Con el inminente estreno de la versión live-action de Ghost in the Shell sobre nosotros es necesario repasar el género del cyberpunk para entender mejor la cinta, aun cuando la calidad de la misma sea, en este momento, de pronóstico reservado. El cyberpunk es una corriente literaria y cinematográfica que lleva décadas entre nosotros. Historias sobre futuros distópicos, megalópolis gobernadas por grandes corporaciones y gobiernos sin rostro; el individualismo del hombre reducido a una serie de marcas, implantes de chips, partes cibernéticas, autoritarismo, vandalismo, crimen, golpes de Estado, desorden y decadencia social. Básicamente, como un día cualquiera en la Ciudad de México, pero con implantes cibernéticos.
Existen cintas fundamentales como Blade Runner - 
90%, Tetsuo, the Iron Man - 77% y la misma versión animada deGhost in the Shell - 96%, dirigida por Mamoru Oshii. Sin embargo, este texto busca compilar ejemplos quizá menos conocidos pero igual de importantes para este medio narrativo.
Antes que a George Lucas le entrara la gula empresarial y escribiera historias sobre lo incómoda que es la arena, realizó esta joyita. Una cinta minimalista, en el mejor sentido posible, que aborda un tema esencial de la ciencia ficción: la identidad humana. Se agradece que esta cinta no cayera en las garras del ratón más famoso del mundo y sufriera el infortunio de volverse una excusa para vender figuritas.
El siempre impredecible y ecléctico Werner Fassbinder realizó esta adaptación de una novela muy adelantada a su tiempo. Una historia que gira en torno a un experimento de realidad simulada, mucho antes que Matrix y otras cintas de temática similar. Originalmente una cinta para televisión, que la compañía Criterion Collection rescató hace unos años para darle un merecido lanzamiento en video.
Sogo Ishii, uno de los estandartes del cine punk japonés, dirigió este delirante musical de nombre Burst City, donde varias importantes bandas de la escena punk nipona se baten en un futuro apocalíptico. Guitarrazos y bazookazos se combinan para ofrecer uno de los musicales más dementes que verán en su vida.
Metropolis
Inspirada en una historia de Osamu Tezuka, inspirado él a su vez en el clásico de Fritz Lang, esta Metropolis no es un mero homenaje al clásico silente, sino que toma los temas de aquel y decide expandirlos y explorarlos a su modo. Absolutamente majestuosa de principio a fin, una obra que merece más atención de la que recibió en su momento.
ExistenZ
La última cinta de David Cronenberg antes de abandonar lo fantástico y empezar a hacer dramas de calidad muy mixta. El horror corporal, uno de los temas que fascinó durante varios años al realizador, está combinado con la realidad virtual en un relato que pasó un tanto desapercibido en su época. Ahora es el momento idóneo para redescubrir esta cinta.
Strange Days
James Cameron escribe el guion y Kathryn Bigelow, en aquel entonces su esposa, dirige este relato protagonizado por Ralph Fiennes. La cinta fue un fracaso en taquilla e ignorada por varios críticos. Los temas de conspiración e identidad son explorados por Cameron con precisión y madurez. Lástima que perdimos al señor en el océano de sus furries azules espaciales.
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