Tomatazos

Este año ha sido uno de los más benignos para las producciones locales en cuanto a que cada mes, por lo menos, un promedio de 3 películas mexicanas ve su estreno en las salas de cine. Volvemos a decir: cantidad no es igual a la calidad, sin embargo, a lo largo de este 2018 se han podido ver propuestas que, aunque en menor número, han sorprendido por su calidad, oficio y capacidad de equilibrar una visión autoral con un estilo accesible para el público que solamente busca entretenimiento, en este rubro, el director Jorge Ramírez Suárez se ha distinguido por entregar largometrajes amables que lejos de ser pretenciosos, buscan contar historias humanas que apapachen el corazón, así lo demostró con Guten Tag, Ramón - 100%, y ahora busca entregar otra dosis de vitalidad y optimismo con La Gran Promesa.

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La Gran Promesa sigue a Sergio de Alba (Juan Manuel Bernal), un fotoperiodista mexicano que es despojado de su recién nacida bebé Stella en Los Angeles, California en 1990. Sergio encolerizado por la injusticia “roba” a su propia hija y se la lleva a Durango, México. Pronto Sergio se da cuenta que no le puede dar a su bebé una vida de fugitiva y se la entrega a sus mejores amigos. No la volverá a ver en más de 20 años.

Si la sinopsis te enganchó, nosotros te damos cinco motivos más para que no te pierdas de esta coproducción México-Alemania que promete entregar grandes dosis de emotividad.

1. La historia y el inspirador trabajo de Henri Cartier-Bresson

Con un guión escrito por el propio Ramírez Suárez y Klaas Bense, La Gran Promesa busca ante todo ser una historia humanista ya sea por la vía profesional a través del trabajo fotoperiodístico, así como a través del rubro personal al enfocarse en el reencuentro padre-hija; un viaje narrativo que es una mezcla de géneros que van desde el drama-trágico hasta las secuencias de humor y acción.

Además, ha destacado que una de las fuentes de inspiración que tuvo la cinta fue el trabajo de Henri Cartier-Bresson, fotógrafo en el que el personaje de Sergio encontró varias de sus características. Las fotografías de Cartier-Bresson se caracterizaron siempre por su sentido humanista, así como por ensayar en torno al concepto fotográfico de inmediatez, idea que también retoma la película cuando Sergio, por esperar el momento justo para tomar una fotografía de guerra, llega tarde al nacimiento de su hija, siendo éste el motivo causante de todo el conflicto narrativo.

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2. Elenco mexicano e internacional

Reuniendo a dos actores de amplio registro dramático como Juan Manuel Bernal y Sofía Espinosa, el elenco de La Gran Promesa constituye uno de los motivos fundamentales para verla, recordemos que Sofía Espinosa ganó el premio Ariel a la mejor actriz por su encarnación de Gloria Tevi en la cinta Gloria - 100%, mientras que Juan Manuel ha desarrollado una extensa carrera en cine, teatro y televisión interpretando a personajes al límite. Además de ellos, entre los representantes mexicanos también se cuenta a Alejandra Ambrosi e Ilithya Manzanilla. De igual forma, tenemos que puntualizar que debido a que es una coproducción, el casting incluye a actores internacionales como Sam Trammell.

3. Las locaciones: una película filmada en 4 países

La historia de La Gran Promesa se desarrolla en cuatro países: México, Bosnia, Somalia y Estados Unidos. Al ser un relato sobre un viaje, los lugares adquieren, por un lado, un carácter dramático para la resolución del conflicto y, por el otro, nos hacen apreciar el valor de una producción arriesgada, así como el de valorar el diseño de arte y ambientación del departamento artístico en la recreación de Somalia en una locación del estado de Durango.

4. El director

Jorge Ramírez Suárez se ha convertido en un director con sensibilidad para contar historias amables y emotivas, así como en escarbar en los vínculos de amistad y cariño que forjan personas de diferentes edades y traspasan las fronteras, así lo demostró en 2014 con Guten Tag, Ramón - 100%, película que, por cierto, fue la cinta mexicana más taquillera de ese año.

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5. Los temas que aborda

Como toda película que involucra un viaje, La Gran Promesa es una película sobre la redención personal y el auto perdón cuyo objetivo es la reconciliación padre-hija, todo ello contextualizado en la labor fotográfica y del periodista de guerra, una película que se siente como una carta de amor-homenaje al fotoperiodismo por parte de Jorge Ramírez Suárez, quien ha declarado que una de sus grandes pasiones es la fotografía.

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