Tomatazos

Los zombies se han apoderado de París, la ciudad de las luces y del eterno romance en La Noche Devoró al Mundo - 76% (La nuit a dévoré le monde), la ópera prima de realizador francés Dominique Rocher, una historia que prescinde de los aparatosos efectos especiales que caracteriza a este tipo de historias cuando son abordadas por los grandes estudios como Soy Leyenda - 70%, Guerra Mundial Z - 67% o la serie The Walking Dead - 89%, y más cercana en su tono intimista a Exterminio - 87%, de Danny Boyle. Toda la acción y tragedia de la cinta se explora a través de la soledad de un individuo y su capacidad de supervivencia cuando parece que todo está perdido. Rocher ha sorprendido a la crítica por su atinado manejo de la tragedia y de un único espacio en el que se desarrolla la mayor parte de la acción.

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El filme sigue a Sam (Anders Danielsen Lie) y su aventura en una fiesta en un departamento de París, los ánimos subidos por el alcohol y el desvelo lo empujan a buscar refugio en un rincón del lugar y se duerme. Por la mañana, al despertarse, descubre que el apartamento está vacío, con restos de sangre, hasta saber que sus amigos y conocidos se han convertido en muertos vivientes. ¿Qué hacer para sobrevivir al horror y estupor de una tragedia de estas magnitudes cuando afuera el sol resplandece solo para revelarle que toda la ciudad, al menos hasta donde le alcanza la mirada está infestada? Es aquí donde se aparta de las ya clásicas películas de zombies, entramos en un viaje existencial junto a Sam, del que tampoco sabemos mucho, ni de los que caminan sin voluntad propia afuera del edificio en el que ha encontrado refugio, y donde convivirá con un zombie encerrado en un elevador a quien, ironía aparte, da vida el magnifico Denis Lavant.

Una película apocalíptica que la crítica no ha titubeado en describir como “un filme filosófico que explora el miedo a la soledad y la necesidad del contacto humano o animal”. Otro de los aciertos que los expertos destacan es el trabajo interpretativo de Danielsen Lie, a quien vimos como aquel suicida adicto ala heroína en Oslo, August 31st - 98%, de Joachim Trier, y que aquí va tejiendo la degradación emocional de un hombre que parece soportarlo todo pero que no tardara en quebrarse y descubrirse vulnerable ante la devastación humana. Esos rasgos que hicieron a su personaje vulnerable en la película de Trier, se convierten aquí en activos esenciales en un París zombie.

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Aquí las reseñas más sobresalientes de La Noche Devoró al Mundo - 76%, razones suficientes para que no la dejen pasar este fin de semana:

Eric Kohn, de IndieWire:

La historia del apocalipsis zombi puede no ser nada nuevo, pero los actores Anders Danielson Lie y Denis Lavantle dan un toque de frescura. El poder de La Noche Devoró al Mundo radica en una seductora y provocadora implicación: es difícil enfrentarse a un mundo hostil, pero reunir el coraje para hacerlo tampoco asegura que el camino será fácil.

Katie Rife, de The A. V. Club:

Como corresponde a una película más interesada en las preguntas existenciales planteadas por su protagonista que por el andar de un ejército de monstruos no muertos y la carnicería causada por ellos, los efectos del maquillaje y la cinematografía son sencillos pero hábilmente ejecutados.

Fabien Lemercier, de Cine Europa:

La Nuit a dévoré le monde, adaptación del director (junto a Guillaume Lemans y Jérémie Guez) de una novela de Pit Agarmen, es un experimento que combina lo íntimo y lo sobrenatural. La película hace un retrato filosófico de la soledad moderna en las grandes ciudades, bajo un envoltorio original.

Jared Mobarak, de The Film Stage:

La Noche Devoró al Mundo observa lo que queda de la sociedad a través de una lente pragmática. Reconoce que la humanidad apenas está superando su propia extinción, que los sobrevivientes son la minoría y, por lo tanto, están a minutos del olvido si no se pueden adaptar.

Sebastián Pimentel, de El Comercio:

La cinta se quiere intimista, cotidiana y reflexiva. Su protagonista parece sacado de una novela de Albert Camus. Desde los minutos iniciales, cuando asiste a la fiesta de su ex enamorada, hay un aire solipsista en este antihéroe desgarbado y descreído como muchos jóvenes de hoy.

Chud Bowen, de Slant Magazine:

Dominique Rocher crea una intrigante tercera opción de las películas de zombis en La Noche Devoró al Mundo, aquí los muertos vivientes se mueven más o menos de la manera que lo hacían cuando estaban vivos, quizás con menos propósitos que cuando eran seres humanos completos, hasta que la presa-comida está a su alcance. Para Rocher los zombis contemporáneos son inútiles y aburridos.

El Rector, de Nido de Cuervos:

Técnicamente impecable, a medio camino entre el cine francés y el alemán, frío, minimalista, intimista, transfigurando lo clásico para llevarlo siempre a su terreno y con un gran mensaje de fondo.

Ahuitz Maldonado, de Playcamcine:

La noche devoró al mundo es un filme de Zombies diferente; que, si eres amante del cine de arte y de apreciar técnicas cinematográficas clásicas esta película te dejará fascinado a cada minuto y con cada escena mostrada, pero por el contrario si eres amante de las películas actuales y comerciales de Zombies no veras con muy buenos ojos esta cinta y lejos de que te guste se volverá tedioso ver un mundo post apocalíptico demasiado relajado y tranquilo.

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