Tomatazos

En la gran producción de películas sobre el conflicto en Medio Oriente es muy común encontrarnos con películas cuyo vehículo de abordaje sea el drama descarnado, crudo y cruel como ocurrió en La mujer que cantaba - 92% o Ensiriados - 82%, es por eso por lo que una propuesta como El Insulto - 88% resulta genuinamente atrayente. Si bien la película dirigida por Ziad Doueiri no busca inventar el hilo negro sobre el conflicto entre cristianos y palestinos, y su ejecución puede rosar lo anodinamente convencional, reside en la configuración de sus personajes, así como en la creación de un microcosmos que alude a una escala mayor el mayor logro de esta producción libanesa.

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La premisa encuentra su motor de arranque a partir de un conflicto que para otros ojos podría pasar como una nimiedad, sin embargo, aquí desencadena toda una parábola sobre la capacidad de perdonar: Tony (Adel Karam) es un mecánico cristiano libanés que un día riega las plantas de su balcón. Accidentalmente, un poco de esa agua se derrama en la cabeza de Yasser (Kamel El Basha), un palestino jefe de una obra. Será este suceso el que desencadenará una discusión en la que Yasser, furioso, insulta a Toni mientras que éste, herido en su orgullo, decide llevar el asunto a los tribunales comenzando así un largo proceso en el el que el conflicto tomará una escala nacional que enfrentará a palestinos contra los cristianos libaneses.

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Nominada en la pasada edición de los premios Óscar en la categoría de Mejor Película Extranjera, los críticos de cine han visto en El Insulto un testimonio pertinente que gracias a la “ligereza” de su planteamiento podría aportar luces sobre cómo las discusiones mínimas escalan en conflictos mayores. Los especialistas han coincidido en que el director no cuenta nada nuevo para el género y que podría ser un drama judicial de rutina, sin embargo, ha logrado destacar por su elegante ejecución, la minuciosidad del guión, sus constantes vueltas de tuerca que mantienen la atención del espectador, así como las sólidas actuaciones de los actores.

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Aunque la película ha obtenido algunos comentarios negativos, el consenso entre los críticos de cine incide en que más allá del humanismo y sus alegorías, la intención del director de películas tan influyentes como West Beirut y El Atentado no es otra que la de dejar en el espectador la decisión de ser el juez de unos personajes en cuyas ideologías y creencias tienen las razones que los justifican para actuar de la forma en que lo hacen. A continuación, compartimos algunas de las reseñas que ha obtenido El Insulto - 88%.

Norman Wilner, de NOW Toronto, destacó:

El más reciente drama alegórico del autor libanés Doueiri (West Beirut, The Attack) aborda la historia del medio oriente y las tensiones a larga duración entre los cristianos palestinos y los libaneses. Pero incluso sin ese subtexto, la película aún funcionaría.

Eric Kohn, de indieWire, expuso:

Trabajando a su manera a través de argumentos de corte, la película nunca trasciende la tensión principal establecida al principio, pero Doueiri hace un trabajo competente al explorar las fuentes de la ira en ambos lados sin valorizar a ninguna de ellas.

Boyd van Hoeij, de Hollywood Reporter, aseguró:

Esta película grabada de manera preciosa y actuada con clase puede ser un poco larga, no obstante, es un trabajo fascinante...

Luis Fernando Galván, de En Filme, detalló:

...adquiere un ritmo sostenido que, gracias a los numerosos giros durante el proceso, logra mantener vivo el interés del espectador.

Leonardo García Tsao, de La Jornada, afirmó:

...un urgente testimonio político de qué tan irresolubles son los conflictos en Medio Oriente.

John Bleasdalee, de CineVue, dijo:

La película no puede ser culpada por su intento de discutir por algún tipo de afinidad y reconciliación humana, incluso si este intento termina disolviendo la enemistad en un sentimentalismo que, dado lo que ha venido antes, afecta la credibilidad.

Jesús Chavarria, de La Razón, subrayó:

Destaca la elocuencia emocional y la intensidad del desarrollo que nunca pierde el paso...

Javier Ocaña, de El País, indicó:

Expuesta de un modo sencillo y explícito, adquiere una enorme trascendencia en múltiples vertientes.

Jared Mobarak, de The Film Stage, señaló:

La forma de progresar del guión de Joelle Touma es tosca en su deseo de aumentar las tensiones y proveer justificaciones, no obstante, aun así, es poderoso.

Tommaso Koch, de El País, comentó:

Ziad Doueiri lo rueda todo con ritmo y tensión, aunque el cine de Oriente Medio ya haya contado muchas veces esta trama.