En ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? el escritor Philip K. Dick planteaba de una manera bastante literal la pregunta que le daba nombre a su novela. El protagonista de la historia era un agente especial encargado de rastrear y exterminar replicantes, androides con apariencia y comportamiento humano que se salían de control o que buscaban extender su ciclo de vida. En el mundo en el que transcurre la novela, una sociedad cosmopolita industrializada, tener mascotas reales es ya un lujo ante la escasez de animales en el futuro. La opción más viable son robots que simulan ser animales y en este caso específico, las ovejas eléctricas se han convertido en la mascota ideal para muchos habitantes.
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El futuro no era lo que atemorizaba al escritor, eran todas las cosas que sentía que la humanidad podía perder en el proceso de mejorar tecnológicamente. Entre esas cosas, Dick pensaba que la identidad humana era lo más importante y valioso que poseemos y que podía perderse sin darnos cuenta de ello. Varias de sus historias más conocidas giran en torno a este particular tema. Su relato de las ovejas eléctricas, que se transformaría en Blade Runner - 
90% en la pantalla grande, toca en particular este tema de identidad, de lo que nos hace ser humanos en un mundo en el que la naturaleza humana parece ya no tener mucho valor y peso.
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La caótica vida personal del escritor sin duda jugó un papel fundamental en sus escritos, sobre todo en los de su última etapa. Dick estuvo casado cinco veces y pasó por un intento de suicido, así como un severo problema de drogas. Luego de pasar por un proceso de rehabilitación, Dick logró salir adelante, aunque su salud nunca se recuperó del todo. Estas vivencias se reflejaron en Una mirada a la oscuridad - 69%, cuya adaptación cinematográfica hizo un acertado uso de la técnica de rotoscopía para captar las peculiaridades de dicho universo de ficción.
El trabajo del autor es vasto y varias de sus obras aún no han tenido una adaptación a la pantalla chica o grande, aunque una nueva serie de televisión busca enmendar un poco esto al adaptar varios relatos cortos de Dick. Quizás una de sus novelas más intrigantes es Ubik, la cual a la fecha permanece sin ser adaptada al cine, aunque en su momento Michel Gondry lo intentó pero nunca pudo dar con un guión que lo dejara satisfecho.. Según la última esposa de Dick, Leslie “Tessa" Busby, la novela era básicamente una alegoría sobre Dios. El libro también aborda el tema de las habilidades mentales, algo con lo que el escritor se obsesionó en años posteriores, al asegurar haber vivido experiencias psíquicas sobrenaturales, así como varias alucinaciones.
¿Estaría Dick satisfecho con la adaptación de Blade Runner y su respectiva secuela fílmica? Es difícil saberlo y es que la influencia de la cinta original es tal que ha superado por mucho cualquier expectativa que el autor tenía sobre su trabajo. La estética del largometraje de Ridley Scott logró ser fundamental en el surgimiento del cyberpunk, algo en lo que también colaboró el escritor William Gibson . El tema de identidad humana fue abordado en la secuela protagonizada por Ryan Gosling, así que definitivamente existen altas posibilidades de que el autor fuera fan de la cinta que para muchos es de lo mejor de 2017. La muerte de Dick, un tanto prematura, nos privó de disfrutar más historias en las que la realidad era torcida y donde la tecnología se convertía en un laberinto de la mente humana. Temas que sus novelas exploraron como pocas lo han hecho a la fecha.
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