Tomatazos

Cuando se habla de shows originales de México en Netflix no hay muchas opciones. Por un lado está el dramedy familiar de Club de Cuervos - 86% y por el otro se encuentra La Casa de las Flores - 90% de Manolo Caro, una especie de telenovela disfrazada de misterio dramático. La nueva apuesta del servicio de streaming es una serie de fantasía de horror llamada Diablero, que estrenó hace unas semanas, pero ¿vale la pena verla? Esto es lo que las reseñas dicen.

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Ambientada en una versión fantástica de la Ciudad de México, Diablero cuenta la historia del Padre Ramiro (Christopher Von Uckermann), quien se encuentra con el aspecto más sobrenatural del país luego de que una ex novia muera poseída por un demonio y le revele que tiene una hija de la que no sabía y que ha desaparecido. Con ayuda de Elvis Infante (Horacio Garcia Rojas), un demonólogo profesional que se dedica a capturar espíritus, ambos se embarcan en la búsqueda de la menor. A partir de aquí inicia un periplo que los llevará a enfrentarse a demonios y brujas emergidas de la mitología mexica.

Las reseñas para la primera temporada de Diablero son mixtas, pero la mayoría expresa una grata sorpresa. Mientras que algunos encontraron satisfactoria la historia mexicana que trata de establecer una mitología demoníaca de los ancestros mexicanos, el turbulento tono de los episodios ha sido un punto crítico que no pasó desapercibido por quienes ya la comenzaron a ver. Muchos de los especialistas han advertido que no todos encontrarán en la serie algo lo suficientemente convincente como para seguirle el paso.

Los elementos positivos que la crítica ha destacado son las actuaciones de su elenco, en especial de Horacio Garcia Rojas y Giselle Kuri, que logran aterrizar lo inverosímil de algunas partes de la trama. En su intento por presentar algo similar a Supernatural con toques de Ash vs Evil Dead, el show se ha ganado puntos entre quienes tienen un gusto particular por los shows de posesiones y demonios, que son bastante frecuentes en la televisión extranjera.

Por otro lado, los comentarios negativos han señalado la falta de balance entre la comedia que intenta presentar y los aspectos más dramáticos que su premisa plantea al reconocer la existencia de demonios. El libreto y los clichés que no logra evitar de otros contenidos que lidian con temáticas similares también fueron mal recibidos, pues pese a intentar adaptar el aspecto sobrenatural a la vida en México, parece que no logran sorprender con su tratamiento a la historia.

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Diablero está dirigida por José Manuel Cravioto y Rigoberto Castañeda; el guión corrió a cargo de Bernardo Esquinca, José Rodríguez, F.G. Haghenbeck, Luis Gamboa, Verónica Marzá, Gibrán Portela , y Pablo Tébar, estrenó a finales de diciembre en Netflix y consta de ocho episodios. Está basada en la novela El diablo me obligó del escritor mexicano Francisco Haghenbeck y estas son algunas de las primeras reseñas que ha conseguido:

Kristen Lopez en IGN:

Diablero tiene graves problemas, pero si disfrutas cualquiera de los incontables programas de televisión basados en demonios, este te va a gustar de forma similar.

Joyce Slaton en Common Sense:

Esta serie de fantasía mexicana parece intentar acercarse a Stranger Things con su oscuridad e historia de otro mundo, pero es delirantemente alocada como para ser tomada en serio.

Karina Adelgaard en Heaven of Horror:

Tiene muchos demonios y tiene algunos efectos bastante geniales. También tiene un toque de comedia que no será para todos.

La redacción de Cinescopia:

Un producto que sin llegar a ser un clásico se muestra redondo, apropiadamente realizado y sobre todo entretenido. Bien podría ser el inicio de nuevas producciones nacionales alejadas de los temas comunes.

Álvaro Cueva en Milenio:

Netflix está desatada presentando producciones originales para amenizar estas fiestas y desde hoy está ofreciendo un título que nadie se debe perder. ¿Por qué? Porque es mexicano, porque le da empleo y proyección global a nuestros talentos, porque es diferente y porque está buenísimo.

Jonathan Wilson en Ready Stead Cut:

Se tambalea en su tono, estilo, infuencias y temas y es un ejemplo en contra de arrojar ideas a la pared sin parar esperando a que alguna pegue como un método para contar historias.

Andrew J. Salazar en Geeks of Color:

Diablero se hace su propio camino al subrayar la cultura mexicana con algunos cuantos giros.

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