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Nace una Estrella: todas las versiones de la peor a la mejor según la crítica

Con el ánimo de prepararnos para ver la Nace una Estrella de Bradley Cooper y Lady Gaga, repasamos cómo ha recibido la crítica cada una de las versiones de este cuento hollywoodense

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Nace una Estrella: todas las versiones de la peor a la mejor según la crítica

Con el ánimo de prepararnos para ver la Nace una Estrella de Bradley Cooper y Lady Gaga, repasamos cómo ha recibido la crítica cada una de las versiones de este cuento hollywoodense

POR Alejandra Lomelí -

No cabe duda de que la historia de Nace una estrella - 100% guarda un encanto único que sigue fascinando hasta nuestros días, para muestra está la buena recepción que ha conseguido el debut del actor Bradley Cooper como director al actualizar una pieza emblemática del triunfo y la decadencia en los grandes escenarios (Hollywood, la escena musical de Estados Unidos) pero que es, ante todo, un canto al amor, un testimonio a la generosidad cuya vía de llegada es la música.

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La primera versión de esta historia data de 1937, quizás sea ese toque de cuento de hadas hollywoodense (no el trágico, sino el de los sueños realizados) el que le ha garantizado su supervivencia a través del tiempo hasta llegar ahora a la cuarta versión, con algunas variables, la premisa es la misma en todas sus versiones: la carrera de un hombre famoso y alcohólico va en descenso a medida que la de su mujer (la cual descubrió cantando en un salón) empieza a florecer; en otras palabras, es el Romeo y Julieta de la ciudad de las estrellas con la excepción de que Julieta no muere. Lo único que ha cambiado en las cuatro versiones es la industria y las dinámicas que se retratan.

Con el ánimo de prepararnos para ver la Nace Una Estrella - 92% a cargo de Bradley Cooper y Lady Gaga, repasamos cómo ha recibido la crítica cada una de las versiones y cuál es el acercamiento que tenemos de esta gran historia de amor en cada una de ellas.

Nace Una Estrella - 31%

Dirigida por Frank Pierson, la versión de 1976 contó con el protagónico de Barbra Streisand y Kris Kristofferson, cantantes ampliamente conocidos cuya intervención en esta cinta les ayudó a cimentar y consolidar sus ascendentes carreras. Esta Nace una Estrella se enfocó más en la escena musical y dejó de lado a la industria cinematográfica, rasgo trascendente en las dos entregas previas pero, a pesar de contar con dos cantantes de primer nivel, la película no fue bien recibida por los críticos de cine considerándola una visión un tanto superficial y maniquea, además de que se enfocó mucho más en el encanto de la pareja protagónica como cantantes y no como actores, por ejemplo, el crítico Emanuel Levy, de EmanuelLevy.Com, dijo:

Un proyecto para el ego de Streisand y su compañero Jon Peters, o para el director (Frank Pearson), que no puede manejar a su protagonista. De cualquier manera: Esta nueva versión, marcada por un final falso y demasiado sentimental, sólo es digno de ver por el canto de Streisand.

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Nace Una Estrella - 92%

En su debut como director, Bradley Cooper consiguió modernizar la tragedia hollywoodense de forma honesta y sincera. Además de conseguir un tono de veracidad, esta película consiguió unas actuaciones exquisitas, así como una banda sonora significativa que impactan en el desarrollo de la historia.

Si bien Cooper consiguió la complicidad que este relato requería en la figura de Lady Gaga, la película se centra en los personajes, en sus imperfecciones, coincidencias y amor, y no tanto en el espectáculo, pero, cuando lo hace, los números son realmente sorprendentes. En su reseña para TIME Magazine, Stephanie Zacharek, expuso:

Saldrás sintiendo algo por estas personas, individuos defectuosos que están tratando de mantener unidos pedazos agrietados de sí mismos, o de reparar las grietas de aquellos a quienes aman.

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Nace una Estrella - 96%

Dirigida por uno de los directores más célebres del Hollywood dorado, George Cukor, la segunda versión de la historia ha sido aclamada por los especialistas, principalmente por la interpretación de la gran Judy Garland, la cual ha sido considerada como la mejor actuación de su carrera y una de las mejores actuaciones en la historia del cine. Es la voz, el magnetismo y el carisma de Garland y el trabajo dramático del actor James Mason como Norman Maine, los atributos que capturan la atención del espectador a lo largo de las tres horas de metraje, sin embargo, lo que algunos críticos reprochan de esta versión es su desmedido apego a la obra original mientras se encamina el desenlace narrativo, sin embargo, tampoco fue castigada duramente ya que le reconocieron revitalizar la historia al convertirla en una película musical. En su revisión para Movie Views, el crítico Ryan Cracknell escribió:

La película sigue siendo oportuna sobre los temas de fama y éxito explorados con gran alcance y emoción.

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Nace una estrella - 100%

La cinta original, la película que inició con la fiebre del remake. Dirigida por William A. Wellman y Jack Conway, este relato tiene la particularidad de ser la única que no recurre a la música y el canto y, aunque no se basa en una historia real, fue promocionada como “la primera historia verdadera de Hollywood”. Con una actuación hipnótica a cargo de Janet Gaynor como Esther (aunque muchos críticos afirman que no llega a las cotas dramáticas de Judy Garland), la aspirante a actriz, y con Fredric March como Norman Maine, esta cinta guarda semejanzas con la de Bradley Cooper en el sentido de que ambas comparten el escepticismo que rodea el mundo de la fama.

Esta versión ostenta el 100% de aprobación de la crítica gracias a la crítica que hace de la industria cinematográfica, por ejemplo, Tom Milne, de Time Out, comentó en su reseña lo siguiente:

La versión no musical de Wellman, aunque comienza más sentimental enfocando los grandes e inocentes ojos de Gaynor… desarrolla una ventaja mucho más cáustica, manteniendo una distancia muy crítica de la fábrica de sueños.

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