Tomatazos

A pesar de la llegada de la temporada veraniega donde los grandes estudios lanzan sus cartas fuertes del año, el cine mexicano había mantenido un ritmo estable e incluso había logrado incrementar ligeramente sus cifras en lo tocante a producciones que lograron llegar al gran público ya fuera a través de las salas comerciales administradas por los dos consorcios más importantes de exhibición en nuestro país; o bien gracias al circuito alternativo donde algunas de ellas han encontrado su espacio y audiencias naturales.

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Sin embargo, este panorama cambió drásticamente en julio. De inicio, este mes recién concluido registró la cifra más baja de estrenos en lo que va del año: solo 30 producciones arribaron a la cartelera. Entre ellas, figuraban algunos de los blockbusters más publicitados de este año, tales como Ant-Man and the Wasp - 85% (el cual continúa con la expansión del universo cinematográfico de Marvel), Misión: Imposible - Repercusión - 98% (reviviendo la exitosa franquicia con Tom Cruise a la cabeza) o Rascacielos: Rescate en las Alturas - 55% (vehículo de lucimiento para el más carismático de los fortachones héroes de acción de la actualidad: Dwayne Johnson). Sobra decir que estos y otros productos similares acapararon las pantallas en sus respectivas fechas de estreno, y hasta el momento continúan haciéndolo.

Irónicamente, el 35% del total de producciones de ese período arribaron a la cartelera en su recta final, registrando además un número récord de estrenos en un fin de semana: 11 títulos llegaron a salas entre el 26 y el 27 de julio, incluyendo el ya mencionado Misión: Imposible - Repercusión - 98%.

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Al parecer, la baja cantidad de estrenos de ese mes en combinación con la monopolización de pantallas provocada por la llegada de las mencionadas grandes producciones veraniegas, aunada a otros factores como podrían ser los criterios y estrategias variables en la planeación y calendarización de próximos lanzamientos por parte de las compañías distribuidoras; impactaron negativa y de forma notable en el número de filmes mexicanos que lograron ver la luz durante julio, reflejándose en una dramática caída en relación al ritmo sostenido en los meses previos, disminuyendo este al 50%.

De ese modo, solo cuatro películas mexicanas consiguieron llegar a pantallas nacionales: El Buquinista - 43%, producción independiente y segundo largometraje de ficción del director Gibrán Bazán; Tesoros - 83%, la última producción de la cineasta y recién nombrada directora de IMCINE, María Novaro; Ahí Viene Cascarrabias - 43%, la más reciente apuesta en el terreno de la animación de Anima Estudios; y Más sabe el Diablo por Viejo - 44%, una comedia dirigida por José Pepe Bojórquez producida y distribuida por 20th Century Fox México.

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La baja cantidad de estrenos en julio hace imposible determinar una tendencia en cuanto a un género se refiere. En todo caso, hubo una ligera inclinación hacia productos de corte infantil y/o familiar, representados tanto por el trabajo de Novaro el cual narra las andanzas de un grupo de niños quienes buscan un tesoro pirata supuestamente oculto en su localidad; como por el largometraje animado que revive a un personaje de una caricatura creada por Friz Freleng muy popular en los años setenta y principios de los ochenta, buscando captar la nostalgia de los infantes de antaño y atraer a los actuales.

Dentro de este raquítico panorama, lo más rescatable de lo estrenado en el mes fue precisamente Tesoros, cuya sencillez en cuanto a su anécdota central y la forma de narra la misma, dan como resultado un genuino filme de corte infantil, que evita caer en artificios o burdos recursos en los cuales incurren otras obras del género, y presenta una historia entrañable desarrollada en un paradisíaco escenario, exaltando de forma sutil pero clara valores como la amistad, la imaginación y la solidaridad fomentados al interior de un universo infantil ideal, sano y equilibrado, matizado con un par de mensajes en pos de la conservación y protección de los espacios y recursos naturales aún existentes a lo largo de la república, que permanecen ajenos al comercio y el turismo desmedido.

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Cabe mencionar sin embargo, que algunas de las propuestas nacionales más interesantes que pudieron apreciarse en julio desfilaron fugazmente a través de espacios alternativos como el Foro de la Cineteca (donde se exhibió de forma limitada la sorprendente Ayer Maravilla Fui - 90% de Gabriel Mariño) o gracias al escaparate ofrecido por eventos como el Festival Internacional de Cine de Guanajuato brindan. En el marco de este último, además de las efímeras funciones de cintas que ya han estado haciendo ruido en diversas partes como Ayotzinapa, el Paso de la Tortuga o RITA: El Documental, también pudieron verse algunas producciones nuevas como Noches de Julio de Axel Muñoz, la cual esgrime una propuesta alejada saludablemente de las fórmulas de la comedia romántica predominante en el grueso de la producción nacional en lo que va de este 2018.