Japón es el único país en la historia donde se han usado armas de destrucción masiva sobre la población civil. El impacto social, psicológico, humano y artístico que un suceso como éste dejó en la nación asiática fue incalculable. Los japoneses vieron tal cual el fin del mundo ante sus ojos y vivieron para contarlo. La primera imagen de la cinta animada Akira - 
87% es un hongo nuclear y es que el fin de la humanidad es una constante en numerosas obras provenientes de artistas nipones. Es una huella indeleble que marco a generaciones enteras y con el desastre de Fukushima en el 2011 el fantasma de la amenaza radioactiva una vez más se manifestó en el subconsciente de los ciudadanos.
Ishirô Honda y Eiji Tsuburaya, director y encargado de efectos especiales respectivamente, moldearon con sus mentes a un ser que ha simbolizado tanto el terror al infierno nuclear como la esperanza de toda una nación al hacer frente a numerosas creaturas surgidas del espacio o lo profundo de la tierra. A lo largo de su historia Godzilla ha tenido todo tipo de aventuras en todo tipo de presentaciones. Para muchos las versiones americanas, incluida una serie de animación de Hanna Barbera, son la única faceta que conocen del personaje.
Las siguientes cintas son piezas clave para entender un poco al rey de los monstruos, cintas que representan distintas facetas del lagarto con aliento radioactivo. A recordar que son 29 largometrajes producidos por el estudio Toho, son 4 etapas divididas de la siguiente manera: la era Showa, la era Heisei, la era Millenium y la nueva etapa inaugurada por Shin Gojira.
Godzilla (Ishiro Honda, 1954)
La primera cinta que introdujera a Godzilla al mundo posee un tono por demás lúgubre y propio de una cinta de desastre. El rey es presentado como una amenaza para la humanidad y solo con ayuda de la ciencia existe posibilidad alguna de detener su avance. Escenas en hospitales repletos con las victimas del lagarto nos dan muestra del significado que este poseía para sus creadores y el público. Eventualmente el tono de las cintas se volvería más festivo y fantástico, pero la original permanece como un testamento fílmico único.
El inevitable encuentro entre los dos iconos del cine de monstruos sucedió en 1962, era la tercera cinta de Godzilla y la primera en la que este y Kong aparecían a color. El duelo toma tiempo en cocinarse en pantalla pero cuando por fin ocurre no tarda en convertirse en un combate memorable, con patadas voladoras, Kong dispuesto a clavar un árbol en el hocico de Godzilla y otros increíbles delirios en pantalla. Contrario al rumor, Kong es el vencedor en la versión original, ya que para esa época éste era visto como el héroe y la gran G aún se le consideraba un villano.
Conocida también como Godzilla contra el monstruo del smog, este absoluto delirio psicotronico desafía todo tipo de explicación o reseña convencional. Una combinación de psicodelia, animación y un pegajoso tema musical enmarcan el duelo entre el rey y una creatura producto de la contaminación ambiental. Fuera de su obvio mensaje ecologista la cinta rompe el molde y a la fecha permanece como la entrada más extravagante en la franquicia. Verán con sus ojos a Godzilla volar, lo creerán y lo celebraran.
Fue en 1984 cuando Toho realizó el primer reboot oficial de la saga, con lo que comenzó la era Heisei. Esta eventualmente finalizaría en 1995 con un Godzilla consumido por su propia naturaleza radioactiva. La cinta combina varios elementos de varias décadas de historia del gran lagarto, hay un poco para todo público; comedia, drama y combates llenos de pirotecnia.
Godzilla 2000 (Takao Okawara, 1999)
Luego del fallido intento por Hollywood de lanzar su propia versión del rey lagarto Toho tuvo que volver a reiniciar la franquicia, con lo que empezaría la era Millenium. Aquí Godzilla tiene que hacer frente a una amenaza del espacio exterior, algo que ya había hecho en ocasiones anteriores.
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