Tomatazos

Contrario a lo que sucede con el mundo de los cómics –con quien sostiene un tórrido y lucrativo romance desde hace ya varios años-, el cine y su relación con los videojuegos y el anime, ha sido tormentosa y en muchas ocasiones lamentable. La más reciente decepción fue Assassin's Creed - 18%, un proyecto muy prometedor, sobre todo por qué los involucrados eran la pareja protagonista, el director y el fotógrafo de la más reciente y bien lograda adaptación fílmica de Macbeth - 80%. Por desgracia solo terminaron por arrastrar el prestigio, al no entender el popular titulo proveniente de las consolas. En lo que se refiere al acercamiento con la ya mencionada animación japonesa, Dragonball Evolución - 14% es el más referido de los ejemplos. Vergonzosa producción que no hizo sino convencionalizar de la peor manera, a uno de los personajes asiáticos más queridos del entretenimiento en nuestro país y el mundo.

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Pero este tipo de aberraciones no son exclusivas de las productoras occidentales. De hecho, salvo un par de títulos medianamente rescatables –entre ellos quizás la primer película de Death Note-, las adaptaciones realizadas en el país del sol naciente deambulan entre el humor involuntario y la serie b. Algo que por cierto, echa por tierra la idea de que este tipo de conceptos –entre los que también se incluye el kaiju y los mechas-, solo deberían ser llevados a la pantalla grande, por quienes los han consolidado, dígase los nipones. Como sea, ante este poco alentador panorama, una luz de esperanza para los fans ha empezado a tomar fuerza. Y es que después de haber tenido la oportunidad de ver en exclusiva, un par de escenas completas, amén del segundo trailer que apenas fue liberado, podemos decir que la versión live action de Ghost in the Shell - 96%, La Vigilante Del Futuro: Ghost In The Shell, pinta bastante bien.

De entrada queda muy claro que la consigna ha sido tratar de mantenerse lo más apegado posible a la fuente de origen –o sea sin tratar de ponerse creativos-, algo muy conveniente, tomando en cuenta que el director es el mismo responsable de Blancanieves y el Cazador - 48%, un artesano fílmico que ha dejado mucho que desear en cuanto al fondo, pero que puede funcionar muy bien con la forma, si trabaja sobre lineamientos específicos. Hasta ahora, lo enrarecido de las atmósferas, el tono constante de inquietud y lo retorcido de las situaciones, está ahí. Scarlett Johansson, sin ser precisamente brillante, se muestra convincente y muy sutil en su interpretación, falta que desarrolle la complejidad del personaje, aunque parece que apostó por el camino correcto. Es muy poco lo que hemos visto, pero ha sido suficiente para darnos cuenta que los apuntes son hacia una efectiva ilustración, manteniendo los rasgos propios de la ciencia ficción más tradicional, aquella que se sostiene sobre un discurso filosófico existencial. Habrá que ver si mantiene lo desolador de la propuesta en papel y la grandilocuencia de lo que fue su magnífica versión en anime. Pero por lo pronto parece ser que Hollywood ha encontrado la fórmula y en buen momento. Y es que sin demeritar la trascendencia y el estatus de clásico de Goku y compañía, esta vez el asunto es mucho más arriesgado, están tomando no solo una de tres grandes referencias dentro del subgénero denominado como ciberpunk, sino una obra de culto que va más allá de la animación y que debería ser considerada una joya de la cinematografía mundial.

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