Tomatazos

Hace cinco años, el director Gareth Edwards dejó un sabor agridulce con Godzilla (2014) - 74%, el kaiju regresó entonces a la gran pantalla, pero no fue tan emocionante como se esperaba ya que, la gigante criatura se nos mostró muy poco a lo largo del metraje. En Godzilla II: El Rey de los Monstruos - 41% esto no es el principal problema y, aunque es superior a su antecesora en cuanto a la realización y a las increíbles peleas de monstruos, el esperadísimo blockbuster no ha logrado entregar la película que merecemos.

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Nos habían prometido una película espectacular, el inicio de un multiverso sin precedentes donde veríamos a Godzilla enfrentarse con las némesis de la humanidad, pero ésta, o su director más bien, no se ha esforzado por dejarnos una impresión electrizante para prepararnos para el tan anunciado enfrentamiento que tendrá este monstruo radioactivo con King Kong. Godzilla II: El Rey de los Monstruos es torpe en su ejecución y narrativa.

Dirigida por Michael Dougherty, la trama sigue a los científicos de la agencia Monarch en su intento por detener a unos enormes monstruos prehistóricos: Mothra, Rodan, Godzilla, así como al temible King Ghidorah. Estas ancestrales criaturas harán todo lo posible por sobrevivir, poniendo en riesgo la existencia del ser humano en el planeta.

Éste es uno de los proyectos más ambiciosos de Warner Bros., basta con recordar que se filmó en distintas locaciones, alrededor del mundo incluida la capital mexicana, por eso resulta tan decepcionante que las escenas rodadas en estas locaciones —principalmente en México, que es donde ocurre un giro importante para la trama— hayan sido poco aprovechadas, daño colateral de un guión fallido que prepondera el drama humano sobre el peligro que significan estos titanes para la vida humana.

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Pero esta falta de habilidad también se deja sentir en los diálogos, siendo el personaje de Ken Watanabe el que cae víctima de una escritura perezosa. Por otro lado, el elenco que incluye a Vera Farmiga, Kyle Chandler, Charles Dance y Sally Hawkins, no sólo son desperdiciados, sino que también están sobrecalificados para una ejecución tan poco inspirada como esta.

Hablando de la ejecución, Godzilla II: El Rey de los Monstruos - 41% tiene un ritmo atropellado. Es cierto, hay momentos de genuina emoción y de espectáculo vertiginoso, pero por cada uno de esos instantes, ocurren un puñado de escenas lentas, anticlimáticas y aburridas en las que presenciamos las discusiones, las decepciones de la familia en torno a la cual se centra el guión, el plan de los “malos” por despertar a estas criaturas que peligrosamente eclipsan aquello que nos ponen expectantes.

Aunque se descuidaron terriblemente estos rubros, lo mejor de esta secuela son los monstruos, su diseño y su vistosidad, así como las peleas entre ellos, en especial, la de Godzilla contra King Ghidorah. Si lo que quieres es ver a estos monstruos legendarios, tendrás la última media hora para deleitarte con ello.

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Godzilla II: El Rey de los Monstruos - 41% no es la película definitiva de Godzilla, es más bien un trabajo mediano e insípido que no puede disimular sus limitaciones y desastres argumentales.