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Las mejores películas de superhéroes según la crítica

Más allá de las preferencias, facciones, intereses comerciales o dilecciones de composición, la calidad detectada por los críticos en la narrativa, construcción de personajes, manejo de arquetipos, dirección, actuaciones, producción y edición, ha sido el factor que ha determinado qué tan relevante es cada película en este listado

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Las mejores películas de superhéroes según la crítica

Más allá de las preferencias, facciones, intereses comerciales o dilecciones de composición, la calidad detectada por los críticos en la narrativa, construcción de personajes, manejo de arquetipos, dirección, actuaciones, producción y edición, ha sido el factor que ha determinado qué tan relevante es cada película en este listado

POR Margarito Punk / Violencia Martínez -

Un héroe se mide por sus hazañas. No importa su proeza: proteger focas, osos polares, vaquitas marinas, ballenas o niños y mujeres de la trata de personas; cualquier acción de esta índole adjudica al individuo el mote de héroe, desde Chuck Norris y Jean-Claude Van Damme hasta Julia Roberts o Sally Field. Salvar al inocente y desprotegido, al mismo tiempo que enfrentar a males encarnados en seres pensantes –villanos con capacidad de someter a los incautos–, forma parte de las faenas cardinales de estas estrellas que descienden para brillar sobre la Tierra durante las noches más oscuras, con o sin (sobre todo sin) facultades sobrehumanas.

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Mas cuando hablamos de superhéroes atendemos una ficción mitológica: tienen la estatura de dioses y semidioses, vulnerables e inalcanzables para la media humana, imbuidos en las pasiones que han dado con el hombre al traste, el Olimpo o el éxtasis. Inhumano, demasiado humano: contradicción del superhombre: sabemos que sólo existe en la esperanza y que es parte de ésta a través de la imaginación en respuesta a las crisis que vivimos.

El hálito divino del superhéroe –como lo fue para Perseo, Heracles, Aquiles, Bhima, Thor, Arjuna, Teseo, Enkidú–, proviene de a) alguna fortuna a la que fue lanzado el protagonista desde su nacimiento (incluso antes), o b) de circunstancias que lo arrojan a la trama que le cargará una responsabilidad superlativa (Hulk, Spider-Man, los más requeridos en estos días).

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En ambos casos, no es la premisa del semidiós lo que hace digno de atención al personaje: son las acciones que comete, antes y después, ante las situaciones limítrofe con las que lidian sus prójimos; es la travesía del semidiós en tanto ente arrojado a un mundo al que no pertenece pero debe proteger, lo que signa su apoteosis —ese momento en el que se consagra como un ser poderoso con incidencia en el futuro del cosmos donde orbita.

Esto aplica lo mismo para quienes poseen poderes de carácter físico, psíquico o intelectual, como para los simples mortales potentados como Gilgamesh, el Rey Arturo, Agamenón, Tony Star, Roldán, Bruce Wayne o el propio Hank Pym, que se hacen de poderes por decisión merced de sus riquezas e ingenio. Responsabilizarse del futuro ajeno es, ya de por sí, una disyuntiva donde el cómo y la justicia de este acto, siempre dibujan una línea imposible de encontrar entre la tiranía y el heroísmo —lo que hace más difícil que ellos mismos no sientan culpa por hacer el bien como lo hacen.

Pero si no son ellos –que pueden hacerlo– los responsables de tomar estas decisiones que herirán susceptibilidades pero salvarán aún más vidas, ¿quién se tomará la molestia megalómana de ver por el bien común? A veces, el poder termina devorando sus intenciones o bien, se mantiene como un debate interno que no tendrá fin hasta que el héroe caiga —como en las sagas Civil War o Injustice. Ahí el drama, la tragedia, el desplome o la desventura: el superhéroe, al mismo tiempo que un ejemplo a seguir, en su naturaleza de semidiós, entraña un peligro. La razón es simple: más allá de su origen noble, estudioso, económico o político, es un guerrero.

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Un guerrero brinda servicios que involucran hazañas, salvaguardas, protección a quienes los rodean, a los inocentes y, sobre todo, victorias frente a enemigos de igual talante y peligro —de ahí la idea de que un héroe es tan grande como el antagonista con el que se mide. Enfrenta, a veces, la traición con todo lo que su ser le permite; y, aun así, en las victorias que defiende en nombre de la libertad –la propia y la ajena–, la consigna es la soledad. En su drama interno, sólo el héroe puede lidiar consigo mismo y afrontar las consecuencias de sus actos. Ninguna victoria viene limpia. Incluso los más intachables, no dejarán de lavarse la sangre de las manos —algo que hasta Zack Snyder capituló en El Hombre de Acero - 55%. No importa si se rodea de iguales: la soledad es esencial y la casi imposibilidad de la felicidad es el costo de la libertad, la autonomía de acción, incluso por encima de las leyes. Pero, como desde tiempos remotos, preferible que estos seres porten la carga, el peso de esta trágica batalla inacabable, a que lo hagamos nosotros.

El superhéroe contemporáneo nace precisamente de una crisis soberana y se zambulle de lleno en ella por medio de actos ficticios que permiten involucrar alienígenas, dioses, semidioses, seres místicos, seres científicamente modificados –a voluntad o por accidente– o seres que defienden su lugar en el mundo debido a mutaciones. Todos ellos tienen la justicia, la bondad como horizonte, pero a través del uso de la violencia, que va en contra de la paz que buscan, es como logran sus victorias. ¿Cómo, si no, en un mundo que está a punto del colapso? Grant Morrison –autor de cómics como Animal Man, Doom Patrol, JLA, New X-Men y All Star Superman–, en su libro Supergods. Héroes, mitos e historias del cómic, explica:

Detrás de nuestras ganas de conocer las travesuras de estos personajes que visten trajes estrafalarios y que nunca nos defraudan se esconden más cosas: si uno aparta la mirada de la página o de la pantalla y se para un momento a pensar, verá que los superhéroes han llegado a la conciencia de las masas, como llegan a cualquier otro sitio, en respuesta al SOS desesperado de un mundo en crisis. […] ¿No será que el superhéroe, con su capa y su traje ajustado, es en estos momentos la mejor representación de aquello en lo que podríamos convertirnos si nos empezásemos a sentir dignos de un mañana en el que nuestras mejores cualidades sean lo bastante fuertes como para superar los impulsos destructivos contra el proyecto humano?

El cine reciente, extasiado tanto industrial como fanáticamente por devotos de esta nueva teología contemporánea, nos ha dejado múltiples momentos en cuyo interior se desata un drama que podría ayudarnos a entender este fenómeno y lo que nos dice a nosotros de la época que vivimos —y cómo queremos interpretarla con nuevos seres mitológicos. Los críticos escogieron a las películas que más los han impactado por su desempeño artístico y narrativo. Aquí, un breve acercamiento por este formato de fábula guerrera con semidioses que esta época nos ha legado.

Las siguientes películas fueron seleccionadas con los siguientes criterios: 1.- su porcentaje de aprobación en el Tomatómetro de Tomatazos, 2.- que tuvieran Certificado de Calidad y 3.- que fueran live action (aunque quienes esto escriben, consideran que muchas de las grandes proezas artísticas de este subgénero épico, yacen en el cine y la televisión animados). Comenzamos de la película de calificación más baja a la que tiene la calificación más alta según los seleccionados para este listado. Si ustedes desean hacer su propia lista y justificarla con otros parámetros, los invitamos a que se inscriban en Tomatazos y elaboren su lista. Única petición: justifiquen el orden y la selección. En el argumento está todo.

Capitán América: El primer vengador - 79%

La primera película del Capitán América fue un buen inicio a su trilogía y un buen preludio al crossover de Marvel: Los Vengadores - 92%. Steve Rogers (Chris Evans) es un soldado con un gran sentido del deber y de la moral, que se somete a un experimento para convertirlo en un súper soldado, que cambiará el curso de la Segunda Guerra Mundial. Aquí aparece un rasgo muy importante del cómic concebido por la cultura estadounidense: el héroe es un patriota, un boy scout, un devoto de la moral que lo mueve a esforzarse espiritualmente al grado de tolerar lo necesario para jugar un papel protagónico en un mundo que colapsa debido a la naturaleza bélica del ser humano. En medio del desamparo, mientras los demás deciden tomar precauciones, él decide emplear sus facultades especiales para ir más allá, romper los protocolos, desobedecer y, por supuesto, tomar un rumbo que lo conducirá a la indefectible soledad que signa al personaje. Dirigida por Joe Johnston, recibió comentarios positivos como el de David Denby en New Yorker:

No se ve forzada en la ironía o el estilo; la sensibilidad de historieta se mantiene pura, cuadrada y estúpidamente feliz.

Batman Regresa - 81%

Con villanos memorables como Catwoman (Michelle Pfeiffer) y El Pingüino (Danny DeVito), además de una tenebrosa estética, Tim Burton dejó la mejor película live action de Batman del siglo pasado. Esta película cuenta con un pintoresco relato inicial que nos muestra la tragedia detrás del villano de corazón helado: El Pingüino. El modo en que traza un paralelismo miserable con Bruce Wayne, es fabuloso, pues sienta las bases para justificar el odio y las motivaciones del villano. El relato de la secretaria que pronto veremos empoderada con Gatúbela, introduce un dejo místico a lo que presumía ser más apegado al planeta Tierra —con todo y la ciudad sucia, de aire pesado y dejo depresivo. Batman, nuevamente, al conquistar la victoria, se queda, sí, solo. Nos quedamos esperando un tercer asalto de Tim Burton, pero eso jamás sucedió. Desmond Ryan en Philadelphia Inquirer pone especial énfasis en el aspecto visual, que es donde el director solía ser más notable:

Como Beetlejuice y El Joven Manos de Tijera nos han recordado, Burton siempre ha sido más absorbido por lo que su audiencia ve que por lo que dicen sus películas.

Guardianes de la Galaxia Vol. 2 - 82%

Star-Lord (Chris Pratt), Gamora (Zoe Saldana), Rocket Raccon (Bradley Cooper), Baby Groot (Vin Diesel) y Drax (Dave Bautista) vuelven como los Guardianes de la Galaxia en esta divertida secuela, donde deberán de luchar para mantener unida a su nueva familia mientras descubren el misterioso linaje de Peter Quill. El buen humor incide como aliciente para las tragedias que asedian a los personajes: la corta vida de Rocket y su imposibilidad de abandonar su naturaleza ladina; dos hermanas que se odian más allá de la tripa; la orfandad, la idealización y el consecuente odio a la inhumanidad del padre; la construcción del amor. El caldo es coronado por Yondu, el personaje trágico que devuelve sentido a la aventura, que concluye, por supuesto con la arquetípica abolición de la figura paterna, ahora a favor de un bienestar mayor. Nicolas Ruiz en Código Espagueti la define como:

Una película sencilla pero eficiente que sabe aprovechar sus clichés para dar profundidad al disparatado universo cósmico de Marvel.

Hellboy - 81%

Guillermo del Toro dio a Hellboy el toque personal que suele poner en cada una de sus películas, añadiendo extravagancia a los monstruos y su entorno, pero sobre todo haciendo entrañable al demoniaco protagonista (interpretado por Ron Perlman) y a sus amigos. La libertad del héroe, aquí, consiste en luchar contra su propia naturaleza. ¿Cómo? Ese agente de destrucción y creación común a todo ser sensible y consciente: el amor. Pivote, punto de quiebre y sostén del héroe que trasciende el hecho de que él, eventualmente, será el fin del mundo que ahora defiende por devoción a su crush. Joe Leydon en Variety reconoció el trabajo técnico:

No tienes que ser un geek para apreciar el trabajo duro y las decisiones inspiradas de artesanos que llevaron a Hellboy a una nueva dimensión, de la página a la pantalla.

Ant-Man: El Hombre Hormiga - 81%

Scott Lang (Paul Rudd) es un ex convicto de buen corazón que pasará de utilizar sus habilidades e inteligencia especiales en robos a convertirse en un héroe, uno capaz de reducir su tamaño a voluntad. No es tan ambiciosa como otras películas del universo cinematográfico al que pertenece, pero por esa misma razón cumple bien su cometido de ser entretenida. Defender la justicia es un arma de doble filo. Sobre todo si para defenderla se transgreden las leyes. He ahí una de las razones por las cuales esta película triunfa: su héroes es un pícaro que se encuentra, sí, con uno de los superhéroes primigenios y clásicos de Marvel y es entrenado por éste para transformarse en uno de los nuevos personajes de esta franquicia fílmica. Aquí, aunque termina recuperando lo que perdió, su calidad de paria lo mantiene al margen de la ley. Erick Estrada en Cinegarage dice que:

La mejor cualidad de Ant-Man es que no intenta ser una película de superhéroes, pero utiliza toda la locura de éstas.

X-Men - 81%

El nuevo siglo empezó con una película de superhéroes bastante notable, disfrutada y reconocida por todo tipo de espectadores así como por la crítica: X-Men. Bajo la dirección de Bryan Singer el grupo de mutantes llegan a la pantalla grande por primera vez con historias muy humanas, buena acción y buenas actuaciones. Defender la libertad de existir sin limitaciones, sin quedar al margen de la “normalidad” (lo que sea que signifique eso), se impone como la necesidad número uno aquí, donde vemos a un grupo de personas enfrentarse con otro grupo de personas igual de comprometidas por lograr el mismo bien común. Mientras unos lo hacen con educación, paz y búsqueda de armonía, el otro grupo acude a la violencia como mecanismo de defensa. En medio: dos parias que andan en busca de su propio destino. David Denby de New Yorker la calificó en su momento como:

La película de cómic más hermosa, extraña y emocionante desde las originales de Batman.

El Cuervo - 82%

Legendaria por su protagonista, Brandon Lee, el hijo del famoso actor de artes marciales Bruce Lee, y que falleció durante la filmación a la edad de 28 años. El Cuervo es un ícono y resultado de la cultura gótica (o "dark";) ) de las últimas dos décadas del siglo XX, cuenta la historia de venganza de Eric Draven, asesinado junto con su novia un día antes de Halloween. Como Tulo en la mitología romana e Indra en la hindú, el personaje alcanza la venganza durante un período breve y ahí yacerá, al mismo tiempo, su pecado. Su gesta incide como una tragedia que sólo puede concluir con la purificación del pasado injusto del personaje. La plástica y la premisa conducen a eso: sólo la muerte de los villanos subsanará lo padecido. Terrence Rafferty en New Yorker:

La fantasía pulp de venganza de Alex Proyas, basada en una saga del cómic de James O'Barr, es oscura, cambiante, y seductiva.

Darkman: El Rostro de la Venganza. - 82%

Más de una década antes de que Sam Raimi dirigiera su trilogía de Spider-Man, realizó esta original película de un científico que sobrevive al fuego y a una explosión y busca venganza de quienes lo intentaron asesinar. Protagonizada por Liam Neeson, se ha convertido en una cinta de culto. Con la misma mácula de El Cuervo en cuanto al tema de la venganza, la pérdida en este caso no es la vida de su amada, sino la propia, además de caer en la vorágine de Bestia en La Bella y La Bestia - 93%: la fealdad adquirida, la calidad de monstruo, lo conduce a abismarse. Esta exaltación, que tiene como consecuencia una furia que se desata imitando la plástica pintoresca del cómic, aderezada con una excelente actuación vía Liam Neeson, integran parte de la sensación de paria y renegado del superhéroe: inconforme con el mundo, toma justicia por propia mano, como The Punisher - 62%. Walter Chaw en Film Freak Central escribió:

[Sam] Raimi, en 1990, hizo la mejor película basada en un cómic de todos los tiempos.

Deadpool - 84%

Deadpool era un personaje popular para los fanáticos de los cómics y seguidores de Marvel, pero en el mundo del cine sólo había tenido una adaptación olvidable en X-Men Orígenes: Wolverine - 38%. Esta versión mucho más apegada a la fuente original cautivó a medio mundo por su crudo y violento sentido del humor que Ryan Reynolds supo transmitir como si el papel hubiera sido hecho para él. Porque un destino trágico, con o sin final alegre, siempre requiere su dosis de buen humor, Deadpool probó a los estudios de cine que una película de superhéroes podía ser brutalmente violenta, de lenguaje soez, narrativa dura, imágenes crudas, sarcástica, irónica y absolutamente satírica consigo misma y aun así, triunfar en taquilla con mucha fuerza. Aquí, el héroe es, otra vez, un vengador anónimo que quiere recuperar lo que perdió y desquitarse de quienes lo torturaron mientras lo transformaban en un feo aunque funcional mutante. Juanma Fernandez Paris lo expresó así en El Nuevo Día:

Si es mayor de 18 años y su corazón late con un sentido del humor negro y retorcido salga disparado para el cine y vaya a ver esta película.

Batman Inicia - 84%

Después de que el gran personaje de DC había caído en desgracia por las últimas dos películas, y tras ocho años ausente de la pantalla grande, Batman volvió gracias a la visión de Christopher Nolan en esta historia de origen donde fue interpretado por Christian Bale. Ambos regresaron la dignidad y reconocimiento al superhéroe murciélago en el cine. Las historias de origen eran cosa harto resabida. Pero fue hasta esta película que Nolan probó que se podía trabajar no sólo con precisión de cirujano, sino con corazón de novelista, a un personaje que de suyo tiene torcidos todos los cables emocionales y a través del dolor –que inflige y que recibe– da al traste con los malos de la película. Lo suyo, lo suyo, fue manejar la transición del junior renegado y berrinchudo debido a su orfandad, a un temerario justiciero con entrenamiento ninja —y de paso, justificar sin demasiados aspavientos, su capacidad de producir tecnología propia sin que fuera fácil rastrearlo. Aunque lamentables las secuencias de acción donde Batman pelea –eso de la filmación del caos afea lo que toca–, todo el ensamble prepara con exceso de retórica cinematográfica –con cierta distancia de la plástica de cómic– un universo de posibilidades que Warner logró replicar hasta Mujer Maravilla - 92%. Desson Thomson en Washington Post escribió:

Así es como debe comenzar cualquier gran franquicia: con cuidado, precisión y delicadeza.

Poder Sin Límites - 85%

Una atípica historia de origen de superhéroes, abordada desde el documental falso, en la que tres adolescentes adquieren por accidente poderes de telequinesis y de volar. Los problemas se agravan cuando los problemas psicológicos de uno de ellos empiezan a inclinarlo hacia el mal. Dirigida por Josh Trank, y co-escrita con Max Landis , esta cinta fue una aproximación original al género que no se ve con mucha frecuencia. Lo más sorprendente de esta película, es que el protagonista, o al menos el personaje central en torno al cual se desarrollan los eventos más importantes, no es el héroe, sino el villano. Aquí, el drama es superior para aquel que se transforma en superhéroe: en orden de proteger a los inocentes, debe acabar con una de las personas que más quiere en la vida. Este servicio, en el que subyace el pecado del héroe al mismo tiempo, lo conduce, justo a vivir una vida como la imaginó con sus amigos empoderados: haciendo el bien, ayudando a la gente, viajando y sumiéndose en la soledad. Tanto así, que hay una especie de cita velada en Batman vs Superman: El Origen de la Justicia - 27% del final de esta película; justo en un momento en el que Clark Kent se siente culpable. Ben Sachs de Chicago Reader la describió con estas palabras:

Como ciencia ficción "pulp" este lanzamiento de Fox es bastante bueno, pero también es recomendable por su representación sensible del comportamiento adolescente.

Hellboy II: El Ejército Dorado - 86%

Con villanos notables en general, Guillermo del Toro en Hellboy 2 intenta abordar temas que la primera parte no tocó, y esforzándose por dar sentido a las motivaciones de los personajes y no repetirse. En esta secuela, Hellboy y sus amigos deben evitar que el “Ejército Dorado” sea despertado. Con algunos de los diálogos más épicos del cine de superhéroes, Hellboy nuevamente, en medio del brillo, Barry Manilow y The Carpenters, nos presenta la pesadilla del guerrero y la disyuntiva del héroe en su amada: ¿es el amor más grande que la salvación del mundo?; ¿podemos decidir, sin temor a equivocarnos, entre el ser amado y el bien común? El héroe y sus amigos se ven enfrentados a una realidad: las relaciones familiares y amorosas, están condenadas al desastre. E incluso los villanos, con sus afrentas, buscan un bien común para los suyos. Además, tiene esta línea demoledora con la que el villano se despide: “el mundo será menos bello sin nosotros”. Qué delicia. El maestro de la crítica cinematográfica Roger Ebert escribió en Chicago Sun-Times:

[Guillermo del Toro] tiene una imaginación interminablemente inventiva, y entiende cómo funcionan las leyendas, por qué nos entretienen y que a veces se destacan por algo. Por amor, por ejemplo.

X-Men 2 - 86%

Uno de los mejores ejemplos de lo que debe ser una secuela, que no sólo iguala sino que supera a la predecesora. Con una historia envolvente, escenas de acción emocionantes y buenas actuaciones, la segunda parte de la franquicia X-Men, dirigida por Bryan Singer, es un verdadero hito en el género de superhéroes que ha sido reconocido como tal por diversos críticos. En esta película, sacrificar lo es todo. Wolverine pierde la posibilidad de vengarse. Jane pierde la vida –o al menos a sí misma, como se verá en la tercera entrega– y con ella pierden Charles Xavier (a su mejor alumna y elemento más poderoso), Cíclope y Logan (a la mujer que ambos aman). Elementos clave de la nueva generación de X-Men, se van con la sedición encabezada por Magneto. Ningún bien viene sin dolor para los héroes. Todd McCarthy en Variety dijo que:

La nueva cinta es más grande y ambiciosa en cada aspecto, desde sus acciones y cualidades viscerales hasta sus temáticas.

X-Men: Primera Generación - 87%

Después de cierto estancamiento en la franquicia, X-Men: Primera Generación revitalizó a los mutantes al introducir nuevos actores como las versiones jóvenes de Charles Xavier (James McAvoy) Magneto (Michael Fassbender) y Mystique (Jennifer Lawrence). Dirigida por Matthew Vaughn, significó empezar con el pie derecho la nueva trilogía de estos superhéroes. Al retomar el concepto de historia de origen, se crean vínculos fuertes, sólidos, entre el líder de los X-Men, Magneto, Bestia, Mystique, marcando una pauta de lucha, afectos y empatía entre todos los elementos que aparecen en esta entrega. El modo en que se ayudan entre ellos y fomentan la defensa de su naturaleza contra seres que desean someter, inicia con los que más adelante serán, además de amigos, contrincantes de por vida. Los resentimientos, las historias de cada uno, justifican sus motivaciones y las soluciones que toman para enfrentar una situación que los afecta a todos por igual. Eric D. Snider en Film.com dijo que:

Usa las temáticas de las previas cintas para construir una precuela inteligente, con ritmo rápido y entretenida.

El Caballero de la Noche Asciende - 87%

El cierre para la trilogía de Batman de Christopher Nolan trajo nuevamente personajes memorables como Bane interpretado por Tom Hardy, o la Catwoman de Anne Hathaway, así como escenas de acción espectaculares y algunos giros de la trama que sorprendieron a muchos, aunque no complacieron a todos. Incluso aunque tuvo menos reconocimiento que la película anterior de la trilogía, se mantiene como una de las mejores del género.
Sus aciertos son evidentes: la construcción de personajes durante los primeros 50 minutos, es impecable. La secuencia de acción en el avión del inicio, durante la supuesta captura de Bane, es espectacular. La partida de máscara que le pone Bane a Batman, también. Las secuencias de Gatúbela previas a la conquista de la ciudad, son muy inteligentes y congruentes con el personaje. El único personaje que cae gordo es Bruce Wayne —y, pues sí, Batman. Lamentable: el nada impactante regreso de Batman a las calles; su regreso a Ciudad Gótica en tanto líder de la policía; el final con twist de Robin y Alfred; la misma pelea con Alfred; el final de Bane; la reconquista de la ciudad; y un largo etcétera donde se la pasan platicando sin más sobre, sí, lo que significa ser héroe —en lugar de dar prueba fehaciente de ello. Bob Mondello en NPR escribió:

La mayor sorpresa puede ser simplemente lo bien que Nolan ha ejecutado su despedida de esta trilogía



Doctor Strange: Hechicero Supremo - 89%

El doctor Strange es un cirujano con un carrera excepcional, pero su vida cambia cuando un accidente automovilístico daña severamente sus manos (sus herramientas de trabajo). Tras no encontrar en la ciencia una cura a su problema, acude a un templo en Asia, donde descubrirá el mundo mágico y se verá inmiscuido en una lucha ancestral de proporciones cósmicas. Aunque algunas payasadas estuvieron completamente fuera de lugar, la película tenía otra vez un arco dramático poderoso, al menos para entender el origen del Hechicero Supremo. Nos ayuda a entender algunas características de su predecesora y las motivaciones del villano, que quedó a deber muchísimo. Ni siquiera la entidad maligna e intergaláctica aparece tan amenazante. El propio doctor Strange la enfrenta con un artilugio inteligente, pero no queda ninguna afrenta pendiente para signar la responsabilidad del hechicero. Incluso, los personajes secundarios no son memorables. Lo mejor, es cómo se traza el carácter del superhéroe, quien será necesario para Avengers: Infinity War - 79%. Dirigida por Scott Derrickson y protagonizada por Benedict Cumberbatch, fue elogiada por Yago Garcia en Cinemanía en estos términos:

Doctor Strange ya cuenta con sus hechizos: a nivel textual, esta película sólo cuenta cómo un hombre aprende que perderlo todo tampoco es una tragedia tan grande, siempre se encuentren razones para no darse por vencido. Y eso, a su modo, también es un truco de magia.

Capitán América: El Soldado del Invierno - 89%

Las películas del Capitán América fueron mejorando con cada entrega, en gran parte gracias a la dirección de Anthony Russo y Joe Russo, quienes dieron seriedad y se esforzaron por sorprender a la audiencia, poniendo al superhéroe más patriótico de Marvel en situaciones complicadas donde debe dudar hasta de sus aliados más cercanos. El Capitán América no sólo es un patriota: es un entregado al sistema que, si desobedece, es por su afán de aprovechar sus talentos en pro de lo que las reglas no contemplan. Sin embargo, dos cosas acontecen en esta película que lo sacan de su zona de confort. Primero, un guerrero igual de dotado que él, que resulta ser su amigo de infancia, adolescencia y juventud, cuando Steve Rogers era un enclenque. Luego, la corrupción: el legado de Hydra es, justo, corromper, tanto a su amigo, como al sistema que defiende. El soldado de las barras y las estrellas, tendrá que hacer frente a ese pasado que ya perdió y asumir que lo que conocía como digno de respeto y trabajo, se ha tornado un bastión del enemigo. Claves necesarias para comprender por qué su renuencia a formar parte del sistema nuevamente en Capitán América: Civil War - 90%. Lean lo que dijo acerca de ésta Joe Morgenstern en Wall Street Journal:

Capitán América: El Soldado del Invierno es para disfrutarse... lo que la hace tan buena es el toque emocional, y los matices de vida real por los que pasan sus personajes entre tanta acción.

El Hombre Araña - 89%

A principios del nuevo siglo llegó al cine una de las grandes historias de origen de un superhéroe: El Hombre Araña, dirigida por Sam Raimi y protagonizada por Tobey Maguire, donde vemos la conocida historia del asesinato de su tío Ben y donde las relaciones de los personajes son más importantes que sólo dar un espectáculo visual, aunque también lo logra dar, a pesar de que sus efectos en CGI han envejecido bastante. El tratamiento psicológico recrea uno de los legados de la literatura de los cómics que mejor resumen la filosofía detrás de todo este fenómeno mitológico contemporáneo: un gran poder acarrea una gran responsabilidad. La pérdida, el deseo de venganza no consumado, son lo que hacen que este Spider-Man tenga como consigna volverse una mejor persona de lo que es y abandone sus impulsos egoístas para enfrentar al mal. Al final, el modo en que perece el villano, forma parte de algo que Georges Dumezil llama el pecado del héroe: él es la causa de dolor de su mejor amigo, quien pierde a su padre en el trance; él debe cargar con esta culpa y someterse a la soledad para no herir más a los que ama. Derek Adams de Time Out predijo:

Una cinta que anuncia una nueva era de este personaje mítico.

Superman II - 89%

Otro clásico de las buenas secuelas. En Superman II el Hombre de Acero, interpretado por Christopher Reeve, se debe enfrentar a tres villanos de Krypton que escapan de su prisión. Mientras tanto Clark Kent continúa su romance con Lois Lane, pero al final debe decidir entre ser Superman o renunciar a éste en nombre del amor. Fue dirigida por Richard Donner en un inicio, luego fue sustituido por Richard Lester, quien la terminó. Su disyuntiva es diferente: formar parte del todo que es la humanidad y ser uno más para dedicarse a amar y cuidar, con una vida normal, a Lois Lane deparará a los demás una situación de catástrofe, pues perderán a ese protector que ayudaba a hacer la lucha por la justicia más propensa a que ganara el bien. Aquí, el heroísmo nuevamente se manifiesta como un sacrificio que orilla al personaje más a la soledad que a la felicidad. Además, subraya la distancia que tiene con los otros kryptonianos que aparecen en escena, unos criminales de primera que gozan de los mismos poderes que él. Sin embargo, ellos no sólo quieren robar: buscan apoderarse del planeta. Fred Topel en About.com escribió:

El mejor Superman. Grandes villanos y gran subtrama de la inseguridad de Clark.

Capitán América: Civil War - 90%

Por primera vez los superhéroes de Marvel se enfrentan entre ellos por diferencias ideológicas, inspirándose libremente en el cómic del mismo nombre, Civil War narra la lucha entre Iron Man y el Capitán América, y logra notables secuencias de acción que mantienen al espectador atrapado dentro de la historia, en la que hace su primera aparición el nuevo Spider-Man. Este problema ideológico tiene sus antecedentes en dos películas: Capitán América: El Soldado del Invierno, donde Steve Rogers se desencanta del sistema, descubre lo fácil que es corromperlo y usarlo en beneficio de propósitos malignos, y como complemento se queda con las ganas de salvar a su amigo de la condena por crímenes de guerra; y Avengers: Era de Ultrón, donde una creación de Tony Stark, quien siempre presume su libertad, autonomía e independencia de las instituciones –billetera y empresas de por medio–, conduce a una catástrofe y genocidio, en el cual los propios Avengers tienen participación directa. De hecho, uno de los nuevos Avengers, fue villano: la Bruja Escarlata. Y de una acción que ella comete surge, además, el conflicto político que ciñe a Civil War. A esto se suma probablemente el giro de una película de superhéroes más fuerte que ha habido: el asesinato de los padres de Tony Stark. ¿Cómo razonar con un amigo que ha perdido el control y quiere matar a otro amigo que fue manipulado para cometer atrocidades, cuando su argumento es [ALERTA DE SÚPER SPOILER]: “No me importa. Mató a mi mamá”? Ahí el drama, ahí la virtud de la película. Una ruptura tan fuerte no podía ser por menos. Fue ampliamente reconocida y Luis Martinez en El Mundo (España) alabó el trabajo de los directores:

Los hermanos Russo consiguen la más madura, inteligente y divertida entrega de la serie con el conflicto del Estado y el monopolio de la violencia al fondo.

X-Men: Días del Futuro Pasado - 91%

Después de estar ausente del universo X-Men desde la segunda película, Bryan Singer regresó triunfalmente a dirigir esta película que superó a su antecesora, y supo mezclar perfectamente la versión joven y la versión adulta de los protagonistas, en una trama inteligente donde los mutantes deben resolver un conflicto del pasado para salvar el futuro. Una de las mejores cintas de estos famosos superhéroes. Estamos frente a un escenario apocalíptico para los mutantes. Su extinción es conducida por mentes maestras que han descubierto cómo crear androides capaces de poner un hasta aquí a los humanos evolucionados. No es un Apartheid: es un exterminio. No queda mucho. Todos saben el origen de todos los males, pero no hay manera de volver. ¿Qué pasaría si así fuera? Wolverine, finalmente, es el indicado para intentar cambiar las cosas. El heroísmo, aquí, es ambiguo, pero certero: más que sacrificio, se trata de enfrentar a los demonios y aceptar que el mundo nunca será perfecto. Sólo queda ser mejores que los verdugos, mostrar piedad y disposición a la justicia, lo que eso signifique. Betsy Sharkey escribió en Los Angeles Times:

Viajes en el tiempo, Peter Dinklage y 1970 encabezan una larga lista de lo que hace a X-Men: Días del Pasado Futuro una delicia.

Guardianes de la Galaxia - 91%

Este peculiar grupo de superhéroes es, dentro del Universo Cinematográfico de Marvel, el de los personajes más divertidos. La cinta estuvo a cargo de James Gunn, y cada actor supo dar al personaje una personalidad única y entrañable. Comenzando como individuos con motivaciones diferentes, acaban reunidos para enfrentarse a Ronan, un ambicioso villano. No podía ser para menos: los personajes aquí congregados son ladinos y sagaces, una pandilla de rapaces cuyas aspiraciones van desde el hurto y la rapiña, glorias burdas y venganzas salvajes para quienes han causado desgracias en sus vidas. El dolor en unos, la búsqueda de libertad en otros y la necesidad de enfrentar a fuerzas que amenazan con destruir el mundo como lo conocen, los reúnen para que, entre chanzas, discusiones y argumentos pícaros, acaben como un grupo de mercenarios que prometen ayudar a las personas de las calamidades galácticas. El humor es intenso como era de esperarse de un quinteto de pillos. Peter Travers en Rolling Stone dijo:

Guardianes de la Galaxia logra lo imposible. Con un golpe de buena suerte, convierte los clichés de las historietas en una película divertídisima.

Los Vengadores - 92%

El primer gran crossover de superhéroes en la historia del cine no podía pasar desapercibido, y para ser la primera vez que se llevaba a cabo un proyecto de estas dimensiones, fue bastante bien realizado por Joss Whedon y su equipo. Iron Man, Capitán América, Thor, Hulk, Black Widow y Hawkeye deben unirse y enfrentarse a Loki y un ejército alienígena. No se trata sólo de juntar a un montón de superdotados: se trata de emular un modelo clásico. Si en la Ilíada los héroes se reunieron a las puertas de Troya para conquistar, aquí se reúnen para repeler una invasión. Cada uno tiene buenas razones para reunirse con el resto de los superhéroes y luchar codo a codo contra un ejército de alienígenas armados hasta los dientes y gusanos intergalácticos gigantes. Iron Man, porque está en juego más que su ego y su empresa: la seguridad del planeta ha sido amenazada. Bruce Banner cree que puede hacer algo más que ser Hulk en ese disparate. Thor va para poner en cintura a su superpoderoso y tremendo hermanito. El Capitán América porque ésa es su tarea, básicamente. Hawkeye y Black Widow tampoco tienen opción. Al final, todos ellos tienen una consigna: defender a los incautos e inocentes. Laremy Legel en Film.com la define como:

Un espectáculo en el gran sentido de la palabra...

Spider-Man: De Regreso a Casa - 92%

Spider-Man: De Regreso a Casa se logró ganar a los críticos y obtuvo una calificación alta en el Tomatómetro. Dirigida por Jon Watts y protagonizada por Tom Holland repitiendo su papel como Peter Parker (su primera aparición fue en Capitán América: Civil War), nos muestra una nueva imagen fresca del superhéroe, más joven y alegre, sin la marcada tragedia que ha caracterizado a los anteriores. Aunque Sam Raimi hizo un gran trabajo con las primeras dos películas del arácnido, ciertamente dejó de lado el origen adolescente del Amigable Vecino de telarañas traviesas. Incluir esta película de aprendizaje para un superhéroe joven, el más joven de todos, le devolvió la juventud a este subgénero épico, que desde Kick-Ass: un Superhéroe sin Superpoderes - 76% no tenía un acercamiento de este tipo. Lo intentaron con Andrew Garfield y salió bien en su primera aparición, sí, pero recordar lo inmaduro y necesitado que está de mentor Peter Parker fue algo que facilitó que cometiera todos los errores propios de un superhéroe novato. Por ejemplo, creer que lo sabe todo y que él puede hacer las cosas por sí mismo sin asesoría de los adultos. Además, el villano encarnado por Michael Keaton, es espectacular y más que digno. Marco Cubillo en Konexion la describió como:

Un golpe de aire fresco, más ligera y con un humor constante pero no absurdo, quizás sea la cinta más divertida del arácnido que hayamos visto, y tal vez la más divertida de Marvel.

Thor: Ragnarok - 92%

Thor (Chris Hemsworth) descubre que su hermano Loki (Tom Hiddleston) se ha apoderado de su hogar. En la búsqueda de Odín, el héroe se vuelve un prisionero al otro lado del universo sin su martillo –abolido con un apretón de mano por su hermana mayor– y debe de emprender una carrera para salvar a los asgardianos del Ragnarok de Hela (Cate Blanchett), primogénita de Odín. Hulk entra a escena de la mano de una hermosa valquiria que tiene una capacidad de ingesta alcohólica tan grande como su pasión por la batalla. Taika Waititi toma las riendas de este proyecto al darle un nuevo toque visual y musical en comparación a sus dos películas predecesoras. Y aunque Marvel se ha encandilado con el humor, tuvieron que esperar a que Waititi les mostrara cómo hacer una comedia con uno de los momentos más fatídicos de un superhéroe sin restar peso a los episodios críticos que lo someten al hado que por milenios había evitado su hogar: el fin de todas las cosas. Vemos a Thor pasar de ser el dios del trueno ansioso, deseoso de una vida ajena al trono de Asgard, a transfigurar, por necesidad, en el soberano que su pueblo necesita —y que sabe cuándo es necesario sacrificar algo grande e importante en pro del bien común. La impecable plástica donde todo puede percibirse a detalle y con luz entrometida en todos los recovecos; las caracterizaciones que dan lujo de cita y apropiación del sentido gráfico de la década de 1980; así como un guión acelerado, inteligente y abrumador en detalles dramáticos, diálogos cual si a balazos hubieran sido elucidados; todos estos aspectos dan una pieza redonda que se toma la libertad de criticar todas las películas precedentes, desde Thor - 77% hasta Los Vengadores - 92% y Avengers: Era de Ultrón - 75%. El score es de los más deliciosos y ricos en matices en cine de superhéroes y el tema del Grandmaster, da todas las señales de que Monthy Pyton se apoderó de las tramas superheroicas. De un modo absoluto por primera vez —más, incluso, que cuando James Gunn entró a escena. Con la sátira, el sufrimiento no es menos: es limón para la herida. Al menos para los personajes. La audiencia está frente a una pieza que presume excelencia técnica y riesgo narrativo como ninguna otra pieza de Marvel ha logrado amalgamar para hacer una verdadera tragicomedia con esquema clásico en una época donde el chiste pirotécnico pretender serlo todo. Javier Ocaña, de El País, sentenció de manera puntual:

El director Taika Waititi ha compuesto la película más luminosa y colorista de la saga.

Mujer Maravilla - 92%

La última gran sorpresa fue Mujer Maravilla, la primera superheroína que destaca dentro del cine. Dirigida por Patty Jenkins, esta película cuenta los orígenes de Diana Prince (Gal Gadot), quien debe descubrir la verdad de sus poderes, y entender el mundo de los humanos. Probablemente porque va en la línea de las mejores leyendas de héroes. La secuencia que va desde la fogata hasta la celebración después de las trincheras, construye lo que hoy conocemos como Mujer Maravilla. Las trincheras son el vientre de la ballena del que hablaba Joseph Campbell; también es la prueba iniciática para transformarse en lo que todos admiramos y reconocemos como suyo en Mujer Maravilla: protectora de los inocentes, escudo para los luchadores de la justicia, inspiración para todos los guerreros que sienten el peso de la injusticia como insalvable, como un yunque opresor que no puede superarse. Es un camino yermo con partes cenagosas, donde ve sufrir abestias de carga, hombres heridos desatendidos, gente perdiendo sus pertenencias, pequeños perdidos y, finalmente, gente desesperada que tal vez no necesita siquiera una victoria, sino una esperanza. Ahí entonces Patty Jenkins, tras crear una bruma de desesperación, lanza a la batalla a la temeraria amazona, que tiene la apoteosis más humilde de todas: una fiesta de pueblo en medio de un invierno sonriente a mitad de la desgracia bélica. Su consagración viene acompañada de su respectivo encuentro con la diosa en la intimidad con Steve Trevor. Toda una delicia en la menor tradición de Richard Donner, uno de los grandes maestros del cine de superhéroes. La crítica ha sido muy favorable y el público ha respondido de igual manera. Fico Cangiano en CineXpress se sumó a los que la llamaron inspiradora:

Mujer Maravilla es divertida, cómica y emocionante, pero más que nada, es conmovedora e inspiradora.

El Hombre Araña 2 - 93%

La segunda parte de la trilogía de Spider-Man dirigida por Sam Raimi fue la mejor de todas, pues supo añadir más y mejor acción, comedia en buenas dosis, y un villano sobresaliente hasta la fecha dentro de las películas de superhéroes. La crítica y el público reconocieron la importancia de esta extensa pelea de Peter Parker contra el Doctor Octopus, interpretado por Alfred Molina. La parte más importante, es cómo el héroe crea una relación de amistad que poco a poco se traduce en una fuerza devastadora contra su antagonista, debido a que su comportamiento y la manera en la que lo provoca para pelear, se acercan a la traición. Sin embargo, se trata de un espíritu confundido y despechado por el fallecimiento de su amada —además de ser obnubilado por la influencia de la inteligencia artificial que modifica su temperamento y reconduce sus acciones hacia un escenario maligno. Este Spider-Man retoma el debate interno de Superman II - 89% de Donner-Lester y lo arroja al ruedo con los mismos motivos de por medio con un nuevo aprendizaje: una vez adquirido ese poder que conlleva una gran responsabilidad, no puedes deshacerte de él y mucho menos de la responsabilidad. David Edelstein lo expresó en Slate:

El Hombre Araña 2 tiene el arco emocional más limpio de cualquier cómic. Con toda la simulación, cobra vida.

Iron Man - El Hombre de Hierro - 93%

El Universo Cinematográfico de Marvel comenzó con esta cinta, dirigida por Jon Favreau, y con Robert Downey Jr. dando vida por primera vez al personaje que lo catapultó a la fama mundial. Estamos frente a un egomaniaco, alcohólico, egocéntrico e insoportable –por supuesto, encantador– millonario huérfano con déficit de empatía e ínfulas de Juan Camaney y Don Juan al unísono, además de un refinado sentido del control y capacidades intelectuales sólo equiparables a las de Hank Pym. Por supuesto, el momento en el que este personaje se transforma en héroe es cuando su desinterés resulta en detrimento de él y su futuro. En medio de la crisis, de la convicción de que la muerte anida en su pecho con sentido metálico, al buscar su propia libertad, descubre que puede desarrollar un arma que podría colocarlo en una posición de ventaja frente a quienes no tienen sino ganas de fastidiar y someter al mundo. Por supuesto, su egomanía lo conduce a transgredir la ley y olvidarse de la convención de una identidad secreta. Millonarios. Iron Man sigue siendo un excelente ejemplo de historias de origen de superhéroes, siendo fiel a la fuente de origen, con buenas actuaciones y efectos especiales de primera. Scott Foundas en L.A. Weekly dijo:

Es una fantasía de cómic ejemplar. Hay bastante CGI, pero Favreau lo usa, la mayor parte del tiempo, para mejorar, en vez de suplantar la dimensión física de la película.

Superman: La película - 93%

La primera película de Superman, dirigida por Richard Donner, fue todo un parteaguas en el género de superhéroes y en las películas de origen de éstos; ha sido reconocida como una influencia importante tanto para Marvel como para DC. El Hombre de Acero, interpretado por Christopher Reeve, inspiró no sólo a los estadounidenses, sino a todo el mundo sin importar su nacionalidad. Sin perder la tensión de la orfandad inscrita en quien ha perdido para siempre a su lugar de origen, que se reconoce entre los terrícolas como el heredero de una cultura milenaria y, además, último en su especie, padece a manos de la melancolía en un palacio creado por sus padres en la Tierra para que él pueda sentirse en intimidad consigo mismo: la Fortaleza de la Soledad. Lo vemos trastabillar, encandilarse, ayudar secretamente y, cuando sus superpoderes no alcanzan para salvar a la mujer amada, transgredir las leyes del espacio y el tiempo sólo para verla vivir. Es una película donde este superhéroe da prueba de su humanidad y de cómo decide participar de la vida humana, con toda la carga que eso implica. Humano, demasiado kryptoniano. Aunque el Lex Luthor al caso era bastante patético y le faltaba el poder financiero y político de su versión más temible, no deja de ser impresionante cómo incide en detrimento del hombre más poderoso sobre la Tierra. Jeffrey Lyles en Lyles' Movie Files concuerda con la opinión general:

La historia de origen de superhéroes de cómics más influyente, si no es que definitiva, que jamás hayamos visto.

Logan - 93%

Después de dos películas centradas en el personaje de Wolverine que no convencieron ni a fans ni a críticos, James Mangold cierra la trilogía con una excepcional película de superhéroes que mezcla el western y temas normalmente ajenos al género dentro de una cinta con mucha acción, gran dramatismo y personajes bien desarrollados, además de una conclusión magistral para el personaje, interpretado a lo largo de 17 años por Hugh Jackman. El don final es entregado al feroz mutante cuando el mundo ha sido devastado. Los mutantes se extinguieron gracias a un artilugio científico, los últimos que quedan, aparentemente, fallecerán pronto por enfermedades crónico degenerativas. Es un final amargo, macilento, turbador. Nada de heroísmo: sólo queda la tristeza, la soledad, ocultarse antes de recibir un cese definitivo. Sus amigos perecieron a manos de su propio mentor, debido a un accidente. ¿Qué vemos en esta película? A un anciano guerrero volver de entre las cenizas para un momento tan impresionante como el que tiene Jeff Bridges en Temple de Acero al volver a un llano a balazos y a caballo. El regreso, el vuelo mágico, tiene en ese don final de Logan, después de la miseria en la que lo encontramos, a la paternidad como alternativa a un final feliz —que como el propio Quijote, sólo puede ser vencido por su reflejo juvenil: otro loco que se cree guerrero en una época donde nadie cree necesitarlos. Ese dolor, esa impotencia, esa incapacidad de salir avante en la que no importa que el destino final esté escrito con calavera, devuelve la dignidad al guerrero abatido. Qué mejor manera de partir que en una batalla, con las lágrimas y el tacto honesto de una niña que llora tu partida. Mario P. Székely en Siete24.mx señaló que:

Logan es una buena noticia para aquellos que buscan en los cómics llevados al cine historias más viscerales. El filme cabalga como un western clásico, formando mancuerna con su colega de dos décadas Patrick Stewart, ambos viejos lobos de mar.

Batman: El Caballero de La Noche - 94%

Esta película se considera todo un hito en el cine de superhéroes, no sólo por ganar el Óscar en una de las categorías principales: mejor actor de reparto (hasta ahora, la única película de este género que lo ha conseguido), sino por la maestría técnica con que fue realizada, la atrapante historia, excelentes secuencias de acción y el villano: el Guasón interpretado por Heath Ledger. Nolan juega con varios elementos que transforman a este enfrentamiento citadino y de corte de acción con dejos de espionaje estilo Misión Imposible, en una historia de proporciones clásicas. A pesar de abusar de las explicaciones verbales –el director cree que somos un poco idiotas y no entendemos qué acontece–, su manejo de los arquetipos que conducen a la paradoja clásica de la fuerza irresistible: ¿qué pasaría si una fuerza imparable [el Guasón] chocará contra un objeto inamovible [Batman]? La solución actual a esta paradoja es simple: no existen ninguno de los dos, a menos que, por definición, sean la misma cosa. Nolan responde a esta paradoja con violencia y secuencias de acción intensas. Lo interesante, es que la ficción basada en este principio, donde Batman es el orden y colisiona con el Guasón, que es el caos –ambos emparentados y unidos por la locura–, da como conclusión la invención del azar: Harvey Dos Caras. Otra vez, la condena del héroe a la pérdida y la convicción de la soledad como único rumbo, aquí incluso lo vuelven un mártir: su misión es ser un paria, un perseguido, todo para favorecer el bien común. En él, se confabula la miseria de ser odiado, despreciado y atribulado por crímenes que no cometió. Una escena fabulosa define la causa principal para que el héroe termine así: el Guasón le dice a Batman que tiene secuestrados y a punto de la muerte a Harvey Dent y a su querida. Batman, desesperado, entra en pánico y lo aporrea con todo lo que tiene. El Guasón comienza a reír como loco, y le dice: “no hay nada que tú puedas hacer para amenazarme, tú con toda tu fuerza”. La locura, el hombre sin pasado y cuya mejor descripción es la negación de atributos: el diablo descrito como lo hiciera Nikolái Gogol en Almas Muertas: “un caballero que no era ni guapo ni feo, ni demasiado gordo ni flaco; no podía afirmarse que fuera viejo, aunque tampoco se diría que fuera muy joven”. La indefinición. A eso se enfrentó Batman en esta película, hoy por hoy, la más querida de superhéroes entre los críticos. No es de extrañarse que se encuentre en el número uno de esta lista. Kenneth Turan escribió en Los Angeles Times:

Verla es entender que Nolan y su hermano y co-escritor Jonathan, vieron la oportunidad de ir más allá de los personajes y la mitología, una oportunidad de meditar en temas más oscuros de lo normal, que tienen trascendencia por la manera en que vivimos ahora.

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