Tomatazos

Tomando como base el libro autobiográfico del escritor colombiano Fernando Vallejo , el destacado director francés de origen suizo, Barbet Schroeder realizó en el 2000 La Virgen de los Sicarios - 77%, uno de los filmes más polémicos relacionados al tema del narcotráfico y uno de los más célebres en la carrera del cineasta cuyas temáticas no son ajenas al tema del poder, las drogas, la adicción y la violencia, para muestra tiene películas como More y Barfly - 78%, ésta última protagonizada por la leyenda Mickey Rourke. Descrita por el propio Vallejo como “una historia de amor en el país del odio”, La Virgen de los Sicarios no pretende ser un relato documental sobre los niños que se convierten en matones de los cárteles, en este caso del de Medellín, sino, como bien lo predispone el escritor, ser una fábula sobre el amor, un drama desalentador y oscuramente divertido acerca de la imposibilidad romántica debido a las circunstancias sociales del entorno.

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En la ficción, tras una ausencia de treinta años el escritor Fernando Vallejo vuelve a Medellín, ciudad donde creció. No queda gran cosa de lo que había dejado: sus padres están muertos, una parte de la ciudad ha sido destruida, la mafia de la cocaína (el cartel de Medellín) siembra el terror mediante bandas de asesinos. A su llegada va a casa de un viejo amigo que le presenta a Alexis, un adolescente que sobrevive trabajando de chapero. Procedente de uno de los barrios más degradados de la ciudad, Alexis forma parte de estos jóvenes asesinos que matan a sueldo, o con la menor excusa y, que a su vez, son asesinados por otros adolescentes sin futuro.

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Reconocida en el Festival de Cine de Venecia en el 2000 como la mejor película latinoamericana y merecedora de la Medalla de Oro de la Presidencia del Senado de Italia, así como de la distinción al mejor trabajo de un director no latinoamericano del Festival de La Habana, La Virgen de los Sicarios ha sido una de las películas que mayor revuelo ha provocado en Colombia, país donde recibió fuertes críticas por parte de los grupos más conservadores quienes condenaron la visión del director y su percepción de la sociedad, asegurando que el tono siniestro y truculento que mostraba de Medellín atentaba contra la imagen de toda la sociedad colombiana; sin embargo, hubo una gran mayoría que poyó el estreno de la cinta ya que afirmaban que la película era el reflejo de la preocupante situación que se vivía en las calles. La crítica, por su parte, la recibió con agrado ya que veían no sólo veían en este filme una perfecta interpretación a la obra de Fernando Vallejo (independientemente de que haya sido el guionista), sino también una perfecta alegoría de la problemática social, así como un relato de autodescubrimiento en medio de la hostilidad.

Roger Moore, de Orlando Sentinel, dijo:

Una película que encuentra una nueva forma de abordar a la dicotomía de la violencia de un militante agnóstico y religioso.

Roger Ebert, del Chicago Sun-Times indicó:

El título de la película es apropiado. Un catolicismo desesperado le da sabor a una ciudad condenada.

Carlos Boyero, de Diario El País, destacó:

Me impresiona la película La Virgen de los Sicarios. Creo que Schroeder entendía perfectamente el universo de Vallejo.

Patrick Z. McGavin, de Chicago Tribune, afirmó:

Una película de claridad, sentimientos e intensidad eléctricas.

Marjorie Baumgarten, de Austin Chronicle, expresó:

Extraordinariamente fascinante.

Dennis Schwartz, de Ozus’s World Movie Reviews, comentó:

El mensaje está bien, pero la película no tanto.

Gary Dowell, de Dallas Morning News, señaló:

Una historia desgarradora y temeraria de autodescubrimiento en una civilización al borde del colapso.

Stanley Kauffmann, de The New Republic, escribió:

La restricción, el sentimiento auténtico, la economía de medios son marcas distintivas en este trabajo [de Schroeder].

Desson Thomson, de Washington Post, comentó:

El tono sombrío de la película no sólo se vuelve demasiado insoportable, su intención es clara a mitad del camino.

Kevin Thomas, de Los Ángeles Times, dijo:

Barbet Schroeder ha hecho muchas películas provocadoras en muchos lugares pero ninguna tan profunda en impacto como La Virgen de los Sicarios.

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