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No deja de ser notable que a sus 88 años Clint Eastwood mantenga sus bríos como actor y director, con su más reciente película, La Mula - 75%, se constata su temple histriónico y su buen pulso en la dirección. Cierto es que a estas alturas del camino el veterano actor no necesita probar nada y así lo han dejado escrito los expertos en sus reseñas al mencionar que esta película le ha servido para hacer una reflexión de la América profunda, lo que este país espera de sus habitantes y, al mismo tiempo, contar una entrañable historia de un hombre en busca de redención.

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A partir de un suceso real que fue publicado en un artículo en The New York Times, La Mula gira en torno a Earl Stone (Clint Eastwood), un octogenario veterano de la guerra de Vietnam que está en quiebra y solo tras permanecer alejado de su familia por años. Es en este momento cuando se le presenta un trabajo aparentemente fácil: transportar cargamentos de droga del cártel de Sinaloa hacia Chicago. Earl parece ser “la mula” ideal para los narcotraficantes, mientras que él ve en este trabajo su oportunidad definitiva para remendar sus errores del pasado. Sin embargo, sus pasos serán seguidos muy de cerca por el agente de la DEA, Colin Bates (Bradley Cooper).

Partiendo de un tema actual, Eastwood vuelve a ensayar en torno a las conductas del pueblo norteamericano, sus deudas y arrepentimientos a través de un personaje en el último escaño de su vida, características que ya habían estado presentes a lo largo de su obra, principalmente en Gran Torino - 79%, aunque los críticos de cine han advertido que en La Mula el cineasta presenta su discurso de forma menos irritante e incitante en comparación a la primera debido a que, en esta ocasión, apuesta más por la persuasión expresiva de un anciano con deseos de mejorar en todos los aspectos de su vida.

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Aunque la película se ha enfrentado a comentarios mixtos, la balanza parece inclinarse hacia el lado positivo en nuestro Tomatómetro. Sin atreverse a decir que es su canto de cisne, los periodistas coinciden en que si La Mula resultara ser la última película de Eastwood, éste cerraría su carrera con un filme competente, efectivo, personal y fascinante cuya grandeza radica en la simpleza de los elementos narrativos, la puesta en cámara y la elocuente manera en la que desenvuelve la trama. Como punto favorable también se señala lo divertido que llega a ser este viaje por la carretera por ser un relato policiaco fuera de lo común.

Las voces disonantes apuntan a una reiteración del discurso familiar que termina siendo hueco, otros afirman que el potencial dramático de la cinta quedó enterrado por la confusión de sus líneas narrativas provocando que la materia prima, es decir, la historia, se sienta como una mentira o evasión del problema. Algunos especialistas incluso han cargado contra el talento de Eastwood para la dirección de actores, asentando que esta cinta termina siendo un drama vergonzoso.

Pero en el panorama destacan aquellos comentarios que rescatan la intención de Clint Eastwood por retomar los asuntos que siempre han sido su preocupación llevándolos al terreno profesional por eso, La Mula - 75% es percibida como una autorretrospección que guarda hacia final de su relato una patada emocional inesperada. En seguida, compartimos las reseñas más destacadas.

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David Ehrlich, de indieWire:

El último thriller de Eastwood es una meditación tierna, conflictiva y a veces muy divertida sobre lo que Estados Unidos condiciona a la gente a querer para sí misma, sobre lo natural que puede ser olvidar quién eres en un país donde el trabajo es una identidad en sí misma.

Todd McCarthy, de Hollywood Reporter:

Menos irritable e incitante que Gran Torino, pero persuasivamente expresiva al transmitir los arrepentimientos de un anciano junto con su deseo de mejorar incluso a una edad avanzada, The Mule muestra que Eastwood sigue teniendo éxito, tanto como director como actor.

Jake Coyle, de Associated Press:

Tanto una tierna disculpa como una vigorosa justificación, "The Mule" de Clint Eastwood es una meditación profunda y fascinantemente personal del director de 88 años de edad que, al igual que su personaje, ha pasado mucho tiempo en la carretera.

Joe Morgenstern, de Wall Street Journal:

La historia en su esencia trata de asuntos que durante mucho tiempo han sido la preocupación profesional y claramente personal del Sr. Eastwood... cuando el viejo finalmente se hace cargo de sus fallas, la película tiene éxito con una emotividad especial.

David Edelstein, de New York Magazine/Vulture:

Un retrato modesto pero razonablemente suspensivo y permanentemente extraño del anciano hombre blanco estadounidense tratando en vano de evitar el rechazo y la irrelevancia.

Richard Brody, de New Yorker:

...una película de autorretrospección con un aire resonante y romántico de arrepentimiento.

Peter Travers, de Rolling Stone:

Son los desvíos en la road movie de Eastwood los que revelan este drama como un cálculo profundamente personal.

Kenneth Turan, de Los Ángeles Times:

La Mula tiene una patada emocional inesperada.

Michael Phillips, de Chicago Tribune:

La narración de cuentos - y el deseo nostálgico de Eastwood de una América de, por y para tipos que se parecen a Clint Eastwood - convierte una materia prima estupenda en lo que se siente como una mentira y una evasión tras otra.

Christy Lemire, de RogerEbert.com:

La Mula explica repetidamente y martilla su mensaje sobre la importancia de la familia, pero en última instancia suena hueco.

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