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Películas mexicanas de horror para toda ocasión

Disfrutemos un poco del horror nacional

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Películas mexicanas de horror para toda ocasión

Disfrutemos un poco del horror nacional

POR Carlos Báez -

Durante años psicólogos han señalado que una de las razones por las que el público, sobre todo el juvenil, desarrolla un gusto por el género del horror es que puede experimentar situaciones espeluznantes bajo la seguridad de la ficción. Enfrentar nuestros temores con la seguridad de no ser físicamente lastimados suena ideal para cualquiera que se haga llamar fanático de las emociones fuertes y, basándonos en tendencias recientes, a los mexicanos nos queda como anillo al dedo esta actividad.

El cine nacional y sus realizadores siempre han tenido una predisposición muy interesante hacia este género, el cual tiene su origen en 1933 con La Llorona. A lo largo de las décadas, la cinematografía nacional ha logrado darnos títulos que intervienen en muchos de los subgéneros del horror en distintos niveles de intensidad.

Películas como Tenemos la carne - 74%, Voraz - 90% y La Posesión de Altair llegaron recientemente a las carteleras del país y reafirmaron el ya conocido gusto que los mexicanos tenemos por este género. Por ello, en Tomatazos nos dimos a la tarea de hacer una lista con películas de horror mexicanas que puedes disfrutar en, literalmente, cualquier ocasión (bueno, salvo una, ustedes se darán cuenta cuál es).

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Cronos - 89%

El primer largometraje de Guillermo del Toro inaugura esta lista. La cinta se enfoca en un anciano interpretado por Federico Luppi, quien recibe un pinchazo de un objeto misterioso y a partir de esto empieza a desarrollarse la trama. Esta cinta presenta muchos elementos por los cuales el director se haría famoso, por ejemplo los insectos, la narrativa de los cuentos de hadas y los tonos amaranto; a su vez, marca su primera colaboración con Ron Perlman. Ésta es una cinta imperdible para todo fan de del Toro y el horror.

Alucarda, La Hija de las Tinieblas - 100%

Un emblema del horror nacional. Alucarda es, probablemente, la cinta más reconocida dentro de la filmografía de Juan López Moctezuma y cuenta la no muy original historia de dos jovencitas que luego de un encuentro con gitanos empiezan a experimentar sucesos sobrenaturales. La fotografía y el simbolismo han sido los responsables por la relevancia actual de la cinta.

Veneno para las Hadas

Una lista de este tipo no podía estar completa sin una cinta de Carlos Enrique Taboada. Seleccionemos ésta sobre Hasta el Viento Tiene Miedo y Más negro que la noche debido a que es una de las películas más infravaloradas del director. Su historia se centra en Flavia y Verónica, un par de niñas que escuchan sobre brujería, y esto lleva a Verónica a convencer a Flavia de que es una bruja, lo que provoca una serie de eventos perturbadores entre ambas. Si esta película no te hace sentir pavor por los niños nada lo hará.

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Santa Sangre - 85%

Ya sea que lo admiren o detesten, Alejandro Jodorowsky se ha ganado un lugar entre los directores más prolíficos en la historia del cine mexicano marcado por el surrealismo y la violencia. Santa Sangre no es la excepción, pues esta película sigue a un joven que de chico vivió toda clase de penurias, entre ellas ver cómo su padre cortaba los brazos a su madre. El chico está internado en un manicomio y logra escapar para ver a su madre y cobrar venganza de todo aquel que les hizo daño.

El vampiro

Esta película de 1957 es un referente en cuanto a presencia de vampiros en el cine mexicano. Dirigida por Fernando Méndez y protagonizada por Germán Robles, en esta cinta vemos a un vampiro que cumple todos los requisitos para ser un icono del género: es aterrador, elegante, seductor y de buen porte. Puede tener ya sesenta años, pero la actuación de Robles no ha perdido relevancia.

Somos lo que hay - 72%

Esta fue la película que marcó el inicio de Jorge Michel Grau en la escena del horror. Somos lo que Hay sigue de cerca a una familia de caníbales en la Ciudad de México que deberá buscar cómo sobrevivir luego de la muerte del padre. La atmósfera de la cinta resulta muy aterradora y, a pesar del tabú de la temática, se da tiempo para explorar los lazos familiares y difundir un mensaje acerca de la disfunción social.

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