas

La última entrega de los mutantes de Fox lo entrega todo en la pantalla, pero ¿es suficiente?

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RESEÑA: X-Men: Dark Phoenix | Un ave Fénix que no revive de sus cenizas

La última entrega de los mutantes de Fox lo entrega todo en la pantalla, pero ¿es suficiente?

POR Gabriel Escogido -

Es tiempo de que los mutantes se despidan antes del inminente reboot que Disney les dará para unirlos al MCU. Pero antes de que eso suceda, hablemos de X-Men: Dark Phoenix. En un último esfuerzo por apelar a la nostalgia de los fans, la franquicia adapta una de las historietas más queridas por los fans, The Dark Phoenix Saga (1980), con la que se cierra un ciclo de 20 años de las películas de X-Men, y con la que Simon Kinberg buscaba expiar las fallas de X-Men: La Batalla Final - 58%. ¿Lo consiguió?, ¿logró darle una despedida digna a los mutantes más queridos de los fans o repite las fallas de la película de 2006, a cargo de Brett Ratner?

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Simon Kinberg escribió también el guión de la cinta, su adaptación fue una versión bastante libre de la historieta, y que llega una década después de los eventos mostrados en X-Men: Apocalipsis - 48%. Dark Phoenix presenta a los mutantes, liderados por el Profesor X (James McAvoy), desesperados y buscando cómo controlar los poderes de Jean Grey (Sophie Turner), quien luego de un accidente en el espacio, parece haber ganado una fuerza como la que nunca se había visto en el planeta. La volátil personalidad de la joven mutante y la aparición de Smith (Jessica Chastain ), una alienígena que busca utilizar ese poder, vuelven las cosas mucho más complicadas.

Podemos decir que los esfuerzos de Kinberg quizás han sido del todo en vano, y Dark Phoenix no es la peor de las precuelas (la mejor siendo X-Men: Días del Futuro Pasado - 91%), aunque se nota el esfuerzo del realizador por explorar a fondo la tragedia que viven los personajes en esta historia. Y pese a que en la parte técnica no deja nada a desear, las intenciones de Simon Kinberg se quedan en un mero intento y no consigue un impacto en el espectador.

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Las interpretaciones entregadas de Turner, McAvoy, Jennifer Lawrence y Nicholas Hoult, consiguen que Dark Phoenix no sea el desastre que se auguró cuando se liberaron los primeros tráilers. La muerte de uno de los mutantes provoca una ruptura que pone en movimiento el resto de la trama y fractura a la familia que vimos formarse al final de la entrega pasada, pero debido al poco tiempo que pasamos con ellos en X-Men: Apocalipsis - 48%, es difícil sentir empatía por ellos ante la amenaza de la Fuerza Fénix.

Como hemos visto muy poco de Cíclope y Grey, el romance entre ambos se siente superficial. Sabemos que se aman, pero no entendemos bien las razones de cada uno, y eso evita que el espectador tome partido por un bando, al encontrarse el equipo dividido. El conflicto se plantea mucho mejor en X-Men: La Batalla Final cuando Wolverine se ve forzado a matar a Jean porque llevábamos otras dos películas viéndolos enamorarse uno del otro. Y aunque no es justo culparla de las fallas de otras cintas, sí se ve afectada por ellos.

El desarrollo de la psicología de los protagonistas y sus intenciones, se quedan a medio camino. Los vemos cuestionar el liderazgo del Profesor, pero los argumentos son débiles. Los vemos lamentar la muerte de uno de los suyos sin que esa ira tenga un impacto o repercusión en la existencia de ellos, los vemos pelear unos contra otros sin prestar mucha atención a la amenaza alienígena y sin que haya un momento clave que los haga unirse contra ella.

Quizás uno de los personajes mejor trabajados es el de Jessica Chastain , porque encaja con los poderes de su personaje (cuya identidad el director desea mantener en secreto), y su interacción con el personaje de Turner se siente natural, ambas transmiten una buena química. Para sorpresa de muchos, no hay tantas secuencias de acción, pero las dos peleas centrales le darán a los fans los combates que tanto esperan.

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Hay distintos temas que el filme trata de abordar, como la salud mental, la unión familiar, el duelo, pero todas a través de distintos personajes y esa misma falta de enfoque impide que el sentido de la historia se solidifique hacia el final. No queremos romperles el corazón, pero definitivamente esta entrega será lamentable para los fans de la saga. Tampoco hay escena post-créditos, así que si la decepción los embarga, no se apuren a esperar a que termine.

X-Men: Dark Phoenix pretendía ser el renacimiento de una saga que poco a poco vimos consumirse en las cenizas. La película es un relato sin alma de uno de los grandes arcos de la historia de los cómics, y un fracaso para Simon Kinberg que pretendía cerrar por todo lo alto con una muy personal versión, que ha dejado mucho que desear.

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