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Danny Boyle no hizo Porno

A una semana del estreno de Trainspotting 2 comparamos el resultado en pantalla con la novela 'Porno' de Irvine Welsh, secuela de Trainspotting y otros datos interesantes sobre la mítica cinta

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Danny Boyle no hizo Porno

A una semana del estreno de Trainspotting 2 comparamos el resultado en pantalla con la novela 'Porno' de Irvine Welsh, secuela de Trainspotting y otros datos interesantes sobre la mítica cinta

POR Alberto Sándel -

Trainspotting: Sin Límites - 89% de acuerdo al Urban Dictionary es un término utilizado por los yonquis adictos a la heroína para designar el golpe ocasionado por la sustancia después de entrar en el sistema. También está relacionado al color de la vena cuando la heroína se abre paso entre la sangre, a esta vena se le conoce como track. Los yonquis más experimentados conocen cuál vena reacciona mejor, causa menos dolor y tienen menos predisposición a las infecciones.

Trainspotting fue una novela poco conocida antes de la aparición de su adaptación cinematográfica en manos de Danny Boyle, después se convertiría en la novela – para orgullo del autor y no tanto de sus editores– más robada del Reino Unido. También fue la más leída en las cárceles. ¿Por qué? Sólo debemos fijarnos en el famoso monólogo de la película "Choose life" que en la novela de Welsh luce algo así:

La sociedad inventa una lógica falsa y retorcida para absorber y canalizar el comportamiento de la gente cuyo comportamiento está fuera de los cánones mayoritarios. Supongamos que conoces todos los pros y los contras, sabes que vas a tener una vida corta, estás en posesión de tus facultades, etcétera, etcétera, pero sigues queriendo utilizar el caballo. No te dejarán hacerlo. No te dejarán hacerlo, porque lo verían como una señal de su propio fracaso. El hecho de que simplemente elijas rechazar lo que tienen para ofrecerte.

Trainspotting lejos de las críticas que se centraron en hablar respecto a las posturas anti o pro drogas, debemos centrarnos en el meollo real de la historia, esto no es un asunto de narcóticos, esta es la voz de los inadaptados de los perdedores.

Elígenos a nosotros. Elige la vida. Elige pagar hipotecas; elige lavadoras; elige coches; elige sentarte en un sofá a ver concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu, atiborrándote la boca de puta comida basura. Elige pudrirte en vida, meándote y cagándote en una residencia, convertido en una puta vergüenza total para los niñatos egoístas y hechos polvo que has traído al mundo. Elige la vida.

La intención original de Welsh era criticar la sociedad de consumo, muy acorde a los discursos posmodernistas de Lipovetsky o el simulacro de Baudrillard. Los perdedores como los personas fuera del partido en la novela de George Orwell, 1984, son los únicos capaces de ver el panorama completo de la sociedad, pues se encuentran fuera de ella.

Pues bien, yo elijo no elegir la vida. Si los muy cabrones no pueden soportarlo, ése es su puto problema. Como dijo Harry Lauder, sólo pretendo continuar así hasta el final del camino...

Trainspotting es una crítica hacia la sociedad de consumo y los mecanismos que la mantienen con vida. Porno, la secuela que escribió Welsh retoma esta idea para darle un giro sobre el narcisismo de la sociedad:

Vivimos en una sociedad muy voyerista y narcisista. Todo está regido por una relación muy pornográfica en la forma de ver al otro... y también en la exposición de uno mismo. La pornografía revela de una manera muy cruda la naturaleza de nuestros comportamientos dentro de la sociedad capitalista.

Danny Boyle no filmó Porno, más allá de los inconveniente relacionados a la edad de los actores y de los personajes. Trainspotting 2 sí tiene presente este narcisismo de la sociedad y la relación con el otro, sin embargo, la forma brutal, un poco también hasta cierto punto inoncente –SickBoy quiere realizar la mejor cinta porno de todos los tiempos acompañado de la estudiante universitaria Nikki– de la novela. El temor a envejecer no es el mismo 10 años a 20 años después de la primera cinta. Mientras la primera década conlleva una lucha encarnizada contra el tiempo, la segunda década carga con una rendición más nostálgica hacia la reivindicación del yo.

Turista en tu propia juventud

Cuando Renton (Ewan McGregor) traiciona a sus compañeros Begbie (Robert Carlyle), SickBoy (Jonny Lee Miller) y Spud (Ewen Bremner), parece el momento más alentador de la cinta. Mark Renton ha logrado escapar a este submundo, el cual tiene su propias reglas cáusticas, sus propios mecanismos giratorios que lo mantienen cautivo a uno, lo ha hecho y tiene una segunda oportunidad, una redención frente a la sociedad para volver como el hijo pródigo a los brazos compasivos de ésta.

Sin embargo Trainspotting 2: La Vida en el Abismo - 79% nos golpea en el rostro con otra realidad. La vida los ha jodido a todos y aunque Mark logró huir a Amsterdam su vida está igual de jodida.

La muerte es una muerte distinta a la de la primera película. Mientras en al cinta de 1996 la muerte es una bala que puede ser esquivada, un ente que viene por unos pero a nosotros nos deja en paz. La muerte desde la primera escena de Trainspotting 2 es un hecho latente, vendrá por todos nosotros y está cada día más cercana. incluso existe un deseo de muerte latente cuando uno de los personajes se encuentra atrapado entre los dictados de la sociedad y su incapacidad de ser funcional.

Danny Boyle habló sobre el discurso detrás de esta secuela de la siguiente manera:

Qué es lo que el tiempo les ha hecho? ¿Qué tan mal han envejecido? Y en efecto, el paso del tiempo les pegó duro. Eso es prácticamente el tema de la película, creo – en comparación de las mujeres – los hombres envejecen horriblemente, nosotros no queremos hacernos viejos y por eso nos aferramos al pasado.

La rendición ante la muerte trae consigo la nostalgia, la añoranza. Cada minuto de Trainspotting 2 es una oportunidad para alienar al espectador que creció junto a la mítica primera película. El espectador se ve envejecido junto a estos personajes que marcaron su juventud. Estos yonquis reformados (no tan reformados) llenos de vida, fuertes, explosivos, han desparecido. La infancia de los personajes regresa en continuos flashbacks, el origen de su camaradería, sus viejas hazañas, el presente es sólo una sombra de toda la mitología que ellos crearon a su alrededor, con el simple hecho de existir.

Es por ello que Spud tendrá la necesidad de fijar sus hazañas postreras, para darle un sentido a esta fuerza vital desaparecida, para tener un atisbo de perpetuidad frente a lo efímero. El mismisimo Welsh que tuviera una aparición en la primera cinta como Mickey Forrester (a quien recordarán como el dealer que le vendió los supositorios a Renton), se transmuta en la siguiente entrega.

Irvine Welsh se transforma en un exitoso hombre de negocios en el submundo (es decir un hombre que ha hecho fortuna con artículos robados). Es un buen guiño jocoso para mostrar el paso del tiempo.

Trainspotting es la oda de una generación que ha crecido, que ha encontrado su lugar en la sociedad y se nutre de los vestigios del pasado. Para los filósofos del posmodernismo es aquí cuando todos descubren la traición de los sueños de la "modernidad".

Trainspotting 2 sabe reconocer su lugar, ya no como la cinta que marcó una generación, sino como la generación que revisita a los personajes que marcaron su imaginario de la realidad. Traisnpotting 2 utiliza a su favor la nostalgia a cada momento de su narración.

Su fuerza vital va más allá de una secuela que vuelve a todos, como dice Simon a Renton, turistas de su propia juventud. Y no, no es Porno. Tiene guiños al argumento de esta novela, Trainspotting 2 es un juego metaficcional que se construye en el camino así mismo como su origen.

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